Dimitri e Ishida: Celos y besos

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HOLA!! Bueno, primero que todo quiero agradecerles a todos quienes se tomaron su tiempo para leer esta historia, que yo realmente amo (amo a Dimitri, ¡mucho!) y bueno aprecio mucho sus votos. 

Por otro lado recibo sugerencias, comentarios o criticas, yo las aceptaría con tal de que no me insulten LOL (recuerden, soy nueva en esto, si algo no les gusta háganmelo saber) también pues si tienen algún deseo, por así decirlo, de que yo escriba me lo pueden decir. Como ideas de nuevas aventuras que les gustaría leer de ellos. Yo podría leerlas y decidir que escribir. 

Muchas gracias, en serio, lo aprecio. Y bueno... ¡A leer!

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Una de las cosas que más me estresan, aparte de no poder encontrar mis llaves o el teléfono celular cuando voy saliendo muy apurada de mi departamento, son las sorpresas. Odio las sorpresas, no me gustan.

Me gusta que me digan de una vez que es a lo que me enfrentaré, y así sé que tácticas usar o ¿no? Pero las sorpresas como dice su nombre, son sorpresas. Nunca sabrás que esperar. Así que en esos momentos realmente estaba enojada con Dayla. Ella había llegado a mi departamento muy entusiasmada sobre la fiesta de luna menguante que se celebraría esa noche, que significaba ‘Disfrutar del ahora’, el clan Sumter se tomaba muy en serio esas celebraciones. Cada clan celebra sus tradiciones ya que cada una es igual de antigua, por lo que sus costumbres vienen de generación en generación. Lo que ocurre con los Sumter y la luna menguante es celebrar la vida, la alegría, el ahora.

Estas fiestas comenzaban desde la noche, a partir de las ocho pm, hasta la madrugada, ya que esta fase de la luna solo se puede ver en la madrugada, por lo que era una gran fiesta. Muchos del clan que se han establecido en otras partes vienen a compartir en la gran casa, la casa de la familia Sumter, realmente era una celebración al pie de la letra.

Pero la razón de que estaba molesta con Dayla no era por la fiesta. Yo ya sabía de ella y claro que asistiría, era invitada cada año, ya había comprado un hermoso vestido purpura oscuro que llegaba hasta el suelo y era de un hermoso chiffon, y tenía una abertura en mi pierna izquierda que iba desde el muslo hasta abajo. El corpiño era en forma de corazón que dejaba a la vista un escote y mi parte preferida era la espalda porque era entrecruzado y tenía pedrería. Definitivamente uno de mis vestidos favoritos. Lo acompañe con unos hermosos tacones plateados que hacían juego con las pedrerías en el vestido.

Dayla me pasó buscando junto con Dylan, ambos divinamente vestidos, ella había optado por un vestido de coctel straples color durazno y unos tacones negros, muy elegante y sexy a la vez, el galán de Dylan llevaba un traje de vestir totalmente gris, la corbata era del mismo color de sus ojos, verde esmeralda, el chico era totalmente apuesto y él lo sabía. Cuando llegaron por mí en el auto de él, un Audi plateado, no tenía idea de los otros clanes que asistirían, fue cuando Dayla me dijo que el clan de las Zorras de Nueva Orleans estaría allí. Ese fue el momento en que me enfadé con ella.

Lo siento tanto Shai – seguía diciendo ella en el camino a su casa, utilizando el apodo que ella me había puesto – por favor no te enojes, te ves muy caliente con ese vestido para estar con el ceño fruncido – desde el asiento delantero ella me hacia pucheros.

La única que cosa que odio más que me jalen el cabello son esas zorras Day, lo sabes, debiste haberme avisado – ella suspiro, yo estaba enojada, realmente odiaba ese clan.

Lo sé, pero si te lo hubiera dicho no hubieras venido, no puedo estar toda esta noche sola con ellas sin ti – su cara seguía haciendo esa expresión de osito cariñoso que siempre ganaba.

Dimitri e IshidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora