[SuJu] Magia, tiempo y amor en una mística isla

Capítulo 9

Llegó la noche, de nuevo una noche fría. Los chicos estaban reunidos. Ese día había sido bueno y no querían dormirse aún, pero debían hacerlo.

-      Bueno, ha dormir se ha dicho – dijo Sungmin – vamos Kyu

-      ¿Kyu y tú van a dormir juntos? – preguntó Hae

-      ¿Son novios? – preguntó Wookie algo sorprendido

-      ¡No! – exclamaron los dos

-      En nuestro mundo es algo común entre amigos y lo demostraré – dijo Sungmin – no es malo

-      Entonces yo dormiré con Wookie – dijo Yesung – ese niño me da miedo en las mañanas

-      ¡¿Qué?! ¿C-conmigo? – exclamó Wookie

-      Bien, hasta mañana – dijo Sungmin tomando a Kyu de la mano y yéndose

-      Sí, ¿No quieres? – preguntó Yesung

-      N-no es q-que yo… - balbuceaba nervioso

-      Eun, ¿Tú y yo… podemos? – preguntó Hae

-      Claro, Hae. Somos amigos – dijo y se fueron, dejando a la última parejita sola en la sala

-      ¿Me temes? – preguntó Yesung

-      ¿Qué? No, claro que no… 

-      ¿Entonces? Para serte sincero realmente quiero dormir contigo

-      ¿P-por qué?

-      Porque eres muy lindo, Wookie, como un peluchito al que puedes abrazar. Sé que a penas nos conocemos pero te prometo que no intentaré nada raro. Si lo hago, puedes usar tu magia contra mí, ¿No?

-      P-pues sí…

-      Entonces vamos – dijo y se fueron a la habitación de Wookie

Al llegar, cerraron la puerta y Wookie se acostó tímidamente y muy nervioso. Yesung se acostó a su lado y sonrió, para después rodearlo con sus brazos y atrayéndolo y pegándolo a su cuerpo. El corazón de Wookie cada vez latía más rápido.

-      Lo sabía, eres como un peluche – dijo Yesung dando un suspiro y cerrando los ojos

Por otro lado, Eunhyuk y Donghae estaban acostados uno frente a otro pero manteniendo una distancia prudente. Eun miraba a Hae con una amable sonrisa y éste sólo podía mirar hacia abajo apenado. Poco a poco Eun extendió su mano y Hae la aceptó. Fueron acercándose lentamente el uno al otro hasta que quedaron muy cerca.

-      Hae – dijo Eun llamando su atención y Donghae subió la mirada. Entonces Eun tomó su barbilla y se acercó lentamente para besarlo, pero Donghae volteó su cabeza

-      Espera, Eun

-      ¿Qué sucede?

-      ¿Eso también es algo que haces con tus amigos? – preguntó, pues para él un beso era importante, no quería malinterpretar las cosas

-      Claro que no, sólo con la persona que me gusta – contestó con una tierna sonrisa

-      ¿Qué? – dijo Hae sorprendido y con sus mejillas sonrojadas - Entonces… yo

-      Sí, Hae… Me gustas – dijo Eun acariciando la mejilla de Donghae

-      Tú también me gustas, Eun – Ambos sonrieron y se besaron dulcemente por unos minutos, hasta que decidieron dormir

A su vez, en otra habitación, se encontraban Sungmin y Kyuhyun acostados cerca uno del otro pero sin tocarse. Sungmin estaba un poco nervioso pero Kyuhyun casi no podía controlar sus nervios. Nunca se había sentido así, siempre estaba calmado y serio pero ahora su corazón se había vuelto loco y hacía más calor de lo normal. Se sentía indefenso, como si Sungmin pudiera notar su debilidad.

-      Kyu… ¿Puedo hacerte una pregunta?

-      Sí, dime

-      ¿Dónde están tus padres? – preguntó y Kyuhyun desvió la mirada, era un tema que no quería recordar – Lo siento, yo no… no debí, discúlpame – dijo apenado

-      Mis padres… murieron cuando yo era niño – respondió  desanimado, recordarlo le dolía

-      Lo siento mucho

-      Está bien, pero dime… ¿Qué se siente tener padres?

-      Yo tampoco lo sé, desde que era pequeño a mis padres sólo les importaba el dinero y la alta sociedad, nunca me dieron amor, sólo regaños cuando no hacía lo que ellos querían, cuando no usaba los cubiertos al comer, cuando hablaba informalmente o cuando tenía amigos que no pertenecían a la alta sociedad. Por eso me siento feliz aquí, lejos de ellos y sus reglas, donde puedo ser libre, ser yo mísmo – Kyuhyun lo miraba atento escuchando cada palabra. Cada vez le gustaba más el chico lindo, ahora se estaba dando cuenta

-      Tú mundo debe ser muy oscuro, hyung…

-      No, tiene muchas cosas buenas, pero a veces crees que hay más malas que buenas. Creo que hubiera sido más feliz si hubiera podido usar magia como tú, Kyu – dijo con una sonrisa – habría ayudado a mucha gente. A todos los niños pobres que mis padres echaron cuando intentaron ser mis amigos… - recordó con tristeza - Pero bueno – sonrió alegre – no hay que estar triste, ¿Verdad? Vamos a dormir y descansar mucho y mañana haré ¡Un enorme pastel para todos! – exclamó y se acostó. Kyuhyun se quedó viéndolo unos segundos. Se dio cuenta. Lo amaba. Amaba profundamente a Sungmin… se había enamorado. No recordaba cómo ni cuándo, pero se enamoró.

Kyuhyun se montó encima de Minnie y lo miró a los ojos. Sungmin estaba sorprendido, no entendía lo que pasaba y la mirada intensa de Kyu hacía que se sonrojara.

-      Te amo, Sungmin

-      K-kyu, ¿Qué hac-- - intentó decir pero Kyuhyun le dio un arrebatador y profundo beso, el cual Min correspondió sin saber por qué, cerrando los ojos para disfrutar mejor.

De repente, de la espalda de Kyu salieron dos alas de un hermoso fuego que parecía puro. Sungmin abrió de golpe los ojos e intentó separarse del asombro pero Kyuhyun siguió besándolo de manera dulce, hasta que abrió los ojos también y sus ojos se habían vuelto del color de sus alas. Sungmin lo miró fijamente. Le parecía hermoso. De pronto Kyuhyun separó un poco sus labios y Sungmin sintió que algo entraba por su boca, como una corriente de aire que se metía en su cuerpo rápidamente. Escuchó que Kyuhyun lanzó un grito de dolor pero no podía abrir bien los ojos, por lo que sólo pudo ver que Kyuhyun brillaba. Entonces en un segundo, toda la luz y la sensación en su garganta desapareció y Kyuhyun cayó inconsciente encima de él.