Cuando era tan solo una joven su madre fue robada y violada por su padre, luego la dejo, ella se entero de que estaba embarazada, pero jamas le dijo a ese hombre que tendría una hija. Tiempo después T/N nombre de su hija, también era acosada por un...
Nuevamente regresaba de la escuela y otra ves llego Kai en su camioneta, el era uno de los narcos mas poderosos del pueblo en el que vivo.
Hola muñe quita-dijo coqueto, pero yo no voltee.
Déjame en paz-estaba molesta, porque siempre era lo mismo, desde que cumplí 12 el amenazaba a mi madre con secuestrarme y hacerme suya. Corrí lo mas rápido que pude pero paso su camioneta en frente de mi y choque con esta por lo que me caí.
Adonde con tanta prisa muñe quita hermosa-me levante y el se bajo de su camioneta-Déjame no me hagas daño-dije con desesperación, me puso contra la camioneta y empezó a tocarme-Suéltame-grite y golpee su parte baja, por lo que me soltó y salí corriendo.
Al llegar a mi casa le dije a mi madre lo sucedido y ella salio con un arma en mano para matarlo, mas sin embargo no consiguió darle ningún tiro.
Hija lo siento, no quiero que pases lo mismo que yo, la única solución es que te vallas a vivir con tu padre-dijo angustiada y abrazándome-Que no dijiste que se había muerto-le grite desconcertada y a la ves molesta-Lo había hecho por tu bien y porque el no sabe que existes, pero mañana mismo lo sabrá-me abrazo con fuerza y empezamos a arreglar mis maletas.
Solo vivía con mi madre y mi abuelo pero el estaba ciego, no pude dormir en toda la noche, yo no quería separarme de mi familia, no conocía a ese hombre, tenia miedo.
Desperté, me despedí de mi abuelo y me fui con mi madre a la zona rica de Corea, entramos en una mansión realmente hermosa y nos recibió una mujer.
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Que quieres Yinta?-dijo la mujer groseramente-Solo quiero ver a Nam-dijo mi madre-Pues eso es imposible el no esta-dijo con una sonrisa en su boca-Pues lo esperare-dijo mi madre-Ni siquiera lo pienses maldita, guardias, saquen de aquí a este par de dos.
A mi madre y a mi nos jalaban muy fuerte, hasta que de pronto llego el suso dicho.
Que pasa aquí-dijo molesto.
Nam, jefe soy yo Yinta, la que una ves fue su mujer necesito que hablemos.
Esta bien, llevarlas a mi despacho-ordeno.
Una vez ahí mi madre le dijo lo sucedido y después que yo era su hija.
El trato es este, me quedare con ella, la cuidare, educare y enseñare a que sepa defenderse y después te la devolveré-mi madre asintió con la cabeza-Bueno dejare que se despidan-dijo el hombre.
Hija pórtate bien y recuerda que Nam es tu padre, date a respetar, no me olvides y tampoco olvides que eres la hija de un sicario-solo asentí y seguí llorando.
Mi madre se fue y fue entonces que comenzó una nueva vida para mi.
