El problema de las personas emocionalmente frágiles es que no nos gusta mostrar nuestra fragilidad.
Cuánto más fuerte parece una persona, más débil es en el fondo.
Y eso es así porque quiénes tenemos el alma de porcelana, que se rompe al mínimo golpe, tendemos a protegerla en una cámara acorazada, que es nuestra falsa fortaleza sentimental.
Pero en cuanto esa coraza se abolla un poco, automáticamente se resquebraja, y esa persona que "no tiene sentimientos" o que "nunca llora", derrepente sufre y teme como quien más.
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Reflexiones cortas
PoesíaPensamientos, sentimientos y opiniones. Microrrelatos, historias y poemas.