Alergia

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"Juntos, volvamos a estar de
pies por esta carretera."
ㅡSHINee, Our Pageㅡ

Mi   mamá   siempre metiéndose   en problemas, era la causa por la que yo estaba de vuelta en Corea, lo que me había llevado a reencontrarme con quien llevaba mucho evitando, protegiendome  de Choi Minho.

Indudablemente  no podía negarme que el seguía causando algo que mí, algo que no sabia ni podía describir, simplemente  estaba ahí, causando remolinos de emociones en mí.  Todo empeoraba cada vez que lo que veía jugar con Suyhon, la pequeña lo amaba en gran manera, se comportaba como si ella lo conociera desde que estuvo dentro de mí.

Quería lo mejor para ella, para mí,  y una familia quizás era lo que ella necesitaba pero ¿Estaría bien darle una oportunidad  a quien e rompió de tal forma que aún seguía recogiendo los trozos rotos de mí? 

ㅡDebo de estar loco.ㅡsusurre.

—Ya estas hablando solo LeeMinnie. —me dijo mi madre llamando por el apodo yo odiaba.

—Mamá  te he pedido no me llames así por favor. —pedí  viendo como mi hija quería irse de sus brazos.

Me acerqué y acomode  vestido rosa, regalo de Kibum  y suspire.

—¿Estas segura que puedes cuidarla? La puedo llevar conmigo, solo firmare  los papeles y estaré de vuelta. —indique  preocupado, mi madre solía ser algo descuidada.

—Claro, así paso tiempo con Suyhin. —expresó  dándole un sonoro  beso en las mejillas haciéndola chillar.

—Es Suyhon  mamá  es la séptima vez que te lo digo. —comenté

Camine  hasta la parada de autobuses  para ir a la inmobiliaria, debía de firmar unos papeles para que mamá  se quedara con el hotel le dejo el abuelo, un error de redacción había hecho que quedará a mi nombre, mi madre quería poner un gran negocio, esperaba que esta vez si logrará  algo.

Me senté en un banco con mis lentes de sol esperando el bus, el clima era cálido  y al parecer seria un día lindo.

—¿Donde vas Taeminnie? ㅡpreguntó  Minho  desde su auto.

—¿Me estas siguiendo? —le pregunte yo en vez de responder.

No sé  ni porque lo hice, pero me puse de pies y caminé  hasta el auto abrí la puerta y me senté, note  que tenia una silla para bebés en el auto, mi corazón se encogió de ternura con eso.

ㅡTe seguiría toda mi vida y hasta el fin del mundo. —afirmó sonriendo.

—Hay poor favor, ya no me van  las cursilerias. —mentí

Su mano tocó  mi barbilla y me hizo mirarlo, nuestras miradas colisionaron en un torbellino de emociones.

—Entonces ¿Porque te sonrojas? —inquirió mirando mis labios.

—Vo-voy  a la inmobiliaria  Koijang. —grité  haciendo que el cinturón de seguridad se disparará  y golpeara mis labios.

Sentí el sabor metálico de la sangre en mis labios, Minho  me miraba preocupado como si me había atropellado  un auto y estaba a punto de morir.

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