-¿Qué?
La chica de cabello rojizo no se lo creia. Sus ojos verdes no se movian ni un poco de su mejor amigo --y pronto, descubriria que tambien su romance secreto-- por la sorpresa. Sonny cerro su taquilla de un golpe.
-Mañana me mudo.-se acomodo la chaqueta y comenzo a caminar a la salida de su colegio, con movimientos lentos. Incluso sus pies estaban invadidos por la depresión. Una tonteria, ¡solo era una mudanza, por Dios!.-Probablemente no te vuelva a ver Nessa.
-Y si ya no me vas a ver, ¿por que actuas tan distante?- dijo Nessa con un notable signo de tristeza.
-Me lo haria más fácil.
-¿El olvidarme?- ya habia lagrimas en las mejillas de Nessa. Sonny solto una suave carcajada. Igual de deprimente. Incluso siendo un fantasma siguiendoles me hacia sentir muy cansada.
-No. Nunca podria hacer eso.-su amiga se sonrojo. Sonny se acerco a ella y le cruzo un brazo por sus hombros bajitos.-Me haria más facil el aceptar tu perdida. Eres mi mejor y única amiga. Odio hacer esto. Es una estupidez.
-No. Si lo hacen por lo que tu mamá dijo incluso yo estoy de acuerdo. Es tu seguridad. Y aún quiero matar a los bastardos que te hicieron esto...- Sonny lanzo otra carcajada, pero está más animada.
-Detente, Balboa. No fue tan malo. Solo una cortadita...- se notaba que iba a continuar, pero un pitido los interrumpio. La mamá de Sonny. Ambos se miraron a los ojos. Comenzaron a caminar por el helado y desolado pasillo.
-¿Te volvere a ver?-Sonny rasco su nuca ante la pregunta.
-Probablemente no.
-Entonces...
-Entonces ven a despedirte de mi mañana. Te espero a las---
El claxon volvio a sonar.
-¡CINCO MINUTOS! ¡ES IMPORTANTE! Te espero a las ocho de la mañana. En mi casa.- Nessa asintio, y no dijo nada. Sus ojos volvieron a llenarse de lagrimas.
-¿Qué voy a hacer sin ti, Sonny?- Y comenzo a llorar. Sonny gimio.
-No, no, no, no, no, no, no hagas eso, por favor.-la tomo por la espalda y la abrazo. El tambien se sentia triste. No solo por el hecho de que se iba a mudar, si no tambien por que odiaba pensar que le pasaria a su amiga cuando él se fuera. Y eso le traia mucho más enojo. Todo esto... ¿solo por un accidente?
-Te quiero...
-Y yo a ti.
-No, no, yo...
-¿Mamá? ¡¿MAMÁ!? ¡Nessa, me dices mañana! ¿Vale? ¡MAMÁ SE ESTA YENDO! ¡ADIOS! ¡TE ESPERO MAÑANA!-dijo el chico de cabello negro y se fue corriendo con una rapidez envidiable. La chica se quedo sola. Antes de seguir a Sonny, me quede un momento viendola. Se quedo un momento impactada, despues se arrodillo, y comenzo a llorar con fuerza.
No se presento el dia siguiente.
Y Sonny no solo se sintio horrible, si no que, conducido por el enojo, no se llevo ningun recuerdo de ella. Dejo fotos, cartas, e incluso una "pulserita de la amistad" que le dio en quinto grado. Y se fue. No se arrepintio de nada. Ya adentro del auto, dio un ultimo vistazo a su hogar, bañado de sucia nieve, y sonrio. Extrañaria ese sentimiento de la palabra hogar.
En cuanto a Alice, bueno...
-¡PELEA! ¡PELEA! ¡PELEA! ¡PELEA!-el coro de animados adolescentes subia de volumen. Unos parecian que habian perdido el control. Otros se veian como auntenticos adultos, de aquellos que salen en peliculas con peleas callejeras. Lanzando dinero, con una botella en la mano (estoy segura de que no era alcohol... casi) o con una chica a su lado.
En un lado, con un cuerpo esqueletico, ocho kilos bajo su verdadero peso. ¡La rara! ¡La castaña de cabello azul!: ¡Alice Lewis!
Y del otro lado, con un peso de --no me dio tiempo de investigar, pero era algo gordo--, el rubio, ¡El ganador de pesos completos quince veces seguidas!: ¡Thomas Caroll!
Juro haber escuchado una campana. Comenzo la pelea.
Una patada se acerco a las costillas de Alice. Esta cayo adolorida al piso. Le siguieron ciertos golpes en el rostro, rasguños que durarian por semanas en sus brazos, y más patadas en el estomago. Salia sangre por los delgados labios de Alice, y en el rostro de Thomas solo se veia una maniatica sonrisa. Daba miedo.
-¡Vamos, Ali! ¡Tu puedes!- un chico de color le aplaudia a su amiga. El me caia muy bien. Se llama Ben, su piel tenia el color de la cascara de una almendra y aunque fuera calvo, podia verse que tuvo cabello negro. Su mejor amiga era Alice --quien no podia levantarse del suelo--, la trataba como si fuera más que una amiga. ¡Más que una hermana! Pero no como una novia.
El era de la clase de chicos a los que no les gustan las niñas.-¡Tu puedes chica! ¡Levantate!
¡5!
No se levanto.
¡4!
No se levanto.
¡3!
No se levanto. La cuenta llego a cero. Con un grito de victoria, Thomas aviso que habia ganado. Todos se alejaron de ahi rapidamente. Todos excepto Thomas y Ben. Alice aun no podia levantarse.
-¿Que paso?-pregunto Thomas. Ben levanto sus hombros en señal de no saber la respuesta. Ambos se arrodillaron al lado de Alice, esperando algo, alguna palabra, algun movimiento...
Se habia desmayado...
·.·.·.·.·.·.·.·.·.·
Ambos chicos, tanto el campeón de pesos pesados como el carismatico chico de color se llevaron por los hombros a Alice. Esta habia despertado, pero no se sentia muy bien que digamos. Comenzaron a alejarse poco a poco del colegio. Para que entiendan bien, Thomas era más bien un amigo que un enemigo.
A los pocos minutos de haber salido por completo de ahi, Alice pudo hablar. Su voz se escuchaba rasposa. -Ga... ¿Gané?
Un liquido se acerco a su garganta. Eww.
-Ni por poc--- ¡QUE ASCO! ¡ALICE!- Alice no lo escucho, se arrodillo con fuerza, dañando sus rodillas. Su cuerpo completo se sacudia violentamente. De pronto, cuando habia terminado, nada. Silencio.
-¿Estas bien?- le pregunto Thomas. No hubo respuesta. Los ojos grises de Alice comenzaban a llenarse de lagrimas. Para hacer peor el momento, comenzaba a nevar.
-¿Alice?
Ella no respondio. Nego con la cabeza levemente, se levanto, se limpio los labios con la manga de su chaqueta azul, y se encamino a casa, dejando a sus amigos atras. Odiaba que la vieran llorar, como alguien débil. Lo. Odiaba. Asi que cuando supo que estaba lejos de ellos por fin pudo liberarse. Su patio de enfrente estaba lleno de nieve.
De nieve, lagrimas, y sangre de sus rodillas.
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RECESS
Teen FictionAlice Lewis, una chica, umm... "normal", con la que si te metes en su camino posiblemente termines en el hospital. Sonny Haggerty, un chico para nada normal, adicto a los cigarrillos, que sufre un accidente. ¿Su salvación? Que una chica haya decidid...