Puro de corazón

Capítulo Once.

Estoy sentado en la camilla del hospital, a la espera del doctor que me atenderá. Woo está conmigo custodiándome, su cara refleja preocupación y compasión, el maldito tobillo me duele bastante, no quiero ni moverlo, no sé cómo pude ser tan torpe, Tae ni siquiera estaba borracho, pero este miedo que ahora le tengo puede más que yo.

Entra el doctor con cara de pocos amigos, me mira y suspira, pero su semblante no cambia y tiene el ceño fruncido, ve a Woo y luego a mí, se cruza de brazos y se dirige a mí.

-¿Y qué le pasa al señorito?

Sin duda esta cabreado.

-Creo que se ha luxado el tobillo.

-No tiene nada, si tuviera realmente algo, estaría pegando el grito, solo quiere llamar la atención.

Hago puños mis manos y bajo la cabeza, su comentario me ha cabreado y ofendido.

-Realmente le duele mucho, él es muy tolerante al dolor.

-¿Ah sí? Ya veremos.

Se voltea hacia mí, se pone los guantes blancos de látex, se acerca a mi lado, abre un cajón donde están unas pinzas, vendas, una jeringa, varias cosas, volteo la cara, en verdad no quiero ni verlo, me siento ofendido... si él supiera...

-¿Qué les da a ustedes los ricos por pensar que su dinero vale más que la vida de una persona? El paciente que tengo en el quirófano, ése si es importante.

Si, lo sé, yo no valgo nada, solo soy parte de una transacción y lo que yo quiera, opine o desee no tiene la mayor importancia.

Se me acerca y pone un banco frente a mí y se sienta en él.

-Haga el favor de quitarse el zapato.

Woo se acerca para ayudarme cosa que no debe, pero aún así lo hace, tiene su cargo de conciencia porque él fue quién me vio rebotar y no hizo nada, lo que sé que realmente no podía.

-¿Qué? ¿Acaso él no puede?

Me volteo a ver a Woo y cierro los ojos dándole a entender que no debe preocuparse, me inclino para quitarme el zapato, pero siento el dolor en el costado derecho de la paliza que recibí dos días antes, el masaje que me di en la noche ha pedido su efecto, me vuelvo a incorporar, tomo aire un par de veces y me vuelvo a agachar para quitarme el zapato, lo hago con el dolor insoportable pero lo logro, el doctor examina mis movimientos, boto el zapato y vuelvo a incorporarme, siento el calor en mi cabeza y un poco de sudor en ella y en la espalda.

El doctor me mira a los ojos y yo escondo la mirada. El dirige su atención a mi pie y lo toca para moverlo de un lado a otro, arriba y abajo, lo asienta en su mano, cada movimiento es un tormento, pero no es hasta el último movimiento donde doy un grito y le aparto la mano y quito mi pie. El frunce el ceño.

-Debo hacerle radiografías, probablemente tiene una fisura.

-No tengo nada, solo véndelo y listo.

-¡Pero el joven habla!

-¿Doctor es necesario?

-¿Acaso el profesional no soy yo? Si, necesita la radiografía y no, no puedo solo verdarlo.

-Woo...

-Lo lamento, no puedo dejarte así, debo asegurarme de que estés bien.

Mis ojos se hacen agua, esto no le gustará a Tae y sé que me irá peor.

-Llamaré al enfermero para que te lleve a radiografía, yo mismo haré el estudio, ahí nos veremos.

El doctor sale y me deja solo con Woo, mis lágrimas comienzan a correr.