Capítulo 7.

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Al cabo de unos minutos, se acercó un grupo de personas qué pasaban por alli e inmediatamente pidieron ayuda; la ambulancia no tardó en llegar, Jimin quería ir acompañando a Yinm pero, primero tenía que avisarle a los padres de su amigo, así qué sin dudarlo comenzó a correr hacia la casa de Yinm, llegó y llamó a la puerta desesperadamente, al instante la madre de Yinm abrió y se asustó a ver a Jimin manchado de sangre y agitado.

-¡¿Qué ha pasado?!- exclamó la mujer terriblemente asustada-.

-Unos chicos nos atacaron y en este instante Yinm está siendo llevado al hospital- dijo Jimin mientras respiraba con dificultades y unas lágrimas empezaban a salir nuevamente-.

-¡Dios mío!-exclamó la madre de Yinm mientras tomaba del brazo a Jimin- dime qué está bien, te lo pido- dijo la mujer mirándolo fijamente-

- N-no sabría decirle ahjuma- respondió él-

La mujer salió hacia el hospital seguida por Jimin. Varios minutos después llegaron alli, un médico los recibió y preguntó si ella era familiar del chico.

-¡Soy su madre!- exclamó ella-

-Muy bien, el chico está fuera de peligro, pero debido a los golpes está en estado de coma, no durará mucho, supongo -diciendo esto los invitó a pasar a la sala de espera-.

La señora y Jimin se sentaron; ahora el lloraba mientras se culpaba de lo que le había pasado a su amigo, ella lo abrazó mientras lo consolaba diciéndole que nada de eso había sido culpa de él, qué Yinm estaba bien y qué por favor lo cuidara más de lo qué lo estaba haciendo de ahora en adelante.

- L-lo haré ahjuma- dijo Jimin mientras secaba sus lágrimas, en ese instante recordó qué no había contactado a sus padres y ahora estos estarían preocupados, tomó su teléfono y llamó a su madre, ella contestó inmediatamente, él le contó lo sucedido y su madre no tuvo más remedio qué dejarlo pasar la noche en el hospital debido a la insistencia de Jimin.

A la mañana siguiente les permitieron pasar a la habitación y verlo, realmente su aspecto no era muy bueno, estaba totalmente golpeado y lleno de moretones, tenia una venda en su cabeza y sus labios estaban hinchandos, estaba conectado a la máquina de oxígeno y dormía, su madre se desvaneció a ver a su hijo en tal condición, le tomó varios minutos reponerse, luego se acercó nuevamente y acarició el muy golpeado rostro de su hijo, sus lágrimas empezaron a brotar mientras le besaba tiernamente la mano.

Jimin empezó a hablar nuevamente: -lo siento ahjuma, no pude ayudarlo y ahora por mi culpa está así-

Ella se sentó y tomandolo de la mano le dijo:

-cómo te dije antes, no es tu culpa, tú no sabías qué esto iba a pasar, no te preocupes no estoy molesta con tigo, pero quiero qué me prometes nuevamente qué cuidaras de él siempre-

-Lo haré, se lo prometo- repuso él-.

-Gracias Jimin, ¿sabes una cosa? Me hubiera gustado qué fueras una chica, para qué si fuera posible se enamoraran y nunca te separaras de él y así pudieras llenar el vacío qué nosotros como padres dejamos en él- ella sonrió y acarició tiernamente la mejilla de Jimin-

Así pasaron los días y éstos se convirtieron en semanas, Jimin seguía asistiendo al colegio en la mañana y en la tarde iba al hospital a cuidar de Yinm ya qué los padres de éste estaban ocupados trabajando para así poder cubrir los gastos en el hospital, Jimin les dijo que el también quería ayudar, pero ellos se negaron y le dijeron qué cuidara de Yinm mientras ellos no estaban, qué eso era suficiente. Yinm mejoraba notoriamente, las heridas y moretones de su cara habían desaparecido y ya había sido despojado de la venda qué tenía en la cabeza, pero aún no despertaba.

Ya habían pasado dos meses desde aquel día y él aún dormía, Jimin pasaba horas sentado al lado de su amigo mientras le acariciaba el cabello y le contaba todo lo que pasaba a diario como si éste le escuchara, ahora ese ''sentimiento'' se había hecho más fuerte, Jimin aún dudaba si en realidad se había enamorado de Yinm, pues ambos eran hombres y ante la mirada de los demás eso estaba mal. Era viernes, la semana había pasado rápidamente, nada interesante había sucedido, al colegio habían vuelto esos chicos, Jimin había sido cambiado de clase, las vacaciones de verano estaban por llegar y Yinm aún no despertaba.

Jimin llegó como de costumbre y se sentó al lado de la camilla a observar a Yinm, le empezó a acariciar el cabello y sin darse cuenta deslizó su mano por el rostro de éste y posó sus dedos en los labios de Yinm, dormía como lo habían estado haciendo durante dos meses y a Jimin le parecía qué se veía realmente lindo mientras dormía, un impulso repentino lo obligó a acercarse más a Yinm y lentamente empezó q inclinar su rostro hasta casi tocar el de su amigo, acercó su boca a la de Yinm y dudo un instante, volvió a mirarlo y no resistió, lo besó de una forma especial, algo así como apasionada y tierna, no quería dejar de hacerlo, de repente sintió como Yinm se movió y al instante abrió los ojos quedando sin palabras a ver qué lo estaban besando; Jimin se apartó avergonzado y volteó la mirada.

-L-lo siento-dijo él totalmente rojo-

-E-Está bien, n-no te preocupes- respondió Yinm -¿p-pero quien eres tú y ¿por qué estabas dándome un beso? -repuso Yinm muy avergonzado-

Éstas palabras dejaron en shock a Jimin, cuando pudo asimilar la pregunta de Yinm dijo:

-¿N-no me recuerdas?

....

Las Hojas Del Almendro 『Yaoi』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora