Mental Hospital [Larry Stylinson]

Capitulo IV

La vista se vuelve turbia ante sus azulejos y puede sentirse totalmente inerte. Músculos helados y un frío erizante que viaja por toda su espalda baja hasta su centro.
Escucha gotas escurridizas caer hacia el suelo creando un ligero eco en la estancia. El líquido no puede ser proveniente de sus ojos, ya que una de sus pequeñas lágrimas no podrían crear tanto barullo, y mucho menos cuando él mismo puede sentir a sus lágrimas deshaciéndose mientras se deslizan sobre su rostro.

Crea su propia hipótesis.
Sangre. Roja y espesa sangre que quita la vida.

"Louis..." susurra la voz de Harry sobre su oído

"Estás aquí para vernos sufrir y eso calma a tu insaciable bolsillo" el hombre dentro de la habitación suelta la mano que sostiene y Louis siente como cae sobre la punta de su zapato para luego ir rodando hacia el suelo.

Se da cuenta que su cuerpo no puede más cuando él mismo va dando vueltas dentro suyo y sus ganas de vomitar crecen hasta poder sentirlo en el paladar, pero no se le es dado el lujo de poder hacerlo y simplemente se siente caer sobre la inmundicie de Mc Gacket.
Tal vez, Harry lo sostuvo.
Harry era ahora mismo parte de la inmundicie de Mc Gacket

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Era caliente.
Se encontraba jodidamente caliente. Sudor salado que empapaba su cuerpo y lo dejaba con pegajosas e incómodas sensaciones en todo la espalda.
Su cuerpo dolía tras la dura superficie en la que se encontraba recostado y la oscuridad de la habitación lo desorientaba para peor.
No recuerda mucho de lo ocurrido hace un par de horas y susurra para sí mismo un "me duele todo" antes de sentarse sobre el colchón y entender en que situación podía estar encontrándose.

"¿Louis? ¿Estás despierto?" Una mano toca su hombro. Se siente sobresaltar e intentando adaptar sus ojos a la oscuridad completa puede notar a los de Harry quien está sentado a un lado de su adolorido cuerpo "Bueno supongo que si... Te desmayaste, Louis. No supe que hacer"

"¿Cuánto tiempo llevamos aquí?" 

''Al menos un par de horas. No sabía que fueras tan sensible a la sangre. Una mano, Louis. Una mano. No entiendo que es lo que temes, la única diferencia es que ya no está pegada a su cuerpo''

Siente nauseas cuando escucha hablar a Harry, se replantea un segundo si creer que lo que decía lo creía genuinamente y no tarda mucho en confirmarlo por sí mismo. Lamentablemente tenía sentido que pensara de esa forma. 

Donde rayos se encontraba metido. Su cabeza seguía doliente y palpitante, pero estaba seguro de que no podría dormir para calmar su jaqueca y es que prefería quedarse despierto hasta que amaneciera, a que un tipo que pensaba que cercenarse una mano era normal hiciera que despertara sin extremidades. Puede que Louis estuviera exagerando pero el pobre estaba a punto de tener un colapso nervioso y solo pensaba en como escaparía de allí.

''Estoy cansado, Lou'' 

Intentó pensar en algo, cualquier cosa, cualquier escusa que lo alejara de ese infierno. Lo que sea. Su mente se apagó, dió un respingo y volvió a mirar hacia Harry.

Tan enfermizo como encantador, inmovilizado a su costado sentado sobre el colchón blando, se le hizo raro que alguien como Harry tuviera aquellos privilegios de un colchón y almohadas en Mc Gacket, al parecer no se encontraba totalmente abandonado y habría alguien que se encargaría de sus necesidades.

El rizado miraba una esquina oscura de la habitación, pensando, descansando y divagando, la silueta de su cuerpo haciéndose más grande y atemorizante ante los ojos de Louis quien pensaba que si lo ignoraba perdería el control totalmente. Se calmó y arrimó su cuerpo dando contra la fría superficie de pared. Pensó en Harry y el horrible día que habría tenido. Atentar contra el personal debería de ser muy agotador ¿Cierto?

''Ponte a un lado mío'' 

No protestó ni un segundo. Fue lanzado por inercia sobre la superficie, casi a nada de aplastar al arrinconado cuerpo del doctor. Un mechón de Harry cayendo sobre la nariz de Louis, quien tuvo que moverla un poco para que este se deslizara hacia abajo. 

La espalda del mayor cubriendo completamente su cuerpo. Él era una minuscuidad ante sumo tamaño muscular y brazos fuertes. 

El cuerpo que lo confinaba de movimiento comenzó a liberarlo mientras daba vuelta sobre sí mismo dando su rostro hacia el suyo. Frente a frente, respiraciones húmedas asfixiándose mutuamente pero a Harry parecía no importarle.

''Este lugar me recuerda a casa, tan oscura y silenciosa. Tantas mentiras sobre paredes" habló sofocándolo e incomodándolo por el calor.

"Este lugar no puede recordarte a un hogar, Harry. Este lugar es todo lo contrario a la calidez de uno".

"Es mi el mío ahora".

"Malvenido a Mc Gacket, Harry".

"Malvenido a Mc Gacket, Louis. Nuestro nuevo hogar".