IMAGINA 8

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MI PRINCESA

Y así empezó una carta, pero no una carta cualquiera, mi carta, nuestra carta y creedme no era una simple carta

-(t/n) me estás escuchando-resopló mi mejor amiga.

- Me tengo que ir te quiero-me puse de pie y me fui.

Pasaba por los pasillos de la Universidad cuando algo me tiró del brazo y me metió en una habitación, para defenderme sí son el libro al posible agresor.

-Aaa-la persona encendió una bombilla.

-¿Thomas?, ¿estas demente?-el se rio y pego su boca con la mía-par..a sab.. es.. que es..to no lo podemos seguir aquí- le apreté

- No me puedo contener pequeña, además hoy harán una fiesta y en mi casa no habrá nadie está tarde a si que te podrías venir- la razón de que no nos podamos ver tenía nombre y apellidos Abbie Jonson era la hermanastra enamorada de Thomas y ella me odia y su padre odia a mi familia, no se un lío que ni yo entiendo.

-Estoy harta de tener que ocultarlo-

-Y te crees que yo No, además te quiero entregar una cosa-sacó de su bolsillo un papel y me lo entregó-leélo en tu casa princesa, besó mis labios y se fue

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-Y te crees que yo No, además te quiero entregar una cosa-sacó de su bolsillo un papel y me lo entregó-leélo en tu casa princesa, besó mis labios y se fue.

Terminé las demás clases y me fui a mi casa y abrí el papel, más bien una carta que tenía hasta su olor.

Sabes que eres la princesa de mis sueños encantados
cuantas guerras he librado por tenerte aqui a mi lado
no me canso de buscarte, no me importara arriesgarme
si al final de esta aventura yo lograra conquistarte
y he pintado a mi princesa en un cuadro imaginario
le cantaba en el oido susurrando muy despacio
tanto tiempo he naufragado y yo se que no fue en vano.

Thomas.

Y pensar que al principio Thomas y yo nos llevábamos como el perro y el gato.

***

Llegué a su casa y llamé al timbre, enseguida abrió Thomas.

- Hola rubio-

- Hola princesa, pasa-pasé y me llevó a su habitación.-Me imagino que habrás leído la carta-sonrió.Yo le abracé y besé su cuello.-¿Eso es un sí?-

-Claro que Si idiota-respondí. De pronto se escuchó la puerta principal cerrarse y la voz de Abbie sonando.

-Thommy ya estoy aquí- Thomas me miró, yo corrí y me metí en el armario.

-Abbie, ¿Has llegado muy pronto No?-se le notaba muy nervioso.

- Si, pero mejor así estamos solos-respondió esta, seré sincera nunca he sido una persona celosa, pero en este momento lo estaba.

-Tengo que estudiar, adiós-Thomas la agarró y la sacó de la habitación cerrando con llave, se escucharon gruñidos de ella.

Thomas abrió la puerta del armario y me estampó contra su pecho.

-Tranqui-reí

-Princesa, ¿quieres ir al parque?-preguntó

-¿Como cuando éramos pequeños?-

-Si-

-Claro ¿porque no?-bajamos por la ventana de si habitación. Andamos hanlando de tonterias lo normal estando con Thomas.

En el parque nos sentamos en un banco y pasamos el tiempo hablando el uno junto al otro.

Cuando llegó la noche fuimos a la fiesta, cada uno por su lado no queríamos levantar sospechas.

Iba del camino al baño cuando se escucharon gritos fuera, asi que fui.

Vi a Thomas golpeandose con un chico, la gente los intentaba separar, los dos estaban llenos de sangre, Thomas se fue corriendo y como no yo detrás de él, vi que se cayó al suelo y aumente mi ritmo.

- Thomas, ¿Estas bien?-ví que estaba dolorido.-Te llevaré a mi casa, pero tienes que ayudarme, sola no puedo-. Thomas recargaba su peso en mi y así llegamos a mi casa, sin hacer ruido le llevé a mi habitación y le tumbé en la cama.

-Voy a curarte ¿vale?- el asintió. Fui a por el botiquín y con cuidado le limpié toda la sangre y heridas que tenía, cuando terminé iba a ir a dejar el botiquín, cuando me agarró de la muñeca y me tiro hacia él y caí encima.

-Gracias-sus manos jugaban con mi pelo y mis caderas.

- No deberías meterte en problemas-acaricié su mejilla.

- Si después de esos problemas puedo dormir contigo me meteré en ellos una y otra vez-susurró besando mis labios una cosa a la que ya tenía que estar acostumbrada pero me seguía poniendo los pelos de punta.

-Puede que la próxima no este-el colocó un dedo en mis labios y seguimos a lo nuestro.

IMAGINAS (THOMAS SANGSTER)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora