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La noche cae lentamente sobre Londres cubriendolo con un manto negro y frío. Las temperaturas bajan drásticamente al finalizar el día por esta época del año.
Dentro del pequeño y acogedor apartamento, Leondre y yo, tras haber cenado, nos encontramos viendo la televisión en el sofá.

-Me da mucha pena que sea el último día de nuestras vacaciones improvisadas- Me dice él interrumpiendo las voces de la serie.

-A mi también. Siento mucho que tengamos que irnos antes por mi culpa- Contesto

-No te preocupes, Leah, no es tu culpa estar enferma- Hace una pausa y continua dubitativo- Estos días me han ayudado a conocerte más, y... a descubrir lo mucho que me gusta pasar tiempo contigo-

Dejo de seguir la escena en la tele para ofrecerle una dulce sonrisa.
El pelo le cae por encima de la frente en un revoltijo rubio, y sus mejillas están alegremente sonrojadas.

-Que tontito. Dame un abrazo anda-

Se incorpora hacia mi y me rodea con los brazos. Aprieta con fuerza a pesar de mis quejas.

-¡Vas a dejarme sin aire!- Le grito.

Tras unos segundos en los que intento zafarme de su agarre, me suelta y nos reímos juntos. Sus ojos observan fijamente los míos, y va dejando de reírse para tornar su expresión seria.

-¿Es eso un problema?- Pregunta

-¿Eh?-

-Dejarte sin aire, que si supone algún problema- Concreta

Río y le contesto

-Hombre, pues...-

Antes de que pueda finalizar la frase, pasa su mano por mi pelo y la deja detrás de mi cuello. Su potente mirada corta mi risa, y baja de mis ojos a los labios.

-No es un problema si puedo devolvertelo- Susurra

En un segundo aproxima su cuerpo a mi y sus labios cubren los míos. Le acaricio el pelo mientras nos fundimos en besos y sólo se escucha en la habitación el ruido de nuestros labios asaltándose y la televisión de fondo.

-Wow- Me dice cuando se separa por un momento- Eso ha sido, simplemente, wow... ¿Te sientes cómoda? Lo siento, no te pedí permiso-

-No, no lo sientas, me siento cómoda. Con Dan no supe nunca que era un beso sincero, y llevo deseando que me lo enseñases días- Me muerdo el labio nerviosa

-Yo llevo deseándote desde el primer comentario que puse para molestarte-

-Me gusta que me molestes. Sigue haciéndolo-

Junto mi boca con la suya con más ansias esta vez, y me pasa el brazo por la cintura, atrayéndome hacia el. Tira de mi camiseta hacia delante y deja de besarme. Tira de mi para que me suba sobre él. Su espalda se apoya en el sofá, y sentándome con una pierna a cada lado de las suyas, nos buscamos con deseo.

-Me gustas, Leah- Sentencia

-Ya veo-

Me repasa con la mirada mientras le acaricio la mejilla con los nudillos.

-Y si me permites decírtelo, con todo el respeto del mundo, estás muy buena-

Nos quedamos mirándonos una vez más, y me agarra la muñeca guiando mi mano al borde inferior de su camiseta.
Tiro de ella hacia arriba y su torso queda descubierto.
Me acerca más a su cuerpo, y me llena el cuello de besos tímidos.
Con una mano en mi pecho y girándose hacia un lado del sofá todavía conmigo sobre él, me empuja, tumbándome, y se sube sobre mi.
Entre besos me quita la camiseta y me pregunta si estoy bien, y si quiero que sigamos. Asiento y, la noche se vuelve larga mientras nos olvidamos del frío del invierno londinense fundiéndonos en la que sería la "primera vez" de Leondre.

Instagram. Sassy; Leondre DevriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora