Capítulo 9°

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                 Estaba confundida, Lisa acababa de decir que, al parecer, me gustaba Eric. Y esa suposición parecía cierta, pues siempre acudía a él. Estos últimos años, aprendí a depender de él y cuando faltaba al trabajo, me ponía triste.
           Terminé mi trabajo, así que volví a casa. Cuando llegué encontré una nota de mi madre en donde decía que había salido. No tenía mucho apetito, solo 'cogí' algunas frutas de la nevera y después avancé a mi habitación.
            Me quité los zapatos, mis pies parecían reventar de lo hinchados que estaban, también la chaqueta que llevaba puesta la lancé a mi cama. Me recosté, le dí una mordida a la manzana que llevaba y observe al techo:
- ¿será cierto? - pensé - ¡parece verdad!, hay no lo sé. Creo que estoy muy confundida, necesito despejar mi mente.
             Tomé mi chaqueta de nuevo y de inmediato salí de mi habitación. Caminé hacia afuera, cerré la puerta y comencé a caminar. Ni sabía exactamente a dónde ir, sólo necesitaba caminar y pensar bien.
           Aún era tarde, el sol no se ocultaba, las calles de Seúl continuaban llenas de personas que iban y venían, yo sólo observando. En el trayecto pasé al río Han, estaba todo tranquilo y casi no había gente, caminé hacia una banca que estaba frente al río y me senté.
            Estuve ahí durante dos horas solo pensando, cuando estuve a punto de levantarme ¡él apareció!, tomó mi mano y dijo:
- No se vaya, quédese unos minutos más.
Giré mi cabeza, ¡lo ví!, jalé mi mano de entre las suyas - ¡Oh! Pero usted ¿Qué hace aquí? - pregunté.
- Necesitaba pensar - respondió - Y por lo visto, no soy él único que necesitaba hacerlo, ¿Verdad?...
- ¿Qué tendría que pensar usted? - dije - ¡supongo que no debe de tener tantos problemas como yo! - Todas las personas los tienen - interrumpió - entonces ¿Por qué no habría de  tenerlos yo?.
- Tiene razón, lo siento... - hubo un momento lleno de silencio, de nuevo los nervios comenzaban a apoderarse de mí. Pero entonces él rompió aquel momento de tensión ;
- Pero, aún no me ha respondido.
- ¿Me ha preguntado algo?.
- Sí, dije : 'Al parecer no soy él único que necesitaba pensar, ¿Verdad?' pero usted no me respondió.
- ¡Oh, sí, tiene razón!...
Es cierto, hay tantas cosas que debía pensar...
Pero...
Por cierto...
¿Por qué agarró mi mano? - dije en tono molesto - acaso... - ¡NO ES LO QUE PIENSAS! - interrumpió con ojos bien abiertos, simulando sorpresa y tratando de explicar a la vez -  siento haberla molestado. Es solo que desde que la conocí me inspiró mucha confianza y verla aquí, hizo que me alegrara. Así que vine y me senté a su lado, estando aquí hizo que me sintiera bien. Por eso cuando se levantó, quise detenerla y que me acompañara un rato más...
¡Fue el impulso! ¡No quería que se fuera!.
      Me sorprendió mucho escuchar aquellas palabras ¡no sabía que decir!. También noté algo distinto en su mirada, su semblante era diferente  al que siempre solía traer, su voz estaba quebrantada, así no pude más que volverme a sentar y escucharlo. ¡Claro! No puedo negar que estaba feliz de estar a su lado.
- No se preocupe entonces - toqué su hombro tratando de animarlo - puede confiar en mí...  ¿Qué ocurre? ¿Le preocupa algo?.
- Es solo que aveces siento que no puedo con tanta carga...
- ¡Oh, ya veo!
Me imagino que es difícil ser CEO de alguna empresa, tienen mucha responsabilidad.
- Además de las responsabilidades, casi no tenemos tiempo personal. En mi caso, siempre tengo que complacer a mis padres, de hecho hoy discutí con mi madre, por eso he venido aquí. ¡Siiento que 'mi vida' ya no me pertenece!.
          Me dolió tanto verlo así, no sabía que más decir. Tenía miedo de cometer alguna tontería y arruinar aquel momento, lo ví fijamente a los ojos y sonreí nerviosamente.
- ¡No se agobie! - exclamé - ¡ánimo!...
No sé que es lo que piensa exactamente, pero algo si sé. Nada dura más de lo que podamos aguantar, usted es fuerte e inteligente. Sé que podrá vencer cualquier obstáculo que se le ponga enfrente.
  El me miró tiernamente y sonrió :
- Sabía que usted me animaría, me alegra mucho haberla encontrado aquí.
En esos momentos, si hubiese sido más claro el día, Kyuhyun hubiera visto como me sonrojé con sus palabras.
            Continuó transcurriendo el tiempo, Kyuhyun y yo nos íbamos haciendo cada vez más cercanos. Pero día con día, asimilaba el hecho de que él estaba a punto de casarse, hasta ahora aceptaba ese hecho y mi confusión se hizo más extensa.
        Eric seguía siendo amable y cuidadoso, comenzamos a frecuentarnos más de lo habitual. Cierto día, me invitó a cenar, solo él y yo. Acepto que estaba nerviosa ¡era la primera vez que salíamos solo los dos!, las veces anteriores habían sido salidas por trabajo o si eran por diversión, Lisa siempre nos acompañaba.
       Llegamos al lugar, nos sirvieron una cena muy deliciosa. El tiempo pasó tan rápido que ni nos dimos cuenta de la hora :
- Disculpa un momento - dije - iré al tocador.
- Sí, esta bien. