El Chico Del Tren

🌸Capítulo 4🌸

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Mis clases habían finalizado me había despedido de mis amigas y caminaba de forma tranquila en dirección a la estación de trenes, no tenía tanta prisa por llegar a casa después de todo nadie me esperaba.

A lo lejos pude divisar el tren acercarse y luego de unos minutos se había detenido justo frente a mi, las puertas se abrieron lentamente y entré siendo empujada por una ola de personas que entraban de forma apresurada, suspiré resignada, era normal que el tren fuera sofocante a esa hora de la tarde, después de todo muchos salen de sus trabajos a la hora del almuerzo.

Con mi mirada traté de buscar un asiento vacío sin embargo todos estaban ocupados, al girar mi vista mis ojos chocaron con tu jade mirada, habías tomado el mismo tren de regreso que yo, rápidamente desvié mi mirada de la tuya ¿Me habrás visto?, Tal vez solo mirabas en mi dirección pero no me mirabas a mi, después de todo me considero completamente invisible.

Una vez más fijé mi mirada en tu dirección, estabas concentrado mirando algo en tu celular, vi como tu expresión cambio repentinamente y aclaraste tu garganta un poco mientras colocabas tu teléfono en tu oreja para contestar una llamada, al parecer era una llamada importante la expresión de tu rostro eso demostraba, desvié la mirada no quise seguir espiando tu conversación, no soy una mal educada después de todo, sin embargo no pude evitar voltear al escuchar tu risa acompañado de una hermosa frase "te quiero hermana", hablabas con tu hermana de eso no había duda, y por el tono de tu voz pude notar un gran amor fraternal, sentí celos por unos instantes, mi hermanito está en primaria dudo que me llame y mis padres ni siquiera me esperan en casa en primer lugar.

Un nuevo suspiro escapó de mis labios junto a la escena de mis padres peleando mientras una que otra vasija era lanzada por los aires para luego romperse al chocar contra el suelo, después de unos rápidos minutos las puertas volvieron a abrirse y debía bajar del tren, mis 15 minutos de hoy pasaron demasiado rápidos pero me alegra haber tenido la suerte de verte nuevamente en en el tren de la tarde, aunque tenga que volver a mi realidad no importaba mucho ahora mismo soy feliz, y la sonrisa en mi rostro es la prueba de ello.

Vi como el tren se marchaba, espero mañana volver a verte, hoy en definitiva fue un día de suerte pude verte dos veces, ¿Qué más puedo pedir?, Ahora mismo soy feliz simplemente con mirarte en la distancia contemplando tu radiante sonrisa haciéndome olvidar la difícil vida que me tocó vivir.

Espero verte mañana de nuevo Natsu... El Chico Del Tren...
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Desde mi ventana podía apreciar el atardecer de ese día, los diferentes colores del sol al ocultarse, aquellas tonalidades pasar de amarillo a naranja hasta finalmente un suave rojo para luego dar paso a la oscuridad de la noche.

Revisé en mi teléfono nuevamente lo que había escrito más temprano, corregí algunos errores y sin más me dispuse a publicar aquel pequeño relato, sonreí de medio lado al recordarlo y es que no podía evitarlo hoy definitivamente era un buen día y nada podría arruinarlo, sin embargo mi pequeño buen día llegó a su fin tras escuchar la puerta principal abrirse seguido de los gritos de mi padre.

—¡Estoy harto!— Gritó mi padre desde la sala.

—No eres el único con problemas— Está vez fue la voz de mi madre.

Insultos tras insultos por parte de ambos acompañado de los ruidos de cosas romperse, seguro los floreros, adornos o alguno de los muchos portarretratos.

Esta es mi realidad.

Pasaron unos minutos y luego el silencio, no sé quién habrá ganado la disputa de hoy y tampoco me interesa saberlo, escuché suaves toques en la puerta de mi habitación a lo que simplemente me limité a decir un "pase", sabía bien quién era.

—Hermana, puedo dormir contigo hoy— Dijo en un susurro mi pequeño hermano.

Ante su pedido solamente asentí con mi cabeza, si las discusiones de mis padres me afectan a mi que soy una joven de 17 años, como será para Sting que apenas hace algunos meses había cumplido sus 7 años de edad.

—Cambiate por tu pijama y regresa— Le dije con una sonrisa.

Vi como una sonrisa se dibujó en sus labios para después salir corriendo y regresar en menos de dos minutos a mi habitación, definitivamente las discusiones de mis padres le afectaban más a él que a mí, y yo como su hermana mayor debo estar a su lado para cuidarlo y como todo buen hermano mayor indicarle el camino correcto.

—Vamos a dormir— Le dije y él asintió para después meterse bajo las cobijas haciéndome un lugar a su lado a lo que yo sonreí.

Me acosté a su lado y lo acune en un cálido abrazo, escuché atentamente lo que me contaba sobre su escuela y después de unos minutos el silencio se hizo presente, baje mi mirada a él y pude verlo dormir plácidamente, un pequeño demonio disfrazado de ángel.

Imité la acción de mi pequeño hermano, y cerré mis ojos mientras poco a poco mientras me iba rindiendo ante el sueño con un único pensamiento en mente...

Espero verte mañana en el tren... Natsu...

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Continuará...