Dimitri e Ishida

Dimitri e Ishida: Buscando Casa

¡HOLA! he regresado con más de Dimitri e Ishida, con un nuevo episodio y espero les guste. No se olviden de compartir y votar por favor, así podre saber si les gusta y de igual manera actualizaría mas rápido, gracias. 

Le dedico este episodio a mi mejor amiga, Prongs♡

 ¡ Muchas gracias!♡

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No me gusta ella – dije por tercera vez esa mañana, estábamos en lo que llamamos “la búsqueda de nuestro hogar”, en realidad fue Dimitri quien escogió ese nombre yo solo estuve de acuerdo en ello; y esta era la tercera casa que veíamos, me gustaba mucho pero no era como me imaginaba nuestro futuro hogar. Pero el caso de todo esto era que odiaba con todo mí ser a nuestra asesora de inmobiliaria. La odiaba.

Nena tranquila – me dijo Dimitri sonriendo mientras Carina, la asesora-tocona-loca-que-moriría-si-seguía-viendo-a-mi-hombre, estaba hablando por teléfono afuera de la casa.

¿Tranquila? – Pregunté exasperada – juro que si esa mujer te vuelve a tocar le arrancaré esa extensiones baratas de mujerzuela… - los tacones de Carina de escucharon repicar contra el piso de madera mientras llegaba hacia la sala de estar, me callé inmediatamente y pegué mi sonrisa falsa en el rostro.

Bueno ¿Qué les parece? – hizo la pregunta mirando a Dimitri, yo me acerqué a él y entrelacé nuestros brazos dejando mi mano con mi hermoso anillo a la vista, los ojos de víbora de Carina volaron hacia mi anillo y luego a mi rostro, enarqué una ceja hacia ella, por lo menos tuvo la decencia se sonrojarse y apartar la mirada.

No es lo que buscamos – dijo Dimitri sorprendiéndome, a él le había gustado mucho esa casa.

Oh – dijo Carina sorprendida también – ¿Qué buscan en ese caso? – Dimitri me miró y me guiñó un ojo.

Algo tranquilo donde podamos tener una familia – Carina arrugó sus labios falsos en una mueca apenas perceptible – La ciudad está muy cerca, preferimos estar más alejado de las grandes metrópolis – explicó Dimitri.

Es cierto – estuve de acuerdo – Nos gusta más la naturaleza – compartí con Dimitri una mirada cómplice.

Oh en ese caso les comunicaré con Agustín, él es el encargado en el área rural – dijo Carina para nada contenta, yo con mi sonrisa me abracé mas a Dimitri.

Eso sería esplendido – no esperé a que dijera otra cosa y arrastré a Dimitri hacia la salida. Él estaba riéndose de mí en el camino a nuestro departamento.

Eres una celosa psicópata ¿verdad? – preguntó él cuando llegamos a nuestro piso.

¿Yo soy la psicópata? Te recuerdo Dimitri, que hace solo unos días querías arrancarle la mano al cartero – él sonrió abiertamente.

Él pobre hombre casi se hace en sus pantalones – dijo riendo.

No es gracioso Dimitri, conozco a Bill desde hace años, es inofensivo – Dimitri se tiró en el sofá y me arrastró con él quedando sentada en su regazo.

Fue un pequeño momento de celos, uno minúsculo, solo lo vi sonriéndote y tocando tu mano – él me sonrió – quise matarlo claro está, pero no lo hice, todos felices – yo resoplé divertida.

Bill no tanto, ahora tiene miedo de venir a este piso – Dimitri se encogió de hombros.

Yo buscaré tus recados nena, no te preocupes – yo sonreí a mi hermoso prometido, algunas veces me sorprendía mirar el anillo en mi dedo, comenzaba a preguntarme cómo demonios llegó allí. Pero nunca me arrepentía, amaba tanto a Dimitri, sabía lo que quería, y lo quería a él. Y realmente no podía esperar a casarme.