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*Las clases pasaron unas tras otras, mis amigas preguntaron el porqué de mi ausencia y yo simplemente decidí responder con una sonrisa mientras ignoraba sus miradas de preocupación dirigidas a mi persona.
El timbre resonó en todo el instituto anunciando el finalizar de las clases y no pude evitar soltar un suspiro de resignación, vi como la gran mayoría salían prácticamente corriendo y otros simplemente a pasos apresurados, todos felices de que por fin hayan terminado las clases y con ellas llegará el amado fin de semana de muchos.
Tal vez sea una chica rara pero no me gustan los fines de semana y la razón de eso es simple, las clases son mi escapatoria aunque sea por medio día de mi realidad y debo admitir que desde que tomo el tren equivocado soy un poco feliz ya que debido a esa pequeña equivocación pude conocerte...
Termine de recoger todos mis libros y salí a pasos lentos del instituto mientras me dirigía sin ninguna prisa a la estación de trenes, espere por unos minutos hasta que el tren que debía tomar llegará y una vez se detuvo y abrió sus puertas entre, no me moleste en buscar un asiento libre se de sobra que a esta hora es imposible por lo que opte simplemente en estar de pie mientras sujetaba uno de los hierros de seguridad al igual que el resto de los pasajeros una pequeña tropezó conmigo y se disculpó de inmediato yo solo le sonreí en respuesta y volví mi vista en dirección a dónde se había marchado la pequeña, encontrándome con la sorpresa de que tú estabas en el mismo tren.
Me pareció un poco raro, tu parecias buscar a alguien con tu mirada, sin embargo no le di importancia y me limité a mirarte de forma disimulada hasta que tu jade mirada se posó en mi haciéndome desviar mi vista rápidamente para después de un rato volver a mirarte y ver que aún mirabas en mi dirección ¿Acaso me estabas mirando a mí?, Eso era algo imposible, gire mi vista a mi lado encontrándome a una chica de cabello negro alta y de piel blanca muy hermosa, sonreí, de seguro a quien mirabas es a la chica a mi lado y yo aquí pensando idioteces.
Después de unos cortos minutos te vi caminar en mi dirección y debo admitir que me sentí un poco nerviosa, ¿Hablaras con la chica a mi lado? O simplemente te sentiste sofocado entre esa multitud, no lo sabía, solo te detuviste a unos pocos metros de mi sin mirarme para después sacar tu teléfono de tu bolsillo, tan cerca y tan lejos, no pude evitar que se formará una pequeña sonrisa en mis labios y dedicarte fugaces miradas en mi mejor intento de no ser descubierta por ti y quedar como una acosadora.
—Estúpido juego, perdí— Te escuché quejarte y no pude evitar soltar una leve risa.
Luego de tu queja vi como contestaste una llamada, no pude escuchar lo que hablabas y en ningún momento ha sido mi intención escuchar tus conversaciones te lo puedo asegurar, sin embargo ver las expresiones que aparecían en tu rostro causaron en mi gracia, hasta que al final colgaste la llamada con una sonrisa en los labios, definitivamente habrás recibido una buena noticia y la sonrisa en tu rostro era la prueba de eso y yo simplemente estaba feliz.
Mis 15 minutos de felicidad llegaron a su fin, lo bueno duraba poco después de todo, aunque no me puedo quejar, hoy pude verte dos veces y por esa simple razón soy lo suficientemente feliz en estos momentos, camine en dirección a las puertas del tren que se abrían ese momento y voltee mi mirada nuevamente para encontrarme con tu jade mirada puesta en mi haciéndome girar de inmediato mientras era arrastrado hacia afuera por la multitud de personas que salían apresuradas del tren.
Mi sonrisa seguía en mis labios mientras caminaba sin ninguna prisa en dirección a mi casa, hoy definitivamente fue un gran día, soy feliz por haberte visto dos veces y aunque nuestras miradas se encontraron de forma accidental mientras lo más seguro es que mirabas a otra persona o simplemente a la nada misma no me importaba en lo absoluto.
