Witchblood (Editando)

Capítulo 10: La gran diferencia

Capítulo 10: La gran diferencia

OLIVIA

-No puedo siquiera creerlo, ¿Como fue que la encontraron? Sierra tu debes saberlo

-No puedo, Livi, ella no me deja. Se que solo puedo hablar con espíritus errantes, asesinados o que murieron dejando asuntos pendientes. Pero Isabelle no me deja acceder a su voz, su magia es fuerte incluso después de la muerte

-La abuela estará tan enojada, tan enojada que el mundo podría explotar con solo chasquear los dedos...- No podía creer lo que estaba pasando, había regresado de una tarde de té con tia Clara, una tarde donde nada me había atormentado. Y al llegar para transportarnos, ocurre esto.

     Las cenizas de mi madre habían sido halladas en el piso de mi departamento, las cenizas de un hombre que nadie conocía fueron esparcidas en mi cama y un cabello rubio y ensangrentado había llegado hasta mi baño. Sierra había llevado todo un informe al ministerio en cuanto tuvo la oportunidad de calmarse. Todos estábamos sentados en el sofá, tan callados y fríos como estatuas de mármol. Julian, Sierra, Annie, la tía Clara que había llegado en cuanto supo la noticia e incluso Korina se hallaba apoyada contra la pared donde había besado a Jules aquella misma mañana.

      Después de desahogarme durante casi toda la noche, decidí encerrarme en mi habitación, como si estuviera devuelta en el Paradise, Korina fue la primera en irse, para mi suerte ella queria comprobar la salud de su hermano Jon. La tía Clara fue la siguiente, quien tuvo la amarga tarea de partir hasta Bulgaria para informar a mi abuela Adelaida como habían encontrado finalmente a la menor de sus cuatro hijas. Sierra fue la ultima en irse, a regañadientes y solo porque el ministerio quería el testimonio de la banshee que presintió el descubrimiento. Annie preparó té porque no sabia exactamente que hacer. Y cuando me hallaba sola y cubierta en sábanas y almohadas, Jules tocó a mi puerta. En ese momento todo lo ocurrido era lo que menos me importaba, todo se habia ido de mi cabeza cuan rio que desbocaba al mar. Pero no podia negar, que realmente el me hacia mucha falta. 

     No hubo necesidad de abrir la puerta, el simplemente entró y tapó mi pie, el cual estaba descubierto. Yo miraba al frente, inmovil y llorosa cuando el dejo sus lentes de Thredson en la mesa de cama y recostó su cabeza a mi lado, abrazandome. Era tan extraño, en todo el tiempo que llevo conociendolo, nunca había tenido la confianza como para dejar que se acostara junto a mi. Sus brazos nervudos eran muy cálidos y me abrazaba con ternura. Me hacía sentir que era una extención de mi, como me pasa a veces cuando sostengo mi pincel. Pasamos un rato en silencio, sentí como cerraba sus ojos. Yo hice lo mismo.

-¿Jason te ha hecho daño?

-No

- ¿Se acostó con otra?

-No

-¿Se lo comió un elefante? Por favor dime que si

-No... Para tu desgracia- Solté una mini carcajada

-Me siento idiota por preguntar esto en un momento así 

-Te preocupas por mi, eso es lindo

-Lamento mucho todo lo que ha pasado. Mi mayor propósito siempre fue protegerlas, a mamá, Sierra y a ti

-¿No cuidarías a Kori?

-Ella puede cuidarse sola. y se que dirás "Yo puedo cuidarme sola", pero resulta que contigo es diferente. Contigo todo es diferente

-Soy un asco, Jules. Personalmente y sentimentalmente estoy destrozada.