—¿Que hizo qué? —Jeonghan tenía los ojos como platos y varias personas se giraron hacia nuestra mesa.—No me hagas repetirlo.
—Ya te lo había dicho yo —dice con una sonrisita de autosuficiencia —si es que eso es algo que se nota a todas luces, tú eras la única ciega que no se daba cuenta...
—Ya basta. Cambiemos de tema.
—¿Y qué hiciste tú? —pregunta ignorándome.
—Se lo conté a un gilipollas morboso que trabaja en un restaurante de comida rápida.
Ambos reímos.
—¿Qué hiciste? -insiste él.
—Ya déjalo. No me sacarás ni una palabra más.
—Byul, por Dios, no puedes soltar una bomba así y luego dejarme con la duda... mínimo una bofetada en cada mejilla, con lo loca que eres...
—Por supuesto que no...
—¿Entonces si te besó?
—¡Por supuesto que no!
—Entonces como te libraste de su libido ¿saliste corriendo?
Respiro profundo antes de responder.
—Vomité.
Tal y como lo había previsto mi amigo se destornilla de risa frente a mí.
—Eres increíble, la pobre babea por ti hace años y cuando por fin se arma de valor tú vomitas... eso sí que debió ser épico, yo no volvería a hablarte si me hicieras algo semejante eh.
Me encojo de hombros
—De hecho no habla desde entonces...
—Un tonto impulso mató una gran amistad.
Recuerdo a Kim Yongsun y mi estómago se encoje. Terminó la semana y ella siguió con la misma actitud, remarcando que todo había terminado... antes de empezar. No sé qué me dolía más, si no verla o su indiferencia.
—¿Qué hay de tu profesora? —pregunta adivinando mis pensamientos.
—¿Qué hay con ella?
Frunce el ceño.
—Eso es lo que te pregunté, andas toda despistada...
Intento disimular mis nervios con una risa.
—¿A qué viene tu pregunta?
Jeonghan se ha terminado su hamburguesa y empieza a pellizcar la mía que está casi entera.
—Fue raro verte con ella —dice restándole importancia —¿desde cuándo te da clases? ¿Son muy amigas?
Ese hombre tenía la jodida curiosidad de una mujer.
—A ti como que te encanta el chisme zopenco. Cualquier día de estos tú y Hyejin se fugan juntos a esas marchas del orgullo.
—Si claro, ese día tú nos acompañas... que no te quedas atrás.
—¿¡Yo!? —Pregunto tirándole en la cabeza una papa frita— Por si no lo recuerdas vomité encima de Hyejin. No hay espacio para mí en esas
marchas...Mi traicionera mente dibuja los labios de mi profesora de literatura sobre un lienzo imaginario. Me ruborizo frente a Jeonghan, como si él hubiese podido ver lo mismo que yo.
—Yo no estaría tan seguro —susurra entrecerrando los ojos.
Finjo reírme para disimular mi repentino ataque de nervios. No me gusta para nada estar bajo el escudriño de su mirada, afortunadamente en ese momento mi teléfono comienza a sonar. Lo saco de mi bolsillo y miro el número. Me siento palidecer.
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➸ Si fueras mía | Moonsun
Cerita PendekCuando Moobyul Yi cruzó la puerta del salón de literatura no se imaginó que ese era el inicio de una importante historia. No se imaginó que estaba a punto de enamorarse, ni siquiera alcanzó a sospechar que pronto sería víctima de una de las más crue...