Capítulo 15

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Esa mañana todos estaban alegres. El clima era agradable y ellos no podían estar más enamorados. Hacía algo de frío y se podía asumir que nevaría al caer la noche, así que decidieron quedarse en la cabaña y no trabajar.

Al principio fue divertido, hablaron y comieron como acostumbraban y gracias a los recuerdos de los chicos del otro mundo y al hecho de que Eunhyuk y Sungmin podían usar un poco de magia, pudieron distraerse con juegos de mesa y hasta algo de música para que Eun mostrara sus habilidades natas con el baile. Sin embargo, eventualmente el tiempo comenzó a pasar demasiado lento y comenzaron poco a poco a aburrirse.

Llegado el mediodía, se reunieron a las afueras de la cabaña para observar un pequeño espectáculo que Donghae había preparado mientras entrenaba sus poderes. Todos lo veían y él comenzó a hacer unas cuantas volteretas y a la vez controlaba el agua proveniente de la humedad del ambiente moviéndola al compás de los movimientos de su particular danza. En un momento dado, hizo mariposas, copos y hasta flores que brillaban en hielo como si se tratara de piedras preciosas. Todos aplaudieron.

-       Has entrenado muy bien, Donghae – se escuchó una voz no muy conocida. Cheong-ryong, el Dios del agua apareció. Tenía ojos, cabello y vestimenta azules y grandes alas de hielo con puntas de agua. Los nacidos en la isla se arrodillaron y los del otro mundo sólo los imitaron un poco confusos

-       ¡Hyung, has venido! – exclamó alegre Donghae y Cheong-ryong sonrió

-       Esta vez he traído compañía – dijo con voz pasiva y amable – sólo Kyuhyun nos ha visto juntos – de repente, en una fracción de segundo similar a la necesaria para pestañear, al lado del Dios del agua aparecieron tres Dioses más

-       ¿U-ustedes son… - comenzó a preguntar Sungmin un poco asustado

-       Sí, somos los Cuatro Dioses, nos encargamos de mantener el orden entre los mundos desde el Cielo – contestó Hwai-tai, el Dios del Aire. Su cabello y vestimenta eran blancos y sus ojos azules. A diferencia de Ju-jak y Cheong-ryong, ni el Dios de la Tierra Hyeon-mu ni él tenían alas

-       Algo muy importante debe haber pasado para que vengan todos – dijo Kyuhyun – dígannos ya

-       Qué tierno, Kyuhyun, igual que tu Dios – dijo Hwai-tai con sarcasmo y Ju-jak lo miró feo

-       ¿Qué quieres decir con eso, Hwai-tai? – preguntó el Dios del fuego un poco enojado

-       No hemos venido a pelear, niños – los reprimió Hyeon-mu, que parecía silencioso, y por ende, el más sabio. Pacífico pero firme como la tierra. Todos los miraron algo incrédulos, ellos parecían humanos, no Dioses, a pesar de su poco común físico. Cheong-ryong rió algo avergonzado

-       Hemos venido – dijo – a conocer a las parejas de nuestros protegidos

-       ¿Nuestras parejas? – preguntó Kyuhyun

-       Así es, no creas que no sabemos que Donghae y tú están casados

-       A propósito de eso… tengo una pregunta, si me permiten – interrumpió Wookie

-       Cuéntanos lo que te incomoda, Ryeowook – dijo su Dios, Hyeon-mu

-       ¿C-cómo es que ellos viajaron hasta aquí? ¿C-cuándo regresarán? – hubo un largo silencio, los chicos esperaban ansiosos pero los Dioses no tenían ninguna expresión que previniera su respuesta

-       Eso lo hablaremos en su momento – cortó el tema Ju-jak

-       ¿Hay alguna manera de hacerlos volver cuando comience la guerra? – preguntó Kyuhyun

[SuJu] Magia, tiempo y amor en una mística isla Donde viven las historias. Descúbrelo ahora