Siempre viví con la idea equivocada; siempre creí que el amor era esa persona a quien podías besar; siempre imaginé que me sentiría hecho una vez que lo encuentre, pero me equivoqué.
Siempre dije que él me había dado libertad; siempre dije que él era todo lo que necesitaba; siempre lo creí y te lo dije a ti, pero me equivoqué.
Ahora he comprendido quien fue aquella persona; aquella quien me dio libertad; quien me amo tal y como soy porque no es un misterio admitir que soy tóxico, pero tú supiste encontrar una gota de bondad.
Viste a aquel chico que se odia a sí mismo; viste a aquel chico que muchos lastimaron; viste cada faceta que mostré y fuiste testigo de mi cambio.
Fuiste aquella quien me vio llorar; fuiste aquella quien me vio sanar, fuiste aquella quien me vio de rodillas en el suelo pidiendo por otra oportunidad y, a pesar de tener tanto con que lidiar siempre te quedaste a mi lado.
Me siento un tonto porque dejé ir a alguien, dejé ir mi libertad y mi sensatez. Sin ti me siento vacío de alguna manera e intento engañarme a mí mismo que es por alguien más, tal vez porque no quiero saber aún la verdad o tal vez ya la sé, pero no la quiero aceptar.
No quiero aceptar el hecho de que te perdí por una estupidez que yo cometí. Sabes que no soy bueno al hablar pero si en esto y por eso aquí y ahora te pido que vuelvas porque ya no sé qué hacer, me estoy consumiendo a mí mismo.
Vuelve, vuelve, vuelve por favor.
No te pido que volvamos a ser como antes pero si te pido que más que sea me hables....