Competencia.

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"Quien espera por amor, no te culpo  por dejarme"
—Who waits  for love, SHINee—


Una tormenta se avecinaba, y no una climática, el amigo de Taemin  no era alguien que me agradaba, ni me sentía nada cómodo a su alrededor, quería hacer como si mi hija fuera suya, además de que estaba loco por estar entre las piernas de Taemin.

Sólo el hacia dar una vuelta para Jin  mirarlo con lascivia, me estaba controlando para no romper su cara, gracias al cielo Taemin   le dejo ver que tengo derecho sobre mi hija.

—Hola Jonghyun. —saludé al esposo de Key al entrar al banco.

—Hola Choi. —curvo sus labios re una sonrisa y se inclinó.

—Por favor tratame   como antes, sabes que he cambiado, no soy el mismo, y te necesito. —confesé  haciéndolo detenerse.

Tomó   una bocanada de aire y camino más cerca a mí.

—Vamos fuera. —pidió.

Kim Jonghyun  siempre ha sido alguien que comprende lo que le sucede a los demás, trata de poner la felicidad de otros por sobre la de él,  lo había perdido como amigo también a él,  pero al menos sabía  que el seria la persona más indicada para entenderme.

—No sé  qué estás tramando Minho, pero ten cuidado, si hieres de nuevo a Taemin ni Key ni yo te dejaremos contarla, y ni se diga de Jin. —término  diciendo haciendo hervir mi sangre.

Fue mi sangre la que se calentó más cuando escuché mencionar a Jin, el muy maldito estaba en todas.

—Yo cambie, y te juro voy a recuperar a Taemin. —aseguré.

***

Jin estaba tomando una aptitud  que me incomodaba  bastante, entendía que quisiera protegernos, pero no al punto de creerse mi dueño o de mi hija.

—Creo que debes de volver a Japón. —le sugerí.

—¿Y dejarte en manos de tu ex? Ni loco que esté. —respondió elevando su voz.

Mi hija se sobresaltó cuando Jin elevó su voz y comenzó a llorar, la cargue abrazandola   protectoramente.

—Agradeceré que cuides como me hablas Jin, somos amigos, te agradezco mucho, pero eso no te da poder para que quieras mandar en mi y mucho menos elevarme  la voz, así que cuidado como me hablas. —advertí calmando mi hija.

Su piel se tornó roja, indícando  estaba enojado, le había tomado  aprecio,  pero no conocía esta etapa de él.

—Entonces prefieres estar con el imbécil que te hizo daño y te dejo ir a que estar conmigo, ya veo que masoquista  eres. —se quejó.

—A veces el lobo no es tan malo como lo pintamos. —respondí.

—Volveré a verte  llorar Lee Taemin. —sentenció saliendo de la casa de los Kim de un portazo.

¿Qué le pasaba? Al parecer nunca me puse a analizarlo antes de ser su amigo, yo no caería ante Minho, pero tampoco era para que Jin ni nadie quisiera mandar en mí.

***

Conduje hasta la casa de los Kim, aprovechando Taemin estaba solo, así pasaría tiempo con el y mi hija, mi preciosa hija, lleve flores de las más hermosas para él, y justo cuando llegue vi a Jin salir.

—Eres un maldito. —declaró llegando a mí.

—¿Yo? Yo no he hecho nada. —indiqué

Se acercó más a mi como retandome, lo que el no sabia era que yo quería romper su rostro.

—Taemin es mio imbécil, mio así que apartate  de mi camino. —sentenció.

Apreté mis puños  tratando de evitar hacer una escena y empeorar las cosas con Taemin.

—No voy a pelear por algo que ya es mio Jin, Taemin me amo como nadie y sé  que aún esa llama esta ahí, aunque débil se que lo hace y lo voy a recuperar y demostrarle cuanto yo lo amo. —respondí.

Jin paso por mi lado chocando mi hombro, me giré y lo mire viéndolo patear una lata en el suelo. Entre en la casa, el amigo de Taemin había dejado la puerta abierta, camine en silencio para ver una escena hermosa, una de la que jamás me cansaré  de verlo.

—Hola. —saludé  viéndolo acunar  a Suyhon.

El se giró y al verme me sonrió, era la sonrisa más dulce que jamás había visto, un dolor intenso paso por mi pecho ¿Cómo lo pude dejar ir? ¿Cómo no vi lo que tenia delante?

—Ven a ver como duerme Suyhon. —invitó 

Me acerque bastante a el, coloque mi mano en su espalda y me atreví a colocar mi barbilla  en su cuello, sintiendo como se tensaba, pero solo unos segundos, muy pocos, inclinó un poco su cabeza permitiendome  el paso y vi a Suyhon, en un principio creí que dormía, pero no era así, la pequeña me miró y sonrió mientras ponía sus labios como pico de pato.

—Es hermosa. —susurre.

—Sí, es lo mejor que me ha pasado. —confesó.

—Gracias. —deja salir.

El se apartó y me miró.

—¿Porqué? —preguntó  curioso.

—Por tenerla, por dejarme estar en su vida, aunque me duele no estar contigo cuando me necesitaste, espero puedas perdonarme  algún dia.

La niña soltó un gritito  y río, era como si sentía mis emociones.

—Tenerla ha sido mi mejor bendición Minho, desde que me enteré supe que seria mi vida y no me equivoqué,  te confieso que no tenía planes de que supieras nada, a pesar de que te deje señales que no viste, pero ya que, debes estar en su vida, es tu hija. —respondió.

—Quiero estar en tu vida También Taemin, por favor dejame volver entrar. —suplique.

—Lo siento mucho Minho, pero ya no te amo. —dijo tratando de evitar mirarme.

—No te preocupes, si me das una oportunidad  lograré que me vuelvas a amar, el amor que siento por ti es tan grande que lo puedo compartir contigo y hacer me ames, solo dame una oportunidad. —pedí anhelando escuchar un Sí.


***

Corto  pero al fin pude actualizar, no me maten jeje, pero es que estoy de viaje y es un tanto difícil



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