Kyle.
"El sonrojo se apoderó de mis mejillas mientras mi cuerpo se tensaba y me perdía en el marrón de sus ojos y en el azabache ondulado de los mechones rebeldes de su cabello perfectamente despeinado que se podían divisar frente a su cara. Jadeaba entre caricias mientras sus labios carnosos depositaban besos húmedos en la superficie de mi piel, mientras la lluvia artificial mojaba nuestros cuerpos ardientes."
"Me besó. De una manera ferviente y lasciva. Beso que correspondí con la misma actitud que el mayor, mientras el jugaba con mi lengua en medio de aquel beso."
Y ahí terminaba el libro. Necesitaba leer más, necesitaba saber cómo terminaba la escena, mordiéndose el labio inferior, escuchó que alguien llamaba a la puerta. Tomó rápidamente un cojín y encendió la consola junto con la televisión.
¿Para que era el cojín?
Para tapar su notable erección, claro está.
Se colocó el cojín encima del bulto en su pantalón y dijo
—"Está abierto" —pronunció tomando el control en manos, sonriendo levemente al ver que era Lauren.
"Mierda, es Lauren. Había olvidado lo de nuestra 'cita de juegos"
El bulto en su pantalón se hizo presente. Y un poco notorio sobre el cojín.—algo delgado a su parecer.—
Kyle p.o.v's
—¿Jugaremos?—preguntó, haciéndose una coleta baja en su cabello, yo solamente me limité a asentir.—
—Sí, eh...—pronuncié en un titubeo.— Siéntate.— dije observando cómo asentía y con calma se sentaba junto a mí.— Quiero preguntarte algo.— dije tomando el pequeño librillo (o diario) y pasándoselo.— ¿Tú escribiste esto?—
Palideció.
Lo tomó con calma de mis manos.— ¿Donde lo encontraste? —preguntó notoriamente sonrojada, luego de ojear el libro.—
—En la oficina de mamá.—
—Seguramente lo leyó. Sé lo que le gusta leer, oh ¡Santa virgen de la papaya! —exclamó y yo reí.
—Tranquila. De todas las obras eróticas que he leído, esa fue la mejor. De hecho, me causó una...—ella enrojeció.— ¿Quién es el chico de la historia? —ella enrojeció aún más.—
—E-eh...—titubeó.—
—Es obvio que la chica eres tú, pero, dime, ¿Quién es el chico?—pregunté acercándome levemente.— Ojos marrones y profundos...—ella se hizo hacia atrás, quedando acostada, y yo encima de ella.—Pelo negro y ondulado.— sonrojada, apartó la mirada. Yo me acerqué a su cuello, pude sentir como se erizaba su piel.—Labios carnosos...— hablé sobre la superficie de su cuello, ella jadeó.— Y piel bronceada. También leí algo sobre un equipo de natación...— dije relamiéndome los labios, estaba tan cerca de su cuello, que mi lengua rozó con su piel, ella se sonrojó notoriamente, yo subí hacia su oreja y lamí el borde de esta, ella dejó de hacer fuerza contra mí, y prácticamente gimió.— Veo que tus orejas siguen siendo tu punto débil...— ella juntó las rodillas y separó los tobillos, característica que adoptaba cuando estaba nerviosa.— Pregunto...— pronuncié, rozándole el muslo con las yemas de mis dedos.— ¿Quién es el chico?—
—Yo...— titubeó otra vez, sin hacer contacto visual. Tomé delicadamente su mentón haciendo que me mirara.—
—Soy yo, ¿Cierto?— pregunté.—
—Sí...—dijo resignada.— Eres tú.— no entiendo por qué se veía tan linda sonrojada.—
Me limité a sonreír. Tomé su mentón para acercar mis labios a los de ella.
—E-espera...— me detuve y la vi a los ojos.—No sé hacerlo.— dijo mirando a otro lado.— Además... esto no es correcto.
—Eso es lo que lo hace interesante, ¿No?— sonreí nuevamente, acercando mis labios a los de ella y uniéndolos en un beso de roce tímido. Luego de ese primer roce se hizo más profundo, más calmado, más...
Lascivo.
Disfrutaba cada parte de aquel beso, con el carácter sumiso de Lauren y mi delicadeza dominante.
Ahora, la pregunta sería;
Si es que no sabía hacerlo, ¿Cómo era que lo hacía tan bien?
Tocaron la puerta.
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A Sweet Scape.
RomansSi pudiera escapar, Y crear un lugar que sea así como mi propio mundo. Y ser tu chica favorita. Por siempre, Perfectamente juntos: Dime, ¿eso no sería dulce?