Hinata Hyuga es la mujer mas solicitada por la comunidad masculina al ser la dueña de la empresa más imponente en el mundo de la tecnología y no sólo en ese ámbito si no de igual manera en el mundo de la Hoteleria.
Es una mujer de veintitrés años la...
Después de la consulta con Nino me dirijo a mi departamento, odio recordar todo lo sucedido en mi vida y como me traicionaron personas las cuales pensé siempre me defenderian.
Hoy no quise que mi chofer me acompañará, así que vine en mi auto lanborghini púrpura.
Saque las llaves de mi chaqueta ya que hoy no fui al trabajar por lo cual me vestí de una manera casual y nada serio con traje y corbata. Entendí el limbo y al instante me introduje en la carretera, aún era temprano así que me dispuse a vagar por la ciudad y mirar los alrededores mientras estaba las luz roja o uno que otro embotellamiento por lo que supuse que los trabajadores estaban saliendo de sus trabajos para después dirigirse al sus hogares, estuve conduciendo al rededor de dos horas por toda la cuidad haciendo nada en especial. Me dirijo a mi departamento durando al rededor de unos treinta minutos ya que estaba al otro extremo de la cuidad conduciendo a toda velocidad.
Cuando llegue al hotel Moonlighit me dirijo directamente al mi departamento sin saludar al nadie, sin decir gracias al botones, solo estoy en serrada en mis pensamientos y sentimientos.
Salgo de ascensor y camino por el pasillo hacia la entrada de lo que es mi "hogar", habro la puerta y entro por esta para encontrar una estancia vacía, monótono, fría y triste para cualquiera; sierro la puerta, me desplazó por la estancia y me dirijo a mi habitación. Me detengo en la entrada para pensar en cómo llegue ah este punto y los recuerdos me asaltan, los grito, la violencia, la tortura, la muerte que entre sueños me tortura y destruye poco a poco, me desmoronó rápidamente y mis ojos se nublan, las lágrimas salen por mis mejillas y no las detengo por que el sufrimiento de estos recuerdos me atormentan, la cruz que tengo que llevar desde que soy una niña me mata y no se si pueda más con esto.
Me siento tan sola
Abandonada, triste y débil que caigo de rodillas al suelo, mis lágrimas salen sin control y mi corazón deja salir lo que hace tanto guarde solo para mi no deje que nadie lo viera por miedo, miedo a que este secreto salga ala luz, este secreto que me pertenece y que sólo yo soy la persona que tiene el derecho de saber de la existencia de este.
Aún recuerdo sus palabras
Aquellas que me hicieron seguir adelante y no dejarme caer, aquellas que hasta ahora me dan fuerzas sin importar que tan doloroso sea recordar que tan duro sea, aquellas que me hacen ser la mujer que soy hoy, aquella mujer que no baja la cabeza y sigue sin importar que.
- Nunca, nunca Hinata. Nunca dejes de ser la persona que eres, no cambies porque eres perfecta, eres alguienincreíble y prometeme algo - su voz se quebró y se hizo másdébil al saber cual era su destino pero lo quemásledolía era que ella podría tener el mismo que ella - Sí sales de esta, todo lo que paso esta noche olvidalo y v-vivetu vida sin importar lo que paso. Te amo, Hinata, perdoname. Pero tienes que ser fuerte y .....
Jamás olvidaré nada de lo que paso esa noche, no creo que pueda. Sus palabras, como podría hacer hacerlo.
Las personas vivimos es un mundo el cual es un caos, un mundo lleno de hipocresía, dolor, enfermedad, soledad y mentiras. Las personas engañan a otras para cumplir sus propósitos, ocultando su verdadero ser en una máscara la cual no deja ver sus oscuras y putrefactas intenciones. Una máscara la cual yo eh usado para ocultar mis verdaderos sentimientos una máscara la cual nunca dejare de usar.
Soy una persona con mucho con secretos los cuales no pueden ser revelados.
No se que hora es, pero tampoco es que me importe. Salí en medio de la noche, necesitaba aire no podía estar más es ese apartamento cuando lo único que hare será decaer nuevamente como hace tiempo, estaba caminando sin rumbo y fije mi vista en la luna; recordé Muchas cosas las cuales me decía mi madre a mi y a mi hermana menor, entonces entendí que ella nunca quiso verme de esta manera tan deplorable en la que estoy ahora. Di media vuelta y regrese al hotel Moonlighit, subí por el ascensor para entrar a mi departamento para dirigirme a mi habitación.
Debajo de la cama.
Estaba ahí desde que me mude aquí, me arrodilló al costado de esta y saco el cofre de madera, lo habro y encuentro tantos recuerdos, tesoros de mi niñez.
Un sentimiento cálido se aloja en mi pecho y se lo que es, lo que hace tanto tiempo.
