La tenue brisa del aire acondicionado abrigaba el cuerpo de Valeria mientras recorría el pasillo que la llevaría hasta el doctor, jugueteaba con las puntas de su cabello, casi le llegaba hasta la cintura, se cuestionaba la idea de volver a cortarlo como solia lelvarlo nayes... como si hubiera leido sus pensiendos Edmund comentó sobre ello.
-Antes lo usabas mas corto
Edmund la observaba, por extraño que pareciera, Edmund se preocupaba por ella, secretamente siempre había estado cuidándola, incluso antes del coma, frecuentemente se encontraba pensando en ella y en su felicidad, Debería verla como una hermana, pensaba el ocasionalmente, tratando de engañarse a si mismo, pero sabía muy bien que nunca lo lograría, después de tanto tiempo seguía viéndola con ternura, aún ahora, daría lo que fuera por ella.
-Si, bueno... Antes no estaba en coma
Edmund sonrió, por alguna razón, le gustaba aquella parte de Valeria, un sarcasmo descarado solo dirigido... a el. Aunque no quisiera admitirlo, disfrutaba de aquellos momentos, cuando ella dependía de el, cuando ella hablaba con el, cuando lo necesitaba, después de todo, y al sentirse culpable por lo que ocurrió, era lo único a lo que podía aferrarse.
Ensimismados cada uno en sus pensamientos de pronto detectaron un peculiar aroma rancio que los rodeo y que cada vez se hacia mas intensi, olía a perfume barato de niña, y tanto Edmund como Valeria sabían perfectamente a quien pertenecía aquella fragancia: Bárbara. Ambos voltearon los ojos al vislumbrarla fuera de una puerta cerrada al final del pasillo-La habitación del Dr.- Le susurro Edmund a Valeria. Aquello la hizo asquearse, no entendía la razón por la que el Dr. Gasinto la mantenía a su lado.
Llegaron hasta donde ésta se encontraba, Valeria decidió que no quería verle la cara, siempre que la encontraba tenia aquella sonrisa perturbadora, así que simplemente miro hacia otro lado, Edmund no podía hacer eso, suspiró envidioso de Valeria al poder ignorar a Bárbara, se forzó a mirar.
-No sabia que traerías aquí a la lisiada
-Lo sabrías si no fueras tan infantil
Edmund recordó a la chica salir enfurecida del cuarto del doctor, volvió a suspirar, y después movió la cabeza para indicarle a Bárbara que se hiciera a un lado para dejarlos pasar, aquello la saco de sus cabales, pego una patada a la llanta de la silla de Valeria, ésta se sacudió un poco, pero no le importó, estaba muy ocupada tratando de controlar su risa, a Bárbara se le había atorado el zapato en la llanta, y lloriqueaba porque no podía sacarlo de donde estaba.
Edmund, descarado, con una de las risas mas sonoras que Valeria le había escuchado, fue hasta Bárbara, la empujó y ésta callo con un doloroso golpe contra la pared.
-¡Que te sucede!-Le gritó furiosa
-Te estaba ayudando- Respondió Edmund mientras señalaba con una mano la rueda de la silla-Por nada-le guiño el ojo, y aun sonriendo abrió de par en par la puerta de la habitación.
Valeria y el cruzaron la mirada, en ocasiones, Edmund le caía bien. Entraron lentamente a la habitación, dejando atrás a una Bárbara gritona y chillante, decía algo sobre que iba a hacer que se arrepintieran, Lo mas que llega a hacer es acusarme con el Dr., pensaba Edmund aun satisfecho por su acción, más aún siempre le había guardado un poco de rencor, Bárbara solía hablar mal de las personas a sus espaldas, siempre quería ser la única que a la que todos escucharan y admiraran, sin darse cuenta de lo patética que eso la hacia verse.
Al entrar en la amplia habitación Edmund colocó la silla de Valeria a un costado de la cama del doctor, podía ver el cariño en sus ojos, se sintió incómodo, sentía que sobraba, que era un lugar en el que no tenia un lugar, un momento intimo ente Gasinto y Valeria... Asintió un insoportable dolor que provenia de su pecho, la respiración se le entrecortaba y las lágrimas amenazaban con salir.
Edmund se aparto a una esquina de la habitación, Barbara también estaba ahí, pero no le importaba, trataba de mitigar aquel sentimiento corrosivo, pero no podía, sabia por experiencia que aquello seria imposible, pero tenia una alternativa, cerró los ojos, y se dejó llevar por sus recuerdos.
V: Se que eres tu Edmund
"Decía mi Val entre risas"
E: ¿Cómo es que sabes que soy yo?
"Respondí aun sabiendo su respuesta"
V: Podría distinguir tu andar en donde fuera, siempre haces mucho ruido cuando caminas
"La abracé por la cintura"
E: ¿Y eso te molesta?
"Ella abrió los ojos hacia mi, me veía, al verdadero yo... no al que finjo ser"
V: Me molesta mas no escucharlos
"Sonreí como tonto..."
E: Nunca pensé escuchar algo así proveniente de tus labios
V: Acostúmbrate
"Ella sacó su lengua, juguetona... debí besarle en ese momento... debí..."
E: Temo acostumbrarme demasiado y perderte un día
V: No me perderás tonto, quiero permanecer a tu lado por mucho, mucho tiempo
"Quise creer en sus palabras, aun cuando sabía que alguien más ya estaba ocupando mi lugar"
B: ¡¡¡Valeria!!!
"Me hizo a un lado, apareció aquel hombre que solia llamarse mi amigo, aque que se atrevería a quitarme aquello que más amo en la vida"
V: ¡¡BJ!!
"No, fuera... Si tu estas aquí ella siempre dudará"
B: Pensé que ya te habías ido
V: No, te estaba esperando... Ve al carro, yo te alcanzo en un momento
""Tiene que ser un secreto", había dicho..."
E: ¿Te vas con BJ?
V: Si, vamos a ir a ver a un profesor, por mi proyecto de investigación...
E: Pude ir yo contigo...
V: Ed... estas ocupado, con tus clases y eso...ademas, no podemos dejar que la gente nos vea juntos... y ya no eres parte del grupo, quizá, no quiero que te lo tomes a mal, pero me temo que eso interfiera con mi proyecto
"¿Le avergüenzo?"
V: Te quiero Ed, lo sabes, pero como profesionista tengo que ver que es lo mejor para mi
E: ¿Y lo mejo es BJ? -Suspire- se que me quieres, pero a veces me aterra que me dejes, yo siempre voy a estar a tu lado...
V; Lo se... Y no tienes que estar asustado, con quien quiero estar, con quien quiero compartir cada día... eres tu Edmund
"Tomo mi megilla con su cálida mano, me vio con esos ojos dulces y luego la vi alejarse... dejándome por el hombre de su letargo, debí quererla un poco mas...no debí dejar que viera aquello, debí protegerla... debí... Amarla un poco más"
Edmund se encontraba sumido en sus pensamientos, cubierto de dolor, de culpa, la vida que el añoraba se había quedado atrás hace tiempo, pero el aun disfrutaba de sus dulces recuerdos, embriagadores, irrecuperables.
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Possession
FantasyUn mundo regido por el control, la precisión y la planificación parece ser la opción perfecta para evitar las catástrofes de las decisiones humanas. Valeria ha vivido toda su vida al margen de las reglas que le fueron impuestas desde que tiene m...