capítulo 22

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En un lugar soleado del bosque se empezaba a escuchar arboles quebrándose y gritos de demonios desgarradores, haciendo una gran explosión en el lugar levantando polvo; así se veía a Bankotsu respirar agitadamente intentando recuperar la respiración sujetando su alabarda con las dos manos. De la nada unos los arboles sale una serpiente que iba a su dirección pero en su trayecto fue eliminado por una flecha sagrada

Bankotsu se dé la vuelva para ver esa serpiente ya muerta, luego mira que sale del bosque Kagome montando a Yuko

– ¿Te encuentras bien?–intentando recuperar el aliento, mientras clavaba su alabarda para apoyarse en el

–Eso debería preguntar yo –mientras se acercaba a Bankotsu viendo con él le sonríe –yo estoy bien, no es necesario que te preocupes por mí. Yo no soy ninguna debilucha –bajándose del zorro –tú también deberías descansar un poco Yuko –mientras le acariciaba el hocico del zorro

–Creo que eso era todo… por ahora –dice Bankotsu mientras mira a su alrededor –no siento más esas cucarachas por aquí cerca.

–Si, hoy vinieron varios demonios. Pero esta vez muy débiles –mirando también a su alrededor –y  lo peor es que ninguno tenía  fragmentos de la perla –dice soltando un gran suspiro

–Deberíamos  buscar un lugar para descansar, ya está apunto de anochecer –levantándose para cargar su alabarda en su hombro –estuvimos peleando casi todo el día, es mejor que descansemos

–Si, tienes razón –empezando estirarse los brazos –mmmm aaahh… mis brazos… –mientras se estiraba un brazo para liberar tención – ¡ah! por cierto Bankotsu, es tu turno de buscar la comida –mientras camina a su lado de Bankotsu

– ¿porque yo tengo que ir a buscar la comida? si tú eres –pero se detiene lo que iba a decir al recordar como Kagome era perseguida por los jabalís –mmm pensándolo mejor. Yo me encargo de la cacería esta vez –se detiene para mirarle a los ojos –por qué cierta persona... casi es asesinada por unos jabalíes furiosos –mientras se burlaba de Kagome mirando como ella cierra los ojos teniendo venitas que salían de su cabeza y un tic en su ojo derecho

–Anda búrlate de mí –desafiándole con la mirada –pero en ese día, no hubieras comido jabalí –escucha como Bankotsu empieza a reírse mas –Bankotsu eres un – pero se detuvo de repente al sentir una presencia –Bankotsu

Bankotsu también se detiene dejando también de reírse y empieza a buscar de esa presencia maligna que apareció de repente… pero no encontraba nada, al igual que Kagome empezaron a buscar a su alrededor ‘‘maldición ¿dónde demonios esta? ’’ Poniéndose en guardia como Kagome. Sacando su abaniquera y la pequeña espada ‘‘¿dónde está?… no lo veo’’ ve como el zorro también se pone nervioso en su lugar buscando por los arboles ‘‘¿estará escondido en los arboles? Lo siento como estuviera encima de nosotros’’

Bankotsu empieza a ver arriba pero no hay nada en el cielo ‘‘si no está arriba debe estar’’ se da cuenta donde está el demonio.

Pero ya era demasiado tarde porque de la nada del suelo sale una enorme boca atrapándolos a Bankotsu y Kagome  de un bocado

En cambio Yuko estaba afuera pero empezó atacar al demonio por afuera mordiéndole con tal que los libere, pero ese demonio no se dejaba empieza lanzar sus tentáculos hacia Yuko

Mientras dentro de ese demonio Kagome al igual que Bankotsu se dieron cuenta que se encontraba en el estómago de ese demonio  de la nada se dan cuenta que el cuerpo de ese demonio empieza palpitar por los fragmentos haciendo que se transforme

–¡¡Bankotsu tenemos que salir de aquí!! –mientras intentaba cortarle... por hacer eso unos tentáculos le sujetan –¡¡aaaaahhh!! ¡¡Qué asco!! –corta con su abaniquera los tentáculos

Unidos por la perla de shikonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora