06: Odio mentirte.

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Abrí los ojos lentamente, con la sensación que me pesaba todo el cuerpo. Me dolía muchísimo la cabeza. Me levanté perezosamente, y al agarrar el móvil en la mesilla de noche me di cuenta que había una nota junto un vaso de agua y una pastilla así que la leí.

"Buenos días cielo, he salido a comprar algo para desayunar que sólo habían cuatro cosas muertas de risa y sé que nosotras nos pegamos unos atracones que estarían incluidos en los Guinness World Records, te he dejado una pastilla para el dolor de cabeza, tú aséate tranquilamente. Te quiere Leire."  

Una vez termino de leerla la doblo y la vuelvo a dejar en su sitio. También sigo sus instrucciones y me tomo la pastilla rogando que hiciera efecto. Como sabía que Leire se tomaba su tiempo en hacer las cosas decidí darme una ducha que terminara de quitar el alcohol de mi cuerpo. Así que me metí en el baño y dejé que el agua caliente hiciera su trabajo. Leire y yo nos teníamos mucha confianza así que no se molestaría si le cogía algo de ropa de su armario. Tampoco me iba a poner su modelito más nuevo vamos a ver, así que opté por algo simple, nada de complicaciones ni dolores de cabeza porqué ya tenía bastante.

Decidí bajar al salón y aún Leire no había llegado. Recibí una llamada de parte de mis padres para que fuera ya que debíamos hablar de muchos temas. Les respondí que sí, que iría más tarde.

No tardó mucho en aparecer Leire cargada de bolsas así que me ofrecí a ayudarla. Me encontraba en la barra americana apoyando mis manos en mis mofletes.

―Te ves muy adorable en esa pose.―me sonrío Leire mientras sacaba el desayuno.

―Gracias Ler, por todo.

―Me tienes aquí para lo que necesites, lo sabes de sobra. ―Colocó en la encimera de la cocina una bolsa y dos vasos humeantes y añadió―: Y acerca de lo que pasó ayer, no te preocupes, esta bien que experimentes estás en toda tu libertad, pero has de vigilar ¿vale?.

―Lo sé Ler, siento preocuparte, sólo quería disfrutar un poco y olvidar por un momento quién soy.

Leire no llegaría a entender nunca el doblé sentido que esa frase contenía. Solo quería ser una adolescente normal disfrutando de una fiesta.

―Para eso estoy yo para no dejar que cometas locuras ni que pierdas tu esencia, Blair te aseguro que eres importante, nunca lo olvides ni dejes que nadie te haga pensar lo contrario. Algo que admiro de ti es tu fuerza para afrontar las cosas y seguir adelante.

―Te aseguro Leire que a veces esa fuerza me falla y solo me dan ganas de rendirme. Simplemente ves que vas a perder o algo saldrá mal y te quieres apartar.

―Entonces recuerda el objetivo por el cual lo haces,  y esa fuerza resurgirá como el mismo Ave Fénix lo hizo, no importa cuantas veces ya que siempre lo lograrás.

Esta mujer era mi punto de apoyo, referencia, ancla pero sobre todo mi talón de Aquiles. Algo que si perdía o le pasaba algo no sabría rehacerme como el gran pájaro de fuego hizo como dice ella.

Desayunamos entre risas, hablando acerca de todo.

―Leire, mis padres me han pedido que les acompañe en un viaje muy importante para ellos. Sé que será muy jodido pasar unos días la una sin la otra, sólo espero que lo entiendas Ler.

Odiaba mentirle así, por toda la cara. Porqué yo si era consciente del verdadero motivo de mi ausencia. Pero por otra parte Leire estará tranquila y relajada durante unos días, sin tener que cuidarme.

―¡Pues claro que lo entiendo!―dijo colocándome la mano en un hombro.

Le di un gran abrazo ya que no sabía cuándo la volvería a ver.

Narra Leire

Llegamos a casa a las cuatro y media de la mañana. Sostenía a Blair por la cintura para que no se cayera hacía delante. Hoy se había pasado con el alcohol, siempre que pillaba un cebollino lo hacía por algún motivo. Me preocupaba verla en ese estado, tan perdida. Como pude abrí la puerta de casa. Una vez dentro la acompañé a la habitación y la ayudé a ponerse el pijama. Cuando me quise dar cuenta estaba completamente dormida, le di un beso en la frente y cerré la puerta.

Con ella me sale el instinto de hermana mayor. Sé que ella no lo admitirá pero sufre muchísimo con la ausencia de sus padres, se siente sola. Yo sólo intento hacerla sentir mejor.

Una vibración me lleva a bajar la vista hacía mi móvil. Era Jackson deseándome las buenas noches, le contesté cariñosamente.

Me puse el pijama y me acosté.

Narra Blair

Pasé toda la mañana con Leire. Hacía el mediodía me fui a mi casa a hacerme la maleta, ya que estará la bastantes días fuera de Belmont.

Mis padres me vinieron a buscar a eso de las cuatro y media. En toda la avenida, los vecinos se encontraban  escondidos detrás de las ventanas analizando a mis padres. Me imaginé lo que vendría después, los Anderson estaríamos en boca de todo el puñetero pueblo.

|Qué irónico es, unos abriendo la boca y yo sin poder contar mi verdad, siguiendo con la jodida farsa.|

Me monté en el coche y miraba distraída el paisaje.

[...]

Por fin llegamos a Wellbing y con ello las responsabilidades.

Tras deshacernos de los trastos nos sentamos en la gran mesa del comedor. Miré a mis padres pero yo no hablé debido a la rabia que me consumía.

―Cielo...―empezó mi madre. Supongo que recibiste la carta de los Williams.

Asenti con la cabeza.

―Bien, se celebrará el miércoles que viene. Ya haremos las compras adecuadas para la ocasión. ―Alargo su mano buscando la mía, fue un pequeño gesto que me emocionó, y mucho, sólo que no lo demostre.

Llegó mi turno. Pregunté si la família enemiga se había atrevido a hacerles daño. Negaron. Esa maldita família dónde todos eran cabezones y se dejaban guiar por el odio y no la razón.

―¿Más territorios conquistados?.

Si, habían pequeños territorios que des de hace muy poco habían sido tierra de nadie.

―Si hija, pero hay un problema. Esta dividido una parte es nuestra y la otra es de los Vince.

―¿Pudisteis llegar a un acuerdo sin que sacarán los colmillos?. Wow estoy impresionada. ¿Eso no es todo verdad?

Esta vez habló mamá.

―No cariño. Sé la política que quieres hacer, no quieres que personas sufran y ellos tienen aterrorizados a los habitantes de su parte.

―Papá, Mamá sé que os vayas a negar en rotundo. Pero pensad, mantened la cabeza fría durante la conversación por favor. Voy a hablar con los Vince, hay que hacer algo. No pueden seguir así, no si yo puedo evitarlo.

―Voy a llevarte en coche.

―Papá se cuidar de mi misma, lo haré sola, con permiso. ―dije levantándome.

Los dos se miraron, vi terror y angustia  en su ojos.

―Blair, tienes que tener muchísimo cuidado.

―Lo sé mamá, es arriesgado pero lo lograré. ¿Papá?.

―Montate en el coche.

Hola chicos aquí veis otra faceta de Blair. Comentadme que creéis que va a pasar en el encuentro, ¿Aceptaran los Vince tan fácilmente? ¿Saldrá alguien herido?. ¿Que pasará con el baile?Me encantará leer vuestras especulaciones sobre el siguiente capítulo. Sé que he tardado un montón en subir, hoy he escrito esta parte rápido para que lo pudierais disfrutar así que disculpad las faltas. Os quiero un montón aún recuerdo cuando me emocioné con los 1K y vamos casi por 5K así que estoy súper agradecida. Si tenéis alguna duda o pregunta dejadla en los comentarios. Besos.

Dare The EnemyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora