Al Ojo Público. [BL]

Prólogo.

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Prólogo.

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Cuando finalmente acepte para mi mismo que siento atracción por los hombres, siendo hombre, mi entorno se volvió como una especie de cacería de brujas, en la que yo formaba parte de ellas y ahora me correspondía pasar el resto de la eternidad huyendo de los cazadores, de la luz y los ojos del mundo, con tal de salvar mi vida. Tanto así que, sin darme cuenta comencé a evitar situaciones en las que podría ponerme en un aprieto debido a mis gustos amorosos.

Talvez, si no me hubiese vuelto tan codicioso con respecto a mi sueño, estaría viviendo una vida relajada y monótona en algún lugar tranquilo en el que no tendría que preocuparme por dichos detalles. Quizás, viviría un romance abiertamente, sin importar lo que los demás piensen.

Mi yo de dieciocho años no pensó cuidadosamente todo lo que supondría volverse el blanco del ojo público y simplemente decidió perseguir sus ambiciones sin tener grandes expectativas de lo que quería lograr en un próximo futuro. A decir verdad, creía que al convertirme en alguien famoso podría hacer lo que quisiera y alcanzaría la libertad que tanto añoraba. Sin embargo, con forme me fui inmiscuyendo en este mundo llegué a la conclusión de que muchas casualidades probablemente eran situaciones en las que, en lugar de salir beneficiado, tendría que pagar el precio por volverlas mis oportunidades.

Para cuando me di cuenta, ya era demasiado tarde para detenerme.

Aunque al principio fue impactante, me acostumbre a ver mi cara en la mayor parte de la capital, vayas publicitarias, anuncios por televisión, incluso mediante redes me entere que he llegado a distintos rincones que mucha gente ni siquiera ubica y en los que cuesta que esté tipo de entretenimiento llame su atención. Es raro haberme vuelto una de las más grandes celebridades del país de la noche a la mañana, pero a la vez también es bastante gratificante.

Hay una parte mala.

Siempre hay una parte mala.

Esta claro que no todo puede ser perfecto, quiero decir, el reconocimiento y los lujos traen consigo un gran peso, responsabilidad. Mis palabras ahora tienen un gran impacto y dependiendo lo que diga, podrían volverse todos en mi contra.

¿Sinceridad? Creo que nadie en este medio la conoce.

El gran muro de mentiras protege las caretas falsas que muchos llevamos, principalmente yo, quien prometió convertirse en una estrella que la gente creyera digna de admirar.

Jure mantenerme alejado de los escándalos.

Pero entonces, lo conocí a él.

A él que con un par de palabras puso en la cuerda floja mi carrera, mi vida y me hizo cuestionar todas las decisiones que había tomado hasta el ahora. Creía que tenía el derecho de mantener escondida esa parte de mi, que lo más seguro la sociedad rechazaría.

¿Coincidencia? Estaba seguro de que era un castigo por haber forjado mi trayectoria a base de engaños.

Y él había llegado a mi vida para recordármelo.

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