Cap. 5 Sueños.

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La mujer sonrió al verme. Yo me quedé sin palabras al verla.

—Abuela Jo-Jo —Sonreí ampliamente, ella me abrazó.-

—Ya extrañaba reprocharte que me dijeras así.—sonrió, en medio del abrazo, luego nos separamos y ella sonrió nuevamente. ¿Por qué la llamaba así? Era un secreto entre ella y yo, la verdad es que no llegaba a la tercera edad. Y lo más importante, ni siquiera era mi abuela.—¿Es cierto que te inscribirás ?—preguntó sonriendo.—

—Sí. Ya tengo todo listo, de hecho.—dijo mi tía Grace colocando algunos papeles sobre el escritorio.—

—Tía, ¿Cuando...? —dije algo sorprendida.—

—Un mago jamás revela sus secretos.— dijo guiñándome un ojo, recibió una llamada.— ¿Me dan un segundo? —La abuela y yo asentimos, y mi tía salió de la oficina.—

—¿Audicionarás hoy?—preguntó la abuela Jo-Jo.—

—Conociendo a mi tía Grace... probablemente.

La abuela rió, luego Grace entró por la puerta.


Kyle solamente se mantenía expectante a la situación.


— Ya puedes audicionar, Lauren.—Pronunció la abuela Jo-Jo, Grace y yo asentimos.—Por aquí.—


Comenzamos a seguirla por el amplio pasillo hasta llegar al ascensor, donde bajamos al tercer piso.

Desde pequeña hasta el día de hoy, me ha gustado la danza. Es una de mis más grandes pasiones y pasatiempos. Y el poder manifestarlo nuevamente me hace más que feliz.

***


Narra Kyle.



—¿Estás nerviosa?—Pregunté, acercándome hacia donde estaba, viéndola estirar y calentarse.—

—Bastante. —Sonrió con nerviosismo, terminando el calentamiento.-

—Lo harás bien. Solo trata de tranquilizarte.—Dije y ella suspiró.—

—Gracias, Kyle.—dijo con suavidad, luego se dirigió hacia el centro de la sala, donde se suponía que sería su audición.

Ella suspiró nerviosa y la música comenzó, empezó a dar movimientos suaves, aumentando su intensidad, y, para especificar, la canción era Sia- The Greatest. Daba movimientos fluidos, uno tras otro, parecía que fuese parte de la canción, y que la melodía estuviese grabada en lo más profundo de sus entrañas.

Entre tantos pasos de baile, hubo uno que me llamó la atención.
En este, de manera tranquila, pasaba sus manos por los costados de su cuerpo, cosa que me hizo levantar las cejas hasta más no poder y hacer una leve sonrisa.

Se notaba bastante que amaba lo que hacía, parecía una pintura clásica hecha por un artista meramente incomprendido. Terminando parada con la cabeza gacha.


Alguien entró en escena, aplaudiendo animadamente, pero con una expresión nula, tenía el cabello rojizo y ojos claros, poseía un lunar cerca de su boca, tenía más o menos mi edad, probablemente, me llevaba algunos años.

—Muy buena audición, señorita.— levanté una ceja.—Definitivamente, usted tiene lo que se necesita para estar en esta academia.—

—Llega tarde, Noah.— Dijo con una leve sonrisa, la ''Abueja Jo-Jo'' según le llamaba Laurence.—

—Lo siento, me perdí en el camino de la vida.—Se encogió de hombros, mientras sacaba un pequeño libro de su bolsillo.—






***

—¿Fui admitida?—preguntó Laurence con una sonrisa, sus ojos avellana brillaron, Jo-Jo asintió.—¡Gracias! —Le abrazó con emoción.—Prometo no decepcionarla, Abuela Jo-Jo.—

—No lo harás, linda.—Sonrió amplamente.—Empiezas el lunes, Vienes a práctica los lunes, Miércoles y viernes.—Dijo entregándole un folleto.—Bienvenida a la academia.

A Sweet Scape.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora