El diario de Carla

El Club de Robótica

Pasaron dos años, y salí de vacaciones, estaba emocionada, porque mi mamá me dijo que me iba a meter en una academia de robótica; yo le había pedido eso desde que vi el anuncio en la calle, ya que yo cuando crezca quiero estudiar mecatrónica, y creía que si estudiaba ahora robótica, se me haría más fácil acoplarme a las clases de la universidad; la idea de crear algo nuevo, que pudiera ser de utilidad para la humanidad, era muy emocionante.

Pasaron las semanas y mi mamá me inscribió, las clases empezaban ese mismo día, yo entré muy nerviosa al salón, pero después me fui acostumbrando, el profesor era muy divertido y siempre hacía bromas, además que enseñaba muy bien, yo siempre le entendía todo, pasaron los primeros tres meses; y las vacaciones llegaban a su fin, empezaron las clases del colegio, mi mamá estaba preocupada, porque temía que me falte tiempo para estudiar; pero después de unos meses vio que no tenía complicaciones , y me dejó seguir con las clases de robótica, esas clases me encantaban, aprendía mucho y me divertía con mis compañeros.

Todos los sábados iba a mis clases de robótica después del almuerzo, tomaba el bus, que me dejaba a unas tres cuadras del local, el cual era un poco pequeño, pero estaba bien equipado.

- Buenos días – saludé a la dueña mientras me sentaba a esperar que terminen de limpiar.

- Buenos días Carlita – me respondió con una sonrisa – ya puedes entrar, ya terminamos de limpiar.

- Gracias – respondí mientras entraba al salón – buenos días profesor – saludé mientras me sentaba.

Esa clase fue una de las más entretenidas que he tenido, el tema principal fueron las resistencias, aprendimos a diferenciar la cantidad que podían soportar cada una, mientras que el otro grupo creaba algunos circuitos. La tarde llegó, y la clase llegaba a su fin, mientras guardaba mis cosas, el profesor, anunció algo importante, iba a ver una feria de exposición, y cada grupo tenía que presentar algo, después de decir la noticia, realizó un sorteo; a mi grupo le tocó un elefante mecánico, el cual tenía más de 120 piezas, era enorme, medía 30cm de alto y 50cm de ancho; el profesor nos dio fechas para armarlo, a mi grupo le tocó un viernes, yo estaba muy emocionada; cuando terminaron las clases, salí con mis amigos en dirección al paradero, mientras caminábamos, mis amigos comentaban cosas sobre sus trabajos, mientras que yo los escuchaba atentamente; llegamos a la parada del autobús, y mis amigos se despidieron.

Llegué a mi casa, y le conté todo a mis papás, ellos estaban muy emocionados, era la primera vez que iba a ver una exposición así en Tacna, mis papás le avisaron a mis hermanos, los cuales se emocionaron, y decidieron transmitirlo en su noticiero del domingo, esa idea me ponía muy nerviosa, nunca había salido en vivo, tenía miedo de equivocarme.

El día de armar el elefante llegó, yo estaba sentada en el salón esperando a que mis amigos lleguen, una vez que llegaron, nos pusimos a armar y programar el elefante, yo estaba en el equipo de programación, eso era fácil, así que mi grupo terminó rápido, pero el grupo que armaba todavía estaba en la mitad; mientras mi grupo terminaba, fuimos a ver que hacían los otros grupos, unos chicos, estaban haciendo domótica, otros energía hidráulica, otros un parque temático, todo era muy emocionante. Una vez mis compañeros terminaron de armar, practicamos la exposición; una vez terminamos todo me dirigí a mi casa, para prepararme para el siguiente día.

El día de la exposición llegó, yo estaba en mi puesto explicando el elefante, mientras que otro activaba la programación mediante wifi; después de un rato, mi hermano llegó a grabar para el noticiero, yo me puse muy nerviosa, pero igual expuse lo mejor que pude; una vez terminada la exposición para el noticiero, mis hermanos agradecieron, y se fueron; la feria, duró más o menos hasta las 7 de la noche; una vez terminada, ayudamos a limpiar, y nos retiramos a nuestras casas, cansados pero contentos.

Al día siguiente nuestra feria salió en televisión, mi mamá estaba muy orgullosa, y yo estaba muy feliz de haber participado en la feria.