4: Vecinos

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Episodio dedicado a mi mejor amiga Isabel. Se que no les importa, pero bah.

Alice y Sonny no se conocieron hasta una semana despues de la mudanza.

Incluso siendo un barrio seguro, hubo alerta roja por un asesino en serie que habia escapado.

Prohibieron salir de casa despues de las nueve P.M.

Fueron ocho las familias afectadas antes de atrapar al asesino.

Y aún así, repito. Mi ciudad es hermosa.

Ya despues de esto, la Sra. Oullette, la madre adoptiva de Alice, la obligo a entregar un pay de platano antes de ir a trabajar a los nuevos vecinos. Alice no se llevaba MUY bien con su "familia", pero no era tan malo. Era "hija" única, y sus padres adoptivos era unos muy buenos doctores.

En fin, a regañadientes, Alice fue hacia la casa de enfrente, temblando un poco por el frio clima. Su "madre" se despidio de ella desde el auto, lanzandole un beso. Alice rodo los ojos y se encamino.

Me encanta esta parte. La parte que todos esperan.

Toco la puerta. Espero un poco. Y quien la abrio, sino un adolescente de cabello negro y ojos azules, quien llevaba un cigarrillo entre los labios. Le sonrio. Alice tiro el pay al suelo. Su boca se abrio, pero no salio ni una palabra.

-Umm... Hola.- dijo Sonny suavemente. Alice se quedo congelada. Casi de verdad, el clima estaba realmente frio. Sin pensarselo, tomo una orilla del sueter verde de Sonny y lo levanto.

Estaba ahi.

-Vale, se que estoy re bueno, pero normalmente una chica no hace eso hasta despues de unas citas.- si no hubiera sido por la tensión del momento, estoy segura de que Alice hubiera reido como loca ante eso. Pero no.

-Bajale a tu ego.-murmuro Alice, y solto el sueter.

-¿Qué?

-Me tengo que ir... yo, me ten---

Sentia el temor en los ojos de Alice. Era él, el chico que habia salvado. El que se habia encontrado en el dia más feliz de su vida... y lo arruino. El que la habia dejado noches sin dormir por pensar en lo que le habia pasado. Queria correr, queria irse, queria olvidar el tema.

Dio un paso atras. Sonny tomo su brazo.

-Hey, ¿qué esta---

-¡NO!- se alejo de golpe de él, y cayo en el suelo con fuerza. Sonny quiso ayudarla, pero apenas la rozó esta salio corriendo.

La primera vez que vi eso, desee poder echarme a reir, pero, bueno, soy un fantasma. Voltee a ver a Sonny.

Este sonrio, tiro su cigarrillo, lo piso, y dijo:

-Que chica más rara.

No sabes cuanto, pensé.

·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.

-No, no, no, no, no, no, no, no...- Alice seguia recostada en la nieve desde hace dos horas, repitiendo lo mismo. Su espalda comenzaba a doler, pero no le importo. Ya no importaba. Escucho cuando el auto de su madre se estaciono a su lado, y hubieran visto la expresión de la mujer al verla asi. La levanto con fuerza del brazo y la metio a su casa a la fuerza.

Pero no le importo. Ya no importaba. Corrio a su habitación, ignorando los gritos de su "madre", y cerro la puerta con candado.

¿Que habia sucedido?

Alice respiro hondo, se acerco a su cama, y decidio tomarlo como si no fuera importante. Por que no lo era. ¿Cierto?

¿CIERTO?

Tomo su celular rapidamente y marco el número de la única persona con la que podia confiar para esto. Contestaron a los tres pitidos.

-¿Funeraria?-dijo una voz ronca al otro lado de la línea.

-¿Josh?

-¿Qué mierda Alice? ¡Son las tres de la mañana!- Josh era el mejor amigo de Alice, ademas de Ben y Thomas. Solo que él era más especial. Él y Alice no se separaban nunca, incluso si él era tres años mayor. Juntos, despues del colegio, iban a la escuela de música del padre de Josh, un hombre de ojos plateados quien le tenia mucho cariño a ambos. Tanto padre como hijo le enseñaron a tocar el piano.

Más ella nunca habia tocado uno verdadero.

Justo el dia en que se lo iban a permitir, Josh se mudo a Irlanda. No se han vuelto a ver, pero han mantenido contacto. Alice le prometio que la primera vez que tocaria el piano seria frente a él. Va a romper su promesa, se los aseguro. En fin, él era el único que sabia sobre el accidente, asi que él era el único que podia ayudarla.

-Bueno, pues yo solo queria pedirte un favor. Recuerdas el... ¿recuerdas el accidente?- no hubo respuesta unos segundos. Despues, un gruñido.

-Si.

-¿Recuerdas que te dije que habia sido un chico?

-Alice, ¿qué hiciste?- de nuevo, silencio.-Alice me estas preocupando.

-¿Adivina quien tiene un nuevo vecino?- por el otro lado de la línea, se escucharon: un golpe, una maldición y una carcajada.

-¡No me jodas!, ¿es él?

-Si. Y bueno, queria preguntarte, ¿que harias tú?- Silencio. Un 'mmm' pensativo y luego un chasquido de dedos.

-Primero, podrias incendiar su casa.

-No te pases.

-O, podrias dejar de actuar como ridicula y lidiar con ello...¿Alice?

-¿Cómo cuanto dices que cuesta la gasolina?

Una carcajada.-Nos vemos.

-No, no, no, no. No cuelgues.- fue demasiado tarde. Podia sentir una sonrisa desde Irlanda. Antes de que ella pudiera seguir pensando que hacer, el timbre sono.

Oh no, penso.

Oh si, pense.

-¡ALICE! ¡LINDA! ¡LOS VECINOS VIENEN A SALUDAR!

·.·.·.·.·.·.·.·.·.·.

-Buenas noches. Soy Samantha Oullette, y, ella es mi hija Alice. Escuchamos que son nuevos en el vecindario.- Alice no podia mirar hacia arriba, no podia verlos a los ojos. Sus manos estaban sudando y si no fuera por que su mamá la estaba sujetando se habria caido. En cambio, la Sra. Oullette se veia radiante y feliz. La Sra. Haggerty no habia notado a la chica, pero Sonny si. Oh, claro que si. El la seguia viendo, como esperando algo, algun comentario, o un "hola". No dijo nada. Las dos mujeres desaparecieron de un momento a otro, dejandolos solos. Tengo que decir que yo tambien me sentia incomoda. Despues, ya no se resistio. Escupio las palabras rapidamente.

-Se lo de tu accidente.-dijo Alice, y levanto el rostro. Los ojos azules de Sonny se abrieron casi por completo. Me asusto el pensar que podian caerse. Siguieron en su lugar.

-¿Qué?

-Yo... yo fui la primera que te vio. Yo...-se lamio los labios, y comenzo a respirar con más fuerza que antes. Si conocer a alguien ya era dificil para ella, conocer a un chico que pensabas estaba muerto era peor. Volvio a mirar el suelo, unos Converse se movian impacientes. Clap, clap, clap, clap. Despues, desaparecieron. Alice respiro, miro hacia enfrente.

Se habia ido.

Pero luego sintio un golpe en la espalda.

-Entonces tu llamaste a la ambulancia. ¿Tú me salvaste?-ella asintio. El sonrio. Y la abrazo. Fue algo rapido, e incomodo, pero la abrazo. Le dio las gracias, y llego el momento de irse.

El le dijo adios.

Ella entro a su casa.

Segui a Sonny hasta su casa, mirandolo de cerca. Este saco un cigarrillo del bolsillo de sus jeans, lo encendio, y le dio una calada. El humo me atraveso.

-¿Qué piensas de los vecinos?- le pregunto su madre.

Sonny sonrio, tiro el cigarrillo, y le respondio:

-Son fantasticos.

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