Llegue a mi casa después de unos minutos saqué mis llaves de mi mochila abrí la puerta y entré, el olor a alcohol llegó a mis fosas nasales estaba impregnado en toda la sala, camine con pasos sigilosos tratando de no despertar a mi alcohólico padre que se encontraba tirado en el sofá con una botella vacía en sus manos, subí a mi habitación y una vez dentro cerré con seguro mi puerta, encerrando en mi pequeña fortaleza donde definitivamente me encuentro segura.
Los suaves golpes en mi puerta llamaron mi atención —Hermana— Escuché la voz infantil de mi hermano menor, yo por acto seguido solo abrí la puerta y lo deje pasar —¿Puedo estudiar contigo?— Pregunto entrando mientras sostenía unos libros de primaria en sus manos a lo que yo simplemente asentí sonriendo.
Me senté frente a mi computador dispuesta a estudiar al igual que mi pequeño hermano, de seguro me había estado esperando después de todo soy su hermana mayor debo protegerlo y hacerlo sentir seguro en este hogar que no parece un hogar.
—Hermana salgamos mañana al centro comercial— Me dijo sonriente sacándome de mis pensamientos.
—Solo si terminas toda la tarea— Fue mi respuesta.
Natsu... Espero verte nuevamente la próxima semana en el tren...
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Pasaron las horas y había anochecido, revise las notificaciones de Wattpad y vi que el reciente capítulo tenía más de 100 votos lo que me sorprendió además de casi 70 comentarios los cuales no pude responder todos.Gire mi viste a mi pequeño hermano Sting para encontrarlo dormido apoyando su cabeza en los libros y con un creyón rojo en su mano derecha, sonreí ante la ternura que me brindaba en ese momento su imagen y no pude evitar sacarle una foto con mi celular.
Me levanté en silencio y salí de mi habitación en dirección a la cocina vi en la sala a mi padre en la misma posición que cuando llegue él seguía durmiendo, me acerque un poco para comprobar que respirara por un momento pensé que estaba muerto, para después nuevamente reanudar mi dirección a la cocina donde prepare dos sándwiches uno para mí y otro para Sting los puse en un plato y servi dos vasos de jugos y nuevamente regresé a mi habitación entrando en ella y cerrando la puerta con seguro.
—Sting despierta— Le hable en voz baja mientras acariciaba suavemente su rubia cabellera.
—Hermana, termine toda la tarea— Fue lo que me respondió aún soñoliento.
Yo solamente sonreí por su respuesta definitivamente él quería ir mañana al centro comercial, recogí sus libros y los dejé a un lado mientras le daba el jugo de naranja junto a su sándwich los cuales recibió con una sonrisa para después disponerse a su dedicada tarea de comer.
El sonido de una llamada entrante mi hizo dirigirme a mi escritorio para tomar mi teléfono y ver el nombre de mi amiga Juvia en la pantalla para luego responder.
—Juvia, hola— La saludé una vez contesté.
—Lucy, no te vi cuando te fuiste— Me dijo ella y yo suspiré —Quería invitarte a salir mañana— Agregó mi amiga y no pude evitar sonreír.
—Lo siento Juvia— Me disculpe —Le prometí a Sting llevarlo mañana al centro comercial— Agregué y escuché un suspiro resignado de su parte.
—Espero te diviertas con tu hermano— Me respondió y yo reí.
—Gracias Juvia— Le agradecí —Buenas noches— Le dije para después colgar la llamada.
Mañana iría con Sting al centro comercial después de todo se lo había prometido y sería una buena forma de escapar de mi casa unas cuantas horas mañana.
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Continuará...
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El Chico Del Tren
FanfictionEsta es mi historia, y comienza justo al momento de tomar el tren equivocado, haciendo mi trayecto a clases mucho más largo, sin embargo, no me arrepiento de mi error. Porque fue cuando lo conocí... El Chico del Tren... Del cual simplemente me enamo...