Dominance {J.M} - Spanish Version

Kimberly Feltson

-Jason P.O.V.-

Kylie había estado preguntándome por Kimberly. Es tan molesta a veces.

Cuando te preguntan lo mismo una y otra vez durante horas, tiendes a perder la cabeza. Es que, obviamente, no quiero hablar de ella.

-¡Jason, merezco saberlo! -gritó.

Me reí de su estupidez. -¿Sabes qué?, no mereces saber una mierda. Desde que has estado aquí, solo has querido irte. ¿Por qué de pronto tanto interés en mi pasado, eh? -respondí.

Ella solo se quedó allí, sin palabras. Ni un pestañeo ni ninguna palabra salió de sus labios.

- Tienes razón, no deberías tener que contarme sobre tu pasado. Porque ya sé que sea quien sea esa chica, es la razón por la que eres asi ahora. -exclamó.

Ahora era yo él que se quedó sin palabras. ¿Cómo podía una chica hacer que quisieras arrancarle la cabeza por el sonido de su voz?

-Cállate la boca.- Ladré.

Asustada por mi arrebato, dio un paso atrás, pero pronto sólo rodó los ojos y se sentó en el sofá.

-Te odio.- murmuró. Obviamente pensó que no la había escuchado, pero lo hice.

Es tan estúpida, y lo diría de nuevo mil veces.

-Kylie P.O.V.-

Esta es la última vez que trato de ser útil por aquí. Esta es la primera vez que ALGUNA vez le he preguntado algo sobre él, y él me trata así.

Negué mientras agarraba el mand de la tele y cambiaba de canal. Realmente no me interesaba lo que estaban dando, todo lo que tenía en mente ahora, era Kimberly.

Quería saber más y por más egoísta que sonará, estaba celosa de ella.

Sería increíble estar así por cualquier chico, especialmente por Jason.

Es tan atractivo, pero tan idiota al mismo tiempo.

-Jason P.O.V.-

Cuando salí de la ducha y me sequé, todo en lo que podía pensar era en Kimberly.

¿Por qué Tyler tiene que decir su nombre?, sabe cómo me pongo cuando la nombran ¡Encima ahora tengo a Kylie molestándome por ella y lo odio!

Supongo que me pasé con Kylie. Tenía razón, y si va a ser mía, pronto lo descubririá.

Suspiré, me vestí y bajé las escaleras.

Noté que se había quedado dormida viendo una película romántica que probablemente hubiera odiado.

Estaba envuelta en una bola, sus rodillas metidas en su pecho con sus brazos alrededor de ellas.

Su cabello había caído frente a su cara, así que decidí moverlo. Era realmente hermosa, en realidad. No sé por qué tuve que ser tan cruel con ella, todo lo que estaba tratando de hacer era preocuparse por mi.

Ese es mi problema. Alejo a la gente que se preocupa por mí, y es una mierda.

Cuando toqué su rostro, estaba helado. Miré alrededor, tratando de encontrar una manta y no encontré ninguna a la vista. Así que, respiré hondo y me puse detrás de ella.

Envolví mis brazos alrededor de su torso, y entrelacé nuestras piernas. Se movió un poco volteándose para mirarme, pero aún estaba profundamente dormida.

-¿Qué voy a hacer contigo?- Susurré más para mí que para alguien.
Acaricié su frente, luego su mejilla. Levantando su mentón un poco, me incliné y besé sus labios suaves.

Dejé que el beso se demorara un poco más de lo normal, hasta que la sentí devolvérmelo. Mis ojos se abrieron con sorpresa, ¡pensé que estaba dormida! Sentí que mis mejillas se enrojecían de vergüenza y miré hacia abajo.

Mierda, ella me atrapó. Mierda, ahora ella pensará que soy adorable.

Cuando volví a mirar, ella me sonrió y se sonrojó.

-¿A qué viene eso?- se rió.

Respondo nervioso,- B-Bueno, me sentí mal por lo que sucedió hoy, así que bajé para disculparme. Noté que estabas dormida, estaba a punto de volver a subir las escaleras pero estabas muy fría. No encontré ninguna manta, así que pensé en darte calor corporal. Y lo del beso, no pude evitarlo.- Hablé.

Todo lo que hizo fue sonreír, lo cual me asustó más. Ella me dio un beso repentino. Sucedió tan rápido que ni siquiera me di cuenta.

Suspiré, mirándola a los ojos, ¿Así que, quieres saber de Kimberly, no? -pregunté.

Asintió.

Eché la cabeza hacia atrás.- Kimberly era...La chica de mis sueños. Era hermosa, inteligente, divertida, poderosa, y sabía disparar un arma bastante bien.

Suspiré mientras cerraba los ojos.

-La conocí hace 3 años, ella acababa de mudarse aquí...-

-Flashback-

Estaba caminando por el supermercado, tratando de encontrar algunas cosas de limpieza. Tenía prisa porque habíamos matado a toda una pandilla, y resultó ser un desastre.

Estaba caminando rápido, sin mirar realmente, hasta que me encontré con alguien, golpeándola y haciendo que se cayeran mis cosas am suelo.

-Mierda.- Murmuré mientras me inclinaba para recoger las cajas y latas de comida.

Y fue entonces cuando la escuché, la voz más dulce e inocente que jamás había oído. Juro que pensé que era un ángel.

-No, no, está bien, no estaba mirando hacia dónde iba...- La voz frenética de la chica habló.- Soy tan torpe...

Mientras ambos tratábamos de recoger
las cosas, nuestras manos se encontraron y sentí chispas casi al instante.
Rápidamente me puse de pie, al igual que ella.

Y cuando nuestros ojos se encontraron, me enamoré instantáneamente. Nunca antes había sentido ese sentimiento, era todo tan nuevo para mí.

Se rió ligeramente,- Um,¿gracias...?- se detuvo alzando una ceja.

Mis ojos se agrandaron,-Oh Jason, Jason McCann.- Hablé mientras extendía mi mano para sacudirla.

Ella sacudió ligeramente. -Bueno, Jason, tengo que irme ya... ¿te parece vernos un día?- sonrió.

-¡¡Claro!!- Grité.

-Fin del flashback-

-Suena increíble.- habló Kylie.

Reí. - Sí, ella realmente lo era.- dije tristemente.

- ¿Qué le ocurrió...? -Preguntó.

Sentí que mis ojos se nublaban de lágrimas, mientras mi cara se calentaba de ira. Cerré mi puño hasta que mis nudillos se pusieron blancos. Prácticamente podía ver el humo salir de mis oídos.

Todo mi cuerpo estaba temblando, hasta que sentí una mano acariciar mi pecho, instantáneamente me calmó por completo.

-Jason, ya no tienes que decirme más si no quieres.- Kylie dijo en voz baja,- Ahora lo entiendo.

La miré confundido. -¿Cómo hiciste eso?- hablé.

Mi cara se contorsionó de ira. Ella respondió con cautela. -Jason, ¿qué hice?- Dijo asustada.

Me levanté y caminé hacia atrás, -prácticamente estaba derramando veneno y con un solo toque de tu mano, todo mi enojo desapareció.

Se desvaneció.

-No sé, ¿por qué es un problema?- gritó.

No lo digas Jason.

Te arrepentirás.

No lo hagas.

Me detuve y la miré directamente a los ojos,- Nadie ha sido capaz de causar ese efecto en mí, después de Kimberly...