[SuJu] Magia, tiempo y amor en una mística isla

Capítulo 17

Cap. 17

El teléfono de Sungmin sonó y éste rodó los ojos pensando que podría ser su madre para obligarlo a regresar como siempre hacía cuando él estaba de vacaciones pero al ver la pantalla de su teléfono se encontró con un número desconocido. Atendió algo dudoso, se encontraba preparando una ensalada de frutas para él y Eun mientras éste se bañaba.

-      ¿Sí?

-      ¿Sungmin?

-      Él habla, ¿Quién me llama?

-      ¡Soy yo, Yesung!

-      ¡Yesung! ¿T-tú también regresaste?

-      Sí, el Dios de Wookie me explicó todo y me ayudó a conseguir tu número, aunque tuve que hacer la mayor parte porque ni siquiera sabía usar un teléfono

-      Entonces ya lo sabes, ¿Has tomado una decisión?

-      Por supuesto, me iré – hubo un minuto de silencio

-      ¿Estás seguro? ¿No deberías pensarlo un poco más?

-      ¿Qué tengo que pensar? Mi vida nunca me gustó demasiado, no tengo mucho que perder aquí. Además, mi esposo me espera ¿Cómo no voy a regresar?

-      P-pero, tu sueño...

-      La música está dentro de mí, la llevaré conmigo

-      Vaya, te admiro Yesung

-      Gracias, ¿Tú aún no te decides?

-      Bueno, por supuesto muero por regresar, me preocupa mucho la guerra y que Kyuhyun pueda salir herido pero...

-      ¿Pero...?

-      ¿Cómo sabré si mi lugar es allá? Por algo nací en este mundo y no en ése. Amo a Kyu y sé que él me ama pero aún somos muy jóvenes, él podría enamorarse de alguien más, alguien de allá y no quiero darme cuenta de que no estamos destinados porque moriría

-      Sungmin, ¿Crees que todo lo que nos pasó fue sólo casualidad?

-      ¿Qué quieres decir?

-      Piénsalo. Misteriosamente tres chicos son tragados por el mar hacia una isla mágica y se consiguen con otros tres chicos y se enamoran. ¿Cuántas posibilidades había de que nos enamoráramos así? Yo pude haberme enamorado de Kyuhyun también y podríamos haber peleado tú y yo. O quizás Donghae podría no haber correspondido los sentimientos de Eunhyuk, ¿Cómo es que no pasó algo así? En lugar de eso, se formaron tres parejas pacíficamente. Si eso no es Destino, no sé qué lo sea – Sungmin se mordió el labio sin saber qué decir, las palabras de Yesung tenían mucho sentido y deseaba creer en ellas

-      Yesung, te daré mi dirección. Vayámonos juntos.

Eunhyuk entró a la cocina y miró curioso a un muy sonriente Sungmin que acababa de colgar el teléfono.

-      ¿Qué te pasa?

-      Oye Eun, despidámonos de una vez. Nuestros esposos deben estar escupiendo fuego y hielo de la preocupación – rió

-      Sabía que no me iría solo

Cada uno se dirigió a su casa. Sungmin entró y vio a su madre hablando con una de sus amigas  - como siempre – sin notar su presencia. Se acercó a ella y la abrazó sorprendiéndola. ‘Gracias por hacerme esto fácil’dijo con cierta ironía. Habría sido doloroso dejarla si hubiera sido buena madre. Luego se dirigió a la oficina que su padre tenía en casa.

-      ¿Qué haces aquí? ¿No estabas de vacaciones?

-      Tengo algo que decirte

-      ¿Qué cosa?

-      Sólo que... los perdono

-      ¿Qué? ¿De qué estás hablando?

-      Desde ahora seré feliz, y no miraré al pasado nunca más, así que ustedes olvídense de que alguna vez fui su hijo y continúen con sus vidas como les parezca mejor 

-      Sungmin ¿Te has vuelto loco? ¿Qué tonterías estás diciendo?

-      Adiós, papá – Sungmin sonrió y salió de la oficina

Eunhyuk a sus padres discutiendo por algo que él no sabía pero predecía que era algo tonto. Al verlo, sólo lo ignoraron y siguieron peleando. Eunhyuk no dijo nada, sólo dejó una nota cerca que había escrito anterior mente y decía ‘Los perdono de corazón’.

Al llegar una vez más a la casa de la playa, Yesung los esperaba sentado en la arena y extrañamente no había nadie más. Se miraron sin necesidad de decir nada y rieron al darse cuenta de que los tres habían tenido la misma idea de llevarse varios aparatos como laptop, mp3 y celulares por si acaso.

Se dispusieron orar a los Dioses para que los llevaran de vuelta pero uno de ellos apareció de repente. Ésa vez sólo estaba Ju-Jak.

-      Hora de irse, muévanse – los tres chicos rodaron los ojos, de cuatro Dioses tenía que aparecer el más amargado

Ju-Jak alzó los brazos y un círculo rojo resplandeciente los rodeó desde el suelo y se unió a otro desde el cielo formando una especie de campo de protección o burbuja. El Dios del fuego les pidió tomarse de las manos y de inmediato sintieron que se movían a una velocidad casi imposible y todo su alrededor se veía oscuro. Dos segundos después, se detuvieron y se encontraban en una cabaña pero, no era la que ellos conocían. El ambiente era extrañamente relajante y sublime. Miraron a Ju-Jak confundidos.

-      Aquí es donde vivimos los Dioses – se miraron incrédulos, era bastante humilde para que unos Dioses vivieran ahí. De hecho era cálida como para una familia feliz

-      ¿P-por qué estamos aquí? – preguntó Eunhyuk

-      La guerra ha comenzado y prometimos que los protegeríamos – apareció Cheong-ryong de repente asustándolos un poco

-      ¡Pero tenemos que ayudarlos!

-      Que no y punto. Cállense y déjenlos hacer su trabajo, para eso han entrenado tanto tiempo – dijo Ju-Jak enojado y los chicos no se atrevieron a decirle nada más

-      Tranquilos – dijo Cheong-ryong – confíen en ellos, quizás la guerra no sea tan difícil para ellos como imaginábamos

Suspiraron resignados y sus corazones dolían de preocupación, sabían que no eran tan buenos en la magia y sólo serían un estorbo, así que sólo podían esperar a que todo saliera bien.

Mientras tanto, los magos se adentraron en el bosque prohibido para cumplir por fin con su misión, la guerra había comenzado.