Witchblood

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Capítulo 1: Historia desde el Comienzo: Julian Moliere y Olivia Green

MANCHESTER - REINO UNIDO: 22-11-2003

Annette estaba en casa junto con su hijo Julian, cocinando, pasando el tiempo, tarareando una canción. Cuando llego la tarde, Julian decidió salir por aire fresco, tomo su chaqueta, arreglo sus lentes y salió. Camino por la nieve un rato hasta que escucho un ruido entre los árboles, asi que, fue a ver que era aquel curioso sonido.

Annie servía la limonada, arreglaba la mesa y chequeaba que su pastel de papas no se quemara en el gran horno (aun tarareando muy felizmente), a su pequeño y a su esposo les encantaba, y ella sintio que ese día era solo para consentirlos. Mientras que ella colocaba los platos, sus agudos oídos y un escalofrío, la hicieron soltarlos y estos se rompieron en pedazos en unísono con los gritos de un chico. Un chico joven. Y su instinto maternal envío una ráfaga de pensamientos que a cualquiera asustaría.

Tomó la primera chaqueta que vio y salio corriendo hacia el camino por el cual a Julian le gustaba pasear. Sus manos, delicadas y fuertes, temblaban por el gélido miedo. Ella sentía que la distancia que recorría era mas larga de lo que debía, apuraba sus piernas, que luchaban por no desfallecer.

-Jules- Grito ella en la soledad. Nada- Julian- Grito ella mas fuerte. Nada- Julian

-Mamá- Escucho desde los arboles- Ayúdame, por favor- Annie corrió hacia los arboles, esquivando ramas y piedras. Pasando los arboles, mientras trataba de seguir la voz llorosa de su niño- Mamá, por favor- Su voz se apagaba cada vez más y más. Ambientar solo rezaba por encontrarlo antes de que fuera demasiado tarde.

Y entonces lo vio. Su pequeño, su bebé, estirado en el suelo. Con vista al cielo, a las estrellas. Sus lentes llenos de su sangre estaban a su lado. Y en su suéter, aun desde lejos, pudo notar que había una gran mancha escarlata. Ella perdió la capacidad de respirar durante unos segundos, al igual que la movilidad. Julian parecía haberse dado cuenta de su presencia, pues, giró su cabeza lentamente, con sus pequeños ojos heridos sobre su mamá. Y le dedico una microscópica sonrisa. Con la cual Annie volvió a la realidad. Corrió hacia el y se lanzó a su lado, quedando horrorizada por la brutal herida de su hijo. Era como si su suave piel se hubiera desgarrado ferozmente. Ella podía darse cuenta de que el estaba sufriendo, pero era un sufrimiento distinto, parecía como si el estuviera resignado a morir.

-Vas a estar bien, mi bebé- Acaricio su frente, quitando algunos mechones de cabello - Vas a estar...

-Cuidado. Mamá- Dijo el, mientras una sombra extraña cubría sus ojos- Mamá

En ese momento alguien jalo a Annie por su delgado cuello, alejándola de Julian. Ella intentaba safarse pero la vida de su hijo estaba en juego, y ella necesitaba pensar.

-Debo confesar que no pensé volver a verte, Annette- Un pequeño espasmo paso por su cabeza, era el, después de tantos años era el. De nuevo. El la acercó más haciendo que su oreja tocara su sucia boca- También debería felicitarte, resulta que tu bebé, es valiente.

-¿Como te atreves, Horacio?- Dijo ella. Horacio soltó un gruñido, colocando sus filosas garras en el cuello de Annette

-¿Como te atreves tú a seguir viviendo después de lo que hiciste?- Ella sentía como el pegaba los dientes contra su oreja. Ella trago, quizás ya era hora de enfrentar la situación, a fin de cuenta ya no quedaba remedio

-Fue un incidente desafortunado, y tu lo sabes bien- Dijo entre dientes, ella podía sentir como su dentadura comenzaba a molestarla- Yo no tengo la culpa de las decisiones que tomaron Rooda y tu

-Claro que tienes que ver- Horacio la agito y la hizo caer fuertemente contra una roca- Si tu no hubieras llevado al cazador, nada de esto estaría pasando- Horacio la agarro de la mandíbula, clavando sus sangrientas garras en sus pómulos. Ella gimió de dolor- Por tu culpa, por tu grandisima y jodida culpa mi Rooda esta muerta

Witchblood (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora