Prólogo.

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Mientras los aullidos desgarradores de los pacientes se escuchaban por todo el lugar, los pasillos helados se encontraban infestado de personas.

Los gritos hacían helar la sangre de cualquiera que osara poner un pie en el fantasmagórico lugar y no era para menos.
Las personas que se encontraban ahí eran muertos en vida. Eran más que pobres desdichados que habían sido dejados allí a su suerte por sus familias, y es que de eso se trataba Mc Gacket. De un asilo para gente a las que se les había quitado el título de ser llamadas "personas", pues ahora solo se trataban de locas, maniáticas, enfermos, una plaga sin remedio alguno y sobre todo, cosas que esperaban su muerte como el más ansiado día.
Personas que ya no eran ellos.

Mc Gacket era eso. Donde los pobres desdichados eran lanzados al infierno a su suerte, sus familias dejaban de responsabilizarse de ellos y solo esperaban el día en el que en su buzón llegara una correspondencia que dijera:

"Lo sentimos, pero su familiar a fallecido. Esperamos a que venga a recoger sus restos o si no, procederemos a la incineración de ellos mismos"

Atentamente: Oficinas Mc Gacket

Como era costumbre, la segunda opción era la más usada muchas más veces de las que debían. Los cuerpos eran incinerados y sus familiares jamás habían sido vistos por las instalaciones. Solo así se acababa el vínculo.

Los asesinatos, suicidios y ver como día a día el mismo personal iba enloqueciendo hasta llegar al punto de ser ellos mismos los atendidos, era tan normal como saludar a un simple vecino por las mañanas.
Era algo inevitable y los casos jamás eran reportados a la policía, pues se trataban de personas enfermas y a la policía le importaba tan poco como los enfermeros y doctores sus mismos pacientes.

Era solo oscuridad.

Pasillos viejos, junto con una arquitectura escalofriante.
Las paredes eras simples pintadas de un muy anterior blanco, ahora manchadas de sangre seca, amarronadas por el tiempo de ellas mismas.
Cualquiera que lo viera se daría cuenta que todo caía a pedazos lentamente.

En una habitación normal, habitaban al menos hasta cinco personas. Un colchón se trataba de un lujo en las instalaciones y solo se les eran dadas si un familiar pedía que lo hiciera.
Por ello la mayoría dormía junto a una tela en el suelo, quizás con un pedazo de cartón debajo de ellos y quizás junto a una tela sobre el sujeto.

Aquellos que estaban totalmente enfermos, vivían aislados.
No como en las películas, donde se los coloca en una habitación completamente blanca y son estudiados por profesionales para de alguna forma intentar ayudarlos... No.

Si no, se trataban de cuatro muros de concreto en donde se colocaba a la persona y jamás volvía a ser liberada de allí.
Totalmente oscura, donde los sonidos del lugar y las cosas que uno puede ver estando loco, hacían empeorar mucha más a la persona. Y Era de esperarse, que cosas puede ver uno estando enfermo y en un estado tan malditamente solitario.

Louis, se preguntaba como demonios había llegado a ese maldito infierno.
El intentar ayudar a personas lo estaba volviendo loco, por que ni siquiera podía lograr su propio cometido y el intentar y siempre fallar lo carcomía por dentro.
Detestaba el estar en su casa y escuchar su celular junto a un:

"El paciente al que estabas atendiendo a muerto, mañana se te asignará otro. Lo sentimos, Louis"

Y siempre era el "lo sentimos" cuando nunca lo decían en serio. Jamás lo sentían.
Louis, era el único que podía sentir compasión por las personas que se encontraban en ese pútrido lugar, aunque sabía que la mayoría de las veces su trabajo se volvía completamente inútil y eso lo desesperaba más veces de las que podía recordar.

El día de hoy era un día de esos.

Samantha recién acababa de enviar un mensaje a su celular para decirle que Josh -su antes vivo paciente- había fallecido. Suicidado, para ser más específicos.

Ahora se encontraba como siempre, llorando e hipando, siempre intentando hacerse el fuerte con las mismas palabras rondando su cabeza:

"Tu puedes. A la siguiente persona seguro podrás ayudar"

Se mentía, pero al menos así podía lograr conciliar el sueño.

Con un nuevo mensaje a su celular, Louis frotó sus ojos mientras miraba la pantalla iluminada por la imagen de Samantha.

"Tu nuevo paciente será Harry Styles.
Doble personalidad y acusado de dos asesinatos. Cuidate"

Y así fue como Louis no pudo dormir pensando en el asesino con el que le había tocado convivir desde ahora.






Hola chiks...

Gracias por el apoyo que le han dado a esta novela, la verdad lo agradezco mucho.

Los capítulos todavía no serán publicados. Esta fue una simple idea mía que fue muy acogida por ustedes y por ello estoy empezando a escribirla.

Los capítulos no van a ser ni tan largos, ni tan cortos.

La fecha de estreno será el 12 de Octubre así que estén atentos a sus notificaciones ,y no me olviden y dejen en lo más oscuro de su biblioteca como esas historias que dijeron que leerían más tarde :)

Comenten y voten, eso me ayudaría mucho a seguir escribiendo.
Si encuentran alguna falta ortográfica no se tarden en avisarme.

Ya con todo este dicho, me despido y les deseo buenas noches...

Arhe ia bai

Mental Hospital [Larry Stylinson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora