Unidos por la perla de shikon

capítulo 30

Una vez que todo el grupo se encontraba esperando afuera de la cueva con una pequeña fogata, todos se encontraba en sus propios  pensamientos al entender que Bankotsu está vivo, junto con una mujer que supuestamente es Kagome

Kikyo y Inuyasha se encontraba dentro de la cueva viendo como las dos personas se encontraba dentro de la esfera; Kikyo tocaba la esfera mientras veía como el cuerpo de Kagome empieza a currarse al igual que Bankotsu

–Kikyo –Inuyasha le llama su atención –¿porque estas segura que ella es Kagome?

Soltando un gran suspiro cansado –Inuyasha ¿porque no quieres admitirlo que ella es Kagome? –Dándose la vuelta para verlo –te cuesta mucho admitirlo, no es verdad?

–Kikyo…yo… bueno es que ella

–no me importa, yo sé que es Kagome. Cuando la vi –sonríe tristemente –me era difícil creer, pero no sé… porque me dio mucha felicidad al verla –volviendo su vista en la esfera –la vi en el castillo de ese terrateniente, cuando estaba en búsqueda de Kohaku –viendo como Inuyasha le escuchaba atentamente –la vi pelear con los demonios que se encontraba en el castillo. Al principio pensé que era solo  una simple muchacha del castillo. Pero... cuando se sacó la capucha –soltando un gran suspiro –la vi… era Kagome, además de no recordarme... que ya no sea mi reencarnación… ella estaba ahí como siempre protegiéndome

–Kikyo... –acercándose a ella –haces esto porque te salvo?

–no es lo tú piensas. Cuando la toque –viendo su mano –ella, bueno nosotras sentimos como de alguna razón nuestras almas se haya encontrado –levanta su vista hacia a las luciérnagas que se encontraba iluminando el lugar –sé que es ella no me puedo equivocar

–Lamento por todo lo que paso –mientras miraba la esfera –yo… bueno. Es que yo… 

–Sé que te cuesta admitirlo Inuyasha, al igual que todos –se da la vuelta para salir de la cueva –pero Inuyasha mi amenaza sigue en pie, así que no cometas una estupidez tuya...

–Kikyo, sé que me equivoque… es solo que… en todo este tiempo admití que Kagome estaba muerta y solo pienso que…

–que ella que es un copia de Kagome

–bueno, es solo que...

–Déjalo Inuyasha, ya no importa –dándole una última mirada a Inuyasha –ahora tengo otra oportunidad de proteger a Kagome, y no dejare que esta vez muera –dice eso mientras salía de la cueva

–Kikyo... –dirige su vista a la esfera –Kagome… no se… porque me comporto así –cerrando sus puños –me cuesta admitir que estas con nosotros, o será que –levanta la vista; viendo a la pareja dentro de la esfera –o será que odio admitir que ahora estas con Bankotsu -al decir eso cierra los puños

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Ya pasaron tres días desde que Bankotsu y Kagome se encontraba dentro de la esfera, todo el grupo seguía esperando afuera de la cueva, a que salga de la esfera.

Todo en el bosque se encontraba tranquilo, hasta que un pequeño temblor azota en el lugar haciendo escapar algunas golondrinas en el lugar...

–Ahora entiendo porque Kagome le azotaba con el hechizo –dice Kikyo, mientras ponía su mano en su frente; mientras todos veían a un Inuyasha en el suelo

–Señorita Kikyo no sabía que podía hacer ese conjuro –menciona Miroku, asombrándose al ver como Inuyasha seguía en el suelo

–yo fui la que creo ese conjuro –mientras soltaba un suspiro cansado

–asombroso y pensar que solo Kagome podía activar el hechizo –Dice Sango acercándose a Inuyasha –oye Inuyasha, ¿te encuentras bien? –Mientras le molestaba una rama –aun no te liberas de ese conjuro