capítulo 1

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Es de mañana y el sol apenas está haciendo su entrada, iluminando aquella bella ciudad en la época de la primavera.

Hinata estaba corriendo como todas las mañanas le faltaba poco para llegar a su hotel, dío un giro ala izquierda quedando a pocos metros del hotel donde residía.

Al llegar asu apartamento  se dío una ducha y se puso su uniforme para ir a trabajar como ella acostumbra, un buen recorrido por la mañana y después el trabajo, desayuno unas frutas picadas y se dirigió a su trabajo, el cual la esperaba mucho o eso sospechaba.

Todo tan monótono que se acostumbró a su manera de vivir, tan ensimismada en su trabajo que si algo interrumpía su monotonía la extrañaba sin tomarle mucha importancia como era natural en ella.

Al llegar a la empresa se miraba como todos iban y venían, ella sólo revisaba papeles de personas los cuales se los extendían a la mano; al llegar a su oficina una rubia la esperaba, era su asistente Ino Yamanaka, una chica muy eficiente en su trabajo muy hermosa de una larga cabellera rubia pálido, tez blanca y unos ojos azules que se ocultaban detras de unas largas pestañas risadas.

- Buenos días, Hinata-sama. ¿Como ah estado su día? -

- Buen día, Ino- dijo con ese tono frío y tajante que le caracterizaba su voz- ¿La Junta de hoy está lista?.-

- Si, señorita Hyuga. Sin mencionar que el dueño de Uzumaki Business  vendrá personalmente hoy para discutir el aseguramiento del contrato  para la Asociación de vosotros-

- Bien, traeme las estadísticas ahora, Ino. Hoy será un día atareado para perder el tiempo. - con ello su secretaria salió por la gran puerta de madera de caoba oscura dejándola sola en esa habitación, se volteó para ver la hermosa vista que le daba su oficina, admirando el cielo y la ciudad que tenía en frente, en donde nació y vivió desde entonces, donde todo lo que su mísera vida le dio en esa ciudad.

Suspiró sonoramente, le dio la vuelta a la silla y comenzó otro día de monotonía en su joven vida. Dios, sólo tenía veintitrés años y estába cansada de todo, del dinero, de los hombres, de las fiestas, del trabajo, del día con día de monotonía pura que la consumió por completo al igual que el dolor que pasó. Se superó por el sentimiento de sentirse tan inútil con su mísera existencia.

<< algún día todo esto pasara, ya lo verás >>

Eso se decía ella día con día pero conforme el tiempo todo ese entusiasmo se fue por la coladera cuando no resistio más su dolor, su soledad...

- señorita Hyuga, el señor Uzumaki está esperando la en la sala de juntas- dijo sacandola de su trance y ensimismamiento en como su vida es una completa basura.

- Gracias, Ino. - se levantó de su silla y se dirigió a la salida de su despacho.

Al entrar a la sala, se dio cuenta de que estaba un hombre en esta. Dedujo que era su futuro socio, no la veía ya que estaba de espaldas mirando por el ventanal para esperar a los otros socios de su empresa.

- Señor Uzumaki-  Lo llamo ella,  él dirigió su mirada hacía ella

- Señorita Hyuga, mucho gusto- dijo con esa voz ronca que la dejo en trance. Camino hacia ella y tomó su pequeña mano con la suya mucho más grande y masculina dándole un beso en los nudillos con sus hermosos labios- es un gran honor el poder verla, es tan hermosa que las expectativas son denigrantes ala realidad de su ser-

Dios, estaba roja como un tomate, nadie antes la había puesto en ese estado. No supo que decir, de sus labios no salía nada, ninguna palabra, sólo pensó...

" ¡¡¿¿Qué demonios me está pasando?!!!"

El hombre de mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora