Capítulo 13

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Gwen

Muchas personas afirmamos temer a la oscuridad. Yo creo que lo que tememos en realidad es lo desconocido, lo incierto... y el caos que se puede desatar sin nuestro conocimiento. Lo que me lleva a creer que también tememos a perder el control. La sola idea de que los eventos de mi vida sean turbulentos y sin sentido, me congela las venas. Sin embargo, creo que he tenido una buena respuesta a todo lo que se ha desatado en mi vida, y en mi entorno.

Después de la caída que tuvo mi madre, y a pesar de sus protestas, fuimos donde el doctor, quien nos aseguró que no era nada, solo un efecto secundario del tratamiento. Ya sabíamos que perdería el balance, las fuerzas, el apetito. Ahora mamá debería pasar más tiempo en cama. Las buenas noticias eran que, al parecer, el sistema de mi madre estaba respondiendo bien al tratamiento y, según el doctor, era muy pronto para saberlo con certeza, pero todo parecía acorde a lo esperado.

Por lo pronto, madre me insiste que siga con mi rutina, como si nada pasara. E intento hacerlo, más que nada por ella, la calma verme calmada.

Por otro lado, la situación con Lisa y Wyatt menguó rápidamente. Principalmente por influencias de la familia Rothschild, y los padres de Lisa, quienes quisieron evitarse un escándalo y que la reputación de su hija sufriera. Así que todo terminó con la extracción de Wyatt del instituto bajo la excusa de que terminaría el bachiller en la ciudad. Lisa, por su parte, se volvió retraída. Todos en la escuela murmuran que es por la partida de Wyatt.

Y mi novia, ¿por dónde empezar con ella? Conforme se acerca el fin de año, su examen de ingreso a la facultad, y el sin fin de entregas de trabajos, proyectos, ensayos y maquetas, nuestro tiempo juntas se vuelve más y más corto. No sé si es esa tensión, o todo lo que no le digo cada vez que habla de irse a otro país a estudiar, pero la siento tan lejos, aun cuando esta abrazada a mí. Es como si su mente ya estuviera en donde sea que la acepten, diseñando puentes y rascacielos, dejando su huella en el mundo.

"¿Qué haces enana?", pregunta Liam, botándose en la cama junto a mí, y sacándome de mis pensamientos.

"Leo", respondo simplemente, y alzo el libro al que dejé de prestar atención hace mucho tiempo.

"¡Qué seca! Le voy a decir a tu novia que te de amor más seguido, porque te estas amargando mucho", me dice en forma de broma.

Yo sólo atino a mirarlo con exasperación y llevo mi vista de vuelta al libro, aunque no logro concentrarme en las letras frente a mí.

"Ya en serio, ¿pasa algo?", pregunta después de un rato en silencio, "sabes que puedes contar conmigo".

"Mira quién habla", le espeto recordando la conversación que tuve hace unas semanas con Emily. "No eres el único que se guarda lo que le pasa con su chica".

"No sé de qué hablas", musita serio, pero su semblante te torna rojo como tomate.

Suelto un largo suspiro, demasiado cansada para debatir con él ahora. Nos quedamos callados un rato, hasta que suena el timbre. Rápidamente me levanto y bajo a abrir. Espero que sea Elise; dijo que estaría muy ocupada estudiando hasta tarde, y que mi presencia cerca de ella no la dejaría concentrarse, pero tal vez cambió de opinión, o decidió darse un descanso.

"¿Lisa?"

"Hola, Gwen", se la ve más delgada, pálida, su cabello luce como si no lo hubiera lavado en varios días, y sus ojos portan unas ojeras muy marcadas. No la había visto tan de cerca desde aquel día que corrió a esconderse al baño del gimnasio.

"¿Qué tal?, ¿cómo estás?, ¿gustas pasar?". Me hago a un lado para dejar que entre, lo cual ella hace en completo silencio, sus manos apretándose entre sí.

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⏰ Última actualización: Jun 08, 2018 ⏰

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