Unidos por la perla de shikon

capítulo 24

En la mañana siguiente Kagome empieza a despertar moviéndose en el futon buscando a alguien con la mano pero al no encontrar se empieza a desesperarse haciendo que se levante abruptamente del futon matrimonial; viendo que la habitación se encontraba vacía ella empieza a preocuparse por Bankotsu pero sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de una puerta corrediza, hace que le llame la atención... quien era y ve que era Bankotsu entrando a la habitación

–aaah al fin despiertas, dormilona –Bankotsu entra viendo como Kagome aún no salía de su impresión –aaah vaya me das la más hermosa vista o ¿quieres que te atienda? –Haciendo que Kagome le mire extrañada por su comentario – ¿ahora que tienes mujer? no dices nada…si sigues así, juro que te daré una buena razón para que no te muevas del futon –haciendo que Kagome al fin salga de su ensoñación

– ¿eh? ¿De qué hablas? –pero de la nada siente que le duele todo el cuerpo.

Empezando analizar su situación en que se encontraba; adolorida  más que nada en los pechos y en su intimidad y también se encontraba desnuda. Haciendo que Kagome la palabra ‘desnuda’ rebote en su cabeza como un eco

–pero yo…. ¿Eh? ¿Estoy desnuda? –viendo que tenía los pechos expuesto siendo la vista de Bankotsu, acto como reflejo se tapa los pechos con la sabana

–Si… ya me di cuenta –dice Bankotsu empezando a sacar unos frutos de un saco –así yo te deje, mientras fui a ver en los alrededores y a buscar algo para comer –lo dice tranquilamente viendo como Kagome se pone más roja como un tomate

–Yo, yo y-yo digo tu… bueno nosotros –empezando a recordar lo que paso aquella noche –es-es estuvimos –ve como Bankotsu se acerca hacia ella con una manzana en su mano

–Si Kagome lo hemos hecho –dándole un beso apasionado. Haciendo que Kagome se relaje –hicimos el amor, hermosa –dándole otro beso en la frente –es hora de desayunar tenemos trabajo que hacer, y vístete o si no te hare el amor de nuevo hasta ya no puedas sentarte –haciendo que Kagome empieza a temblar por ese comentario que hizo Bankotsu –jajajaja está bien solo te hare el amor –dándole un mordisco a la manzana pero luego se le da Kagome para que coma también –te amo –dándole otro corto beso haciendo que Kagome corresponda

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Bankotsu y Kagome salen del castillo para comprar algunos pedidos del terrateniente también que escolte a una partera; A medida que caminaba por el pueblo, Bankotsu agarra la mano de Kagome mientras en la otra agarraba su alabarda, siguiendo a la partera del pueblo. Al final la partera entro a una cabaña a recoger unos pedidos como unas mantas limpias. Mientras Bankotsu y Kagome esperaba afuera de la cabaña

–Bankotsu –llamándole la atención –creo que no solo existe un fragmento por aquí cerca

– ¿mmm? ¿Qué dices Kagome? –mirándole a los ojos

–Estoy sintiendo otros fragmentos en esa dirección –apuntando donde percibe los fragmentos –creo son… unos dos mmmm… creo que son tres

– ¿dónde dijiste que estaba? –sujetando su alabarda

–Por ahí –apuntándole otra vez la dirección – ¡espera! ¿a dónde vas? –Deteniéndole su camino –no podemos ir es muy arriesgado. Son tres fragmentos nunca hemos peleado con un demonio así

–Iré por eso fragmentos –volviendo a caminar –es posible que ese demonio ataque a esta aldea

–bueno, iré contigo

–no, tú te quedas aquí a esperar a la partera

–pero...

–Solo iré averiguar –dándole un beso en la frente –tranquila vendré lo más rápido –disponiéndose a irse pero Kagome le sujeto su mano