Capítulo 14: Intrusos

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OLIVIA

-Me está olvidando, Annie- Dije llorando. Me sentia en un abismo, a punto de caer, me destruye. Mi mejor amigo, Isaac Miller, se está olvidando de mi.

-Puedes arreglarlo, tú lo sabes

-Pero va a odiarme... Cometí una estupidez... Soy una estúpida

-Nada de eso- Se levantó molesta por mi comentario- Isabelle y Arturo Green nunca te hubieran dejado atentar contra ti misma. Vas a hacer lo correcto yo lo se

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Caminaba por la calle con mi abrigo puesto y decidida a visitar a Isaac, hace días que no lo veo. No desde que nos mudamos de la casa. Me había quedado sola por el momento, pues mi tía Clara había salido de viaje para buscar los ingredientes de una infusión mágica. Estaba en Venezuela, me llamaba emocionada, sorprendida por la belleza del salto Ángel.

Caía bastante nieve, hacia frío, pero de todos modos había gente. Habían niños corriendo y jugando. Sus madres sentadas en bancas, conversando. Me acerque a la cafetería que Annie me indicó. Pude verla a través del cristal. Sentada con Isaac y un muchacho guapo, algo delgado. Entre y me senté al lado de Isaac, esperando que me diera un beso en la mejilla. Pero no lo hizo. Sólo se me quedó viendo como sí no me conociera, me guiño el ojo.

Mire a Annie, que tenía una cara de preocupación. Me levanté y camine hacia el baño seguida de el joven.

-Olivia, el es Kabel...

-Mucho gusto- Dije preocupada. El representante de los brujos estaba frente a mi.

-Lamento que nos conozcamos de está manera... Te tengo malas noticias

-¿Cuales?

Sentí como sí me dieran un golpe en el pecho

-El ministerio no está de acuerdo con que utilizarás un hecho tan fuerte para borrar un simple beso. Por lo menos logré convencer a los representantes para que te dejaran en paz

-Eso no era lo que le íbamos a decir- Dijo Annie en voz baja

-Sin embargo, sí lo vuelves a hacer me ere forzado a abandonar mi cargo y tú serás repudiada por las demás especies... Al menos por 20 años

-¿Alguna otra cosa?- Dije sentándose en el piso de baño. No me importaba sí estaba sucio..

-Isaac... - Compartieron una mirada- El ya no te reconoce

-No...- Dije con los ojos aguados. Imagínate que una de las personas más importantes de tú vida, de repente te olvide, no te reconozca. Como sí tú jamás hubieras existido. Al cabo de una hora ya estaba en casa, recién bañada y con la pijama puesta. Lista para dormir.

Pero no podía, pues tenía una pequeña carga en los hombros. Tomé el teléfono y llame a Jasón. De repente me di cuenta de que le estaba contando todo. Que me dedique a besar los labios de mi mejor amigo. Que estuve a punto de llegar a otro nivel. Entre muchas cosas más.

El sólo se quedó callado, escuchando cada una de mis palabras.

Luego de esto, el sólo contesto con una frase bastante melodramatica y de película. Sigue tú corazón.

Pensé en Isaac. En nuestros grandiosos momentos junos. En sus ojos. Su carisma. Y en su manera de deducir a cualquiera. Hasta yo caí en su juego. Sentí ganas de tenerlo.conmigo para poder besar una y otra y otra vez.

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Desperté sobresaltada por el ruido de algo rompiendose. Sabía que alguien estaba dentro de la casa. Entonces me bajé de la cama y busque una caja larga, que estaba en el armario, de hay saqué un arco y unas cuantas flechas (tres para ser exacta), una navaja larga y unos guantes que ocultan mis dedos índice y medio, como por la mitad. Guardé la navaja en mi pantalón.

Con toda la cautela que pude salí de mi habitación y me escondía en el baño del pasillo. Habían dos hombres y una mujer.

Tomé aire varias veces, tratando.de prepararme psicológicamente para lo que seguía. Tomé una de las flechas y la coloque en el arco.

Sentí como la puerta se abrió y me puse frente al tipo. Tenía unos largos colmillos y enseguida corrió hacia mi. Yo le dispares la flecha al centro del pecho, este retrocedio y volvió a atacar. Le pegué varias veces con mi arco de metal, el me devolvió el golpe y me sangro un poquito el labio.

-Los hombre de verdad no le pegan a las mujeres- Dije y le di una patada.

El pegó contra la pared y como pude le pegué la cabeza en la bañera. El quedó inconsciente.

Corrí hacia la salida. Otro tipo salió de repente, en este caso era un hombre lobo. Maldito para mi misma, mis flechas no són de plata. El se abalanso sobre mi y me pegó en la cabeza. Quede aturdida, caí al suelo, me arrastre lo más rapido como pude. Y me levanté, le lance una flecha rápidamente, le cayó en el pie. La tipa estaba sentada en el regazo del sofá, muy normal. Corrí adentro de la cocina, el me siguió y me pegó con el brazo. Tomo la última de mis flechas e intentó apuñalarme. Yo agarré mi arco y le pegué. El me lo quitó. Quedé acordada en la cocina, agarré lo primero que encontré.

Una sartén y empecé a golpearon en la cabeza. Mi cara estaba agrietada, el tipo empezó a marearse y por desesperación me agarró del cuello y apreto.

Me quedaba sin aire, pero en un golpe de suerte pude lanzar un hecho.

-Defebcisd- Dije por lo bajo

El tipo de la nada salió volando y se pegó contra la alacena. Sí ellos no me matan, mi tía lo hará.

Deje el sartén y saqué la navaja.

En la sala la mujer estaba sola. Me aplaudía, sonrio y me atacó.

Con golpes rápidos logré darle varias veces en los hombros. Cortando. Pero en un momento de descuido ella me pegó en la mano. Mi navaja salió volando. Ella me lanzó un golpe en la nariz.

Yo con rabia se lo devolví. Le lave un puñetazo en la cara. Ella me agarró, yo me, solté de su agarré y le pegué con el codo varias veces en la nariz.

Hice plataformas de mana en el aire y llegue a mi habitación. Puse una barricada, que sabía que no iba a durar mucho.

Con el teléfono en mis manos, marque el número de Annie.

-Por favor... Responde- La barriada empezó a moverse. Yo la mantetía contra la puerta con magia

-Hola, cariño...

-AYUDA. ANNIE. ISAAc- Grite fuertemente, cuando la puerta se abrió. La tipa me pegaba, yo lo intentaba pero me era difícil- CASA. CLARA. AYUDA.- Ella empezó a golpear mi cabeza contra el suelo- AYUDA- Grite con todas mis fuerzas.

Luego perdí la vista. Todo se hacia oscuro. Me dolía la cabeza. Ella tenía un cuchillo de la cocina. Sentí un gran ardor a lo largo de mi brazo.

Witchblood (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora