Pasados dos días las cosas van mejorando, aunque he notado que Cuatro pasa ahora más tiempo con Marlene que conmigo, y eso que ya sabe porqué lo hago.
Les he visto por la ciudad, en el pozo, por el apartamento de Cuatro...
No soy celosa, pero todo tiene un límite.
- Hola, nena
¿Hola? ¿Ha dicho hola? Ni un, perdón por llegar tarde, me he despistado, lo siento mucho...
- ¿Pasa algo, nena?
- ¿Qué tendría que pasar?
- Vale. Pasa algo. ¿Cuéntame?
- ¿Qué quieres que te cuente?
- Dime qué te tiene así
- ¿Así cómo?
- Tan a la defensiva, tan cabreada...no sé
- No me pasa nada, estoy bien
- Nena, a mí no me engañas
Claro.
- ¿Qué has dicho?
- ¿Dónde estabas?
- Con Marlene
- Por supuesto
- ¿Te ocurre algo?
- Qué me va a ocurrir. Mi novio pasa más tiempo con mi amiga que conmigo, pero yo estoy bien
- No es verdad
- ¿Seguro? ¿Cuándo fue la última vez que salimos? ¿Que estuvimos juntos?, ¿a solas?, ¿tumbados en el sofá, abrazados? ¿Cuándo?
- Me dijiste que no había problema. Que lo hacíamos por Uriah y Marlene
- Sí, pero no que conllevase nuestra relación
- Tú pasas tiempo con Uriah
- No tanto como tú y Marlene
- Empezaste tú
- ¿Perdona?
- Si no se te hubiera ocurrido esta estúpida idea de darles celos, ahora no estaríamos así
- O sea, que ahora es mi culpa
- Sí
- Muy bien. Hoy duermes en el sofá
- ¡¿Cómo?!
