Acercamiento.

3K 293 27
                                        

"Comienzo a ver el mundo de manera diferente.
Sí, es por ti. El tiempo comienza a emitir una luz.
Si, es todo por ti"
—All  day All Night, SHINee—

Me desperté con un dolor en mi espalda, causa de dormir en el frio suelo, moví mi cuello de un lado a otro tratando de aliviar la tensión.

Recordé el rostro de mi hija, sus ojos tan idénticos a los míos, aunque Taemin no me quisiera en su vida tendría que estar en la de mi pequeña, además debía de quedar algo aun tras la fría mirada que me dedico Lee, lucharía por él.

Primero comencé por limpiar la casa, Taemin siempre la mantuvo limpia y organizada y se había vuelto un asco cuando el se fue, a pesar que intente arreglar la casa nunca tuve fuerzas para hacerlo, quite el polvo y las tela de araña de los rincones y nuestras fotos, a veces me detenía para dejar mi mente vagar al pasado, a los días en que mi ex hacia la limpieza general y se ponía a cantar y bailar, haciéndome seguir el paso.

Sonreí cuando lo hizo por primera vez y se cayó, me dio un susto grandisimo  porque se hizo daño en la espala, luego todo fue risa y risa, quería esos momentos de vuelta, y lo lograría.

Después de unas horas que me parecieron infinitas la casa estaba resplandeciente, brillaba, un gran peso se había ido de mi junto a toda la mugre.

Fui a la cocina y prepare una sopa instantánea y la comí con rapidez antes de ir a la casa de los Kim. Esta vez estaba cerrada por lo que toque el timbre, Taemin salio con la bebe sonriente en brazos y quedo serio al verme.

—Vine a verte, y a mi hija. —comente tendiendole  un ramo de flores de sus favoritas.

—Ahórrate el gesto Choi Minho. —respondió tratando de cerrar la puerta.

—Espera, por favor, al menos dejame conocer a mi hija. —suplique  viéndolo detenerse y mirar la pequeña.

Mis palabras funcionaron, el abrió la puerta y se hizo a un lado.

—Hola Suyhon. —susurre  viéndo los ojos curiosos de la pequeña.

Y como si fuera un milagro Suyhon me sonrió haciendo mi corazón latir tan fuerte, la pequeña escondió sus rostro en el cuello de Taemin haciéndolo reír a el también, estaba presenciando las sonrisas más hermosas que existían.

—Te tiene vergüenza. —explico Taemin mientra la pequeña repetía el gesto una y otra vez.

Suyhon volvió a mirarme sin esconderse y casi salgo corriendo cuando abrió sus brazitos  y se inclino a mí, miré  a Taemin buscando aprobación en su mirada y el asintió, tome a la mi hija en brazos con cuidado, con tanta emoción como si la hubiera estado esperando toda mi vida.

Sus manitas tocaban mi cara con curiosidad mientras hacía ruidos extraños, era demasiado hermosa.

—Le gustas, bueno como dicen la sangre llama. —dijo Taemin mirándome con melancolía.

—Taemin yo...

—Ahórrate tus disculpas Choi Minho, si de algo te sirve no voy a impedir veas a Suyhon o estés en su vida, eres su padre y aunque tu ignorancia  evitó lo supieras ahora estas enterado, puedes visitarla, pasear con ella cuando tenga más edad, pero tu y yo, eso no, jamás, preferiría hacer mi vida con alguien más  a que contigo. —respondió con ira.

Tenia tanta razón, no podía enojarme  por ocultar a Suyhon, en realidad no lo hizo, tan solo fui muy ciego para ver las señales, pero el me estaba brindando una ligera brecha, una que si usaba a mi favor podría recuperarlo, o quizás no.

—¿Te quedarás en Corea? —pregunte.

—No, solo estoy aquí por quizás un mes, cuando me vaya a Japón te dejare mi dirección con los Kim. —explicó

La  pequeña seguía jugando con mi rostro y riendo, podía decir que aún su sonrisa era la mía.

—¿Puedes sostenerla un poco? Es que voy a buscar el bulto y mi teléfono para ver porque el Taxi no  llega. —comentó.

—Yo-yo  puedo llevarte si vas al algún lado. —me ofrecí  esperando que dijera  que no, pero el asintió y corrió al buscar el bulto de la niña  y volvió en seguida con también una silla de autos para bebé.

Desactive la alarma y el abrió el auto y colocó  la silla con destreza, abrió sus brazos y Suyhon no dudo a irse hacia a el, Taemin la colocó en la silla mientras ella seguía haciendo sus sonidos raros, espere  el se subiera al asiento de alante  pero se quedo detrás con nuestra hija.

—¿A donde vamos?. —pregunté.

—Al hospital. —respondió mirando la pequeña.

—¿Estas bien? ¿Esta Suyhon bien? —pregunte preocupado.

—Por supuesto, a Suyhon le toca la vacuna por sus seis meses hoy, así que había hecho una cita desde Japón para vacunarla  aquí. —respondió acariciando el rostro de la pequeña con tristeza.

Más tarde entendí la mirada de pena de él, la vacuna era un infierno, aunque no supe a quien vacunaron ,  si a la niña o Taemin, porque ambos lloraban desconsolados, les saque una foto a ambos sin que se dieran cuenta, se veían con tanta ternura.

—Odio las vacunas, odio verla llorar. —dijo Taemin con frustración.

—También odie verles llorar. —confesé recibiendo una mirada extrañada de Taemin.

Lee espero a que Suyhon se durmiera para que volviéramos al auto, justo al llegar me pidió sostenerla para buscar un gorrito en el bulto, la acomode con cuidado en su sillita  y limpie los rastros de lágrimas que aún quedaban en su pequeña carita, me volví hacia a Taemin quien estaba tan entretenido buscando en el bolso de bebé  que no se percató de un auto que iba hacia a el muy rápido.

Con rapidez lo atraje  hacia a mi mirando al conductor lleno de ira, Taemin había dejado caer el bulto, este se volvió nada tras ser arrastrado  por los neumáticos del auto.

—¿Estas bien? —le pregunté  a Taemin aun teniéndolo en mis brazos.

Nuestras miradas se encontraron, y sentí esa atracción hacia el, tenia la certeza que el también sintió lo mismo, en especial cuando sus ojos fueron a mis labios.

—Sí, lo estoy, gracias por evitar que me chocaran. —respondió alejándose de mi.

—No agradezca Taemin, nunca permitiré que nada te pasé. —respondí sin apartar la vista de él.

—Lo sé, no cuando eres tú quien me daño, no lo olvides cariño. —comento con sarcasmo entrando al auto junta a Suyhon.

Sus palabras cada vez eran como alfileres clavandose  en mí, peor aún como cuchillos atravesandome.

***



***

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Volverás Donde viven las historias. Descúbrelo ahora