Life...? Who are you?

448 50 4
                                    

.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
-Mamá- Cientos de recuerdos pasaron por su mente en ese instante...recuerdos de su ya fallecida madre humana...

✴✴✴✴✴✴Flash back✴✴✴✴✴✴

-Mamá!- decía una sonriente niña mientras corría con un lirio blanco en la mano, la niña que llegaba junto a su madre extendía lo que traía consigo como regalo -Mira! Tu flor favorita, la encontré!-

Una mujer adulta vestida de blanco con el cabello tapándole el rostro sonreía ante la acción de su pequeña, tomando entre sus manos la flor y luego abrazando a la niña aún sonriente

-Gracias... Frisk...-

✴✴✴✴✴Fin Flash Back✴✴✴✴

Esos recuerdos pasaron fugaces en la mente de la humana, después de ver esa imagen todo se oscureció, como si hubiese caído en un profundo sueño
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Al abrir sus ojos todo lo que alcanzaba a su vista era blanco, lleno de luz, muy distinto al mundo gris que estaba acostumbrada a ver todos los días...
Al mirar a su lado, estaba ahí, otra vez ese esqueleto que nunca paraba de sonreír como si su sonrisa fuese un tic nervioso que tuviese, sentado a su lado mirando a la inmensa nada luminosa blanca que estaba frente a ellos...se dispuso a hablar cuando observó de reojo que la castaña estaba despierta

-Dormiste bien pequeño fénix?- Dice un bajo esqueleto tratando de contener la risa por la broma que había soltado. Más toda su broma se fue por el caño cuando vio que la humana ni siquiera se había percatado de esta

-Fénix?- dice una muy confundida Frisk sentándose en el lugar en el cual descansaba hasta hace unos segundos, percatándose de que estaban rodeados de flores, incluso bajo su mano apoyada en el suelo habían flores doradas

Parecía todo un sueño, uno de estos que sólo ves en cuentos de hadas inventados para niños pequeños, niños que aún sueñan, pero desde luego ese no era su caso, ella, ya no era pequeña, no lo fue incluso desde su niñez, sus diecisiete años en la vida le han servido de prueba, ella no tenía el derecho de soñar, así que, definitivamente no lo hacía...eso no era un sueño

-Que lugar es...-Dirige su vista hacia el dios que estaba sentado a su lado, parecía que el hacía todo lo posible por distanciarse de ella, cosa que realmente no le importaría mucho si fuese otro momento, ya que en ese instante estaba tan confundida sobre el lugar en el que estaban que no quería separarse de lo único que reconocía su vista...y eso era...él

La chica cuando intentó tocarlo para indagar más sobre el lugar al cual había llegado, este hizo un movimiento brusco y se levantó de golpe como ignorando el hecho de que ella buscaba apoyo en él

El dios por otra parte medio que suspiraba aliviado de que no hubiesen tenido contacto físico, sino seguro aquella señora no le perdonaría lo que hubiese sucedido

-Es el mundo de los dioses...-Fue lo único que se limitó a decir el esqueleto mientras veía a lo lejos como se acercaba hacia ellos aquella mujer de vestido verde largo -Ven, alguien quiere conocerte...- se vuelve a limitar a decir el dios de la muerte mientras veía como se detenía en la lejanía aquella que era totalmente opuesta a él, aquella que con sólo su caminar del suelo crecían plantas y flores, aquella que esperaba a su encuentro

-Un dios?- Pregunta la joven levantándose del suelo apreciando mejor las hermosas flores del suelo, que cuando su vista giró a los pies del dios vio como su alrededor no había ni una pequeña señal de vida, todas las flores a sus pies yacían muerta, marchitas, sin color ni aroma...pero por que?

Ambos comienzan a caminar, el guiándola y ella siguiéndole callada, tan sólo mirando al suelo observando como a medida que el caminaba todas aquellas flores que hasta hace unos segundos brillaban en amarillo, ahora se secaban sólo con el contacto con el... Por que? Volvía a cruzar en la mente de la castaña, no se aguantaba los deseos de preguntarle y satisfacer su curiosidad...así que lo hizo

-Por que se marchitan las flores a tus pies?- preguntó la castaña, más su pregunta quedó en el aire, lo intentó una segunda vez, pero nada, el no decía una palabra, era como si ella no existiera, evidentemente no estaba interesado en responder esa pregunta pero la humana era determinada a obtener su respuesta, bueno, lo estaba hasta que se percató de que se estaba preocupando mucho por la vida del dios...

¿Realmente.... desde cuando le interesaba algo de él? Optó por renunciar a ese tema y seguir la corriente a ver donde la llevaba, realmente era muy extraño ese lugar....

-Detente...-dijo por lo bajo el esqueleto, sabiendo que ella no había despegado su vista del suelo, para evitar un posible contacto con el

Frisk automáticamente acata las órdenes de este y se detiene sin siquiera saber por qué... Al alzar su vista se encuentra con una señora de aspecto de cabra amorfa con algunos rasgos humanoides ya que estaba de pie y hablaba, pero bueno, eso era de esperarse, si estos días atrás tuvo que soportar a un esqueleto burlón y pesado, que importaba ahora una cabra

-Hola mi niña...- Dice la mujer del vestido verde y dorado mientras extiende una de sus manos hacia la humana -Soy Toriel... Diosa de la vida...-

Al escuchar esas palabras Frisk, se quedó estática, realmente era el mundo de los dioses y la que estaba frente a ella era nada más y nada menos que una de las más importantes deidades... La diosa de la vida

-Veo que conoces al Dios de la muerte... Sois amigos?- preguntó con curiosidad Toriel mientras le daba a Frisk la mano en forma de saludo y a la vez curaba lo que le quedaba de la herida provocada por aquellos hombres

-No- el que respondió fue Sans de manera rápida e inesperada para la humana expectante -Tori ya te hice el favor de recoger a la humana, si me disculpas...- diciendo lo último se marcha entre llamas negras dejando a la chica con una mano extendida a la nada donde antes estaba el y su nombre en el aire...

-Sa...- Fue lo que alcanzó a decir la humana antes de verlo desaparecer, no quería que se hubiese ido... Al fin y al cabo ahí el era su único conocido

-Ese esqueleto no cambia...- dice Toriel suspirando resignada ante la acción tomada por el de manto negro, y luego mirando a la chica que aún miraba el lugar donde el se encontraba anteriormente

-Mi niña...no te preocupes...yo te cuidaré a partir de ahora- dice muy cariñosa la cabra a la humana aún un tanto sorprendida- Como te llamas mi niña?-

-Frisk...- La diosa extiende otra vez su mano para que Frisk la tomase e ir juntas a su nuevo hogar

-Ven, Frisk, vamos a casa...-


Game Of LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora