Dominance {J.M} - Spanish Version

La figura dominante

-Kylie P.O.V.-

Todo sucedió muy rápido y una cosa llevó a la otra. Lo siguiente que sabia es que estabamos arriba, en su cama bastante grande, enredados en sus sábanas de seda.

No sé en que pensé cuando le había pedido que me besara. Es como si algo se apoderara de mi cuerpo durante ese momento y no pude controlarlo.

Estaba debajo de él, mientras sostenía su peso encima. Suavemente besa mis labios, luego baja por mi cuello hasta que encuentra mi punto sensible.

Gemí, indicando que lo disfrutaba. Justin comenzó a lamer y chupar la piel sensible. Creo que lo sentí morder un par de veces también.

Oh, bueno, no me importaba. Todo lo que sabía era que se sentía bien y algo dentro de mí me decía que no siguiera.

-Jason ...- gemí silenciosamente.

Él levantó la vista, sonriendo.-¿Si, princesa?

Lo miré a los ojos, incapaz de romper el contacto, de nuevo.

-No sé si esta es una buena idea ...- tartamudeé.

'Maldita sea, Kylie, ¿por qué tienes que ser así?' Pensé. No puedo evitar el hecho de sentirme tan intimidada por él.

Una mirada suya podría volver loca a una sola chica.

Bajó su abdomen hasta que sentí casi todo su peso inmovilizándome.

-Oh, pero yo sé que lo quieres ...- murmuró mientras movía  sus caderas contra las mías.

Puse los ojos en blanco, gimiendo ligeramente. Esa fue mi respuesta.

Agarró la punta de mi camisa y lentamente comenzó a levantarla. Tirándola a un lado, empezó a chupar mis pechos.

Mientras tanto, sus manos se arrastraron por mi cintura hasta mis bragas. Sentí sus dedos debajo de mis bragas y comenzó a moverlos en mi clítoris.

La sensación fue increíble y sería estúpida si le dijera que se detenga.

Después de besar mis senos, siguió por mi estómago dejando pequeñas mordidas en el camino.

Tiró de mis bragas, deleitándose con mi coño palpitante.

Su mirada instantáneamente se llenó de lujuria cuando agarró mis piernas y se acercó más.

Comenzó a besarme desde mi tobillo, subiendo por mi pierna. Cuando llegó a mis rodillas, aminoró sus movimientos.

Cuando llegó a mi muslo, gimió de necesidad.

-Jason por favor.- Hablé apenas audible para escuchar.

Sus ojos se encontraron con los míos,-¿Qué quieres que haga, princesa?- él sonrió.

'Sabes exactamente lo que quiero, Mierda'. Pensé.

Gruñí otra vez,- ¡Quiero que me comas, Jason!

Él se rió,-Me sentía un poco hambriento.

Mierda, Dios, ayúdame.

Eché la cabeza hacia atrás mientras me mordía el labio, dejando escapar un gemido.

Él chupó mi clítoris mientras que dos de sus dedos largos entraron en mí. Moviéndose dentro de mí, golpeando mi punto G.

Él es el tipo de hombre que puede hacer que tus dedos de los pies se aprieten.

Cada beso, cada lamida lo hizo con tanta habilidad. No sabía que alguien pudiera ser tan bueno.

Mis dedos se enredaron en su cabello, tirando de los extremos. Creo que gané un pequeño gemido por su parte.

La verdad es que me siento muy orgullosa por ello.

-Quiero que te corras bebé, ¿de acuerdo?-habló.-Córrete para mí.- dijo de nuevo.

Los movimientos de Jason se hicieron más y más rápidos hasta que sentí que estaba llegando a un punto en el que no podía soportarlo más y me liberé.

Respirando pesadamente, intenté recuperar el aliento.

Una vez que terminó, se arrastró por mi cuerpo, nunca rompiendo nuestra mirada.

-Eres una chica tan buena, pero quiero que hagas una última cosa por mí ...-susurró lentamente contra mi oreja.

-¿Q-Qué...?- hablé.

Maldita sea Kylie, siempre buscando a tientas tus palabras.

-Quiero que te pruebes a ti misma ,- dijo casi de una manera exigente.

Estaba confundida, ¿cómo se supone que debo hacer eso?

'¿Quieres que me rompa las costillas tratando de comerme a mí misma, porque amigo, lo siento pero no lo haré!' Pensé.

Entonces, de la nada, atacó mi boca con la suya. Básicamente empujando su lengua por mi garganta.

Después de unos buenos cinco minutos de besarnos, su movimiento se hizo más y más lento.

Más apasionado, más significativo.

Casi como si significara algo para él. Podía sentir sus emociones transferirse de su cuerpo al mío.

Con un último beso, se levantó.

-Necesito una ducha ...- habló y luego se fue al baño.

Me acosté allí en su cama, sin creer lo que acaba de pasar. Tratando de convencerme de que tal vez todo era un sueño, y que podía despertarme por la mañana como si nada hubiera pasado.

¿A quién quiero engañar?, sucedió y no puedo cambiar nada.

Me volví de costado y puse las mantas sobre mi cuerpo. Su habitación estaba fría, demasiado fría.

Decidí cerrar los ojos e intentar dormir un poco, porque estaba agotada.

Lo último que recuerdo fue sentir un peso en la cama y un brazo deslizarse alrededor de mi torso acercándome a su cuerpo.

Era cálido y reconfortante, no quería estar en ningún otro lado. Estaba segura y contenta.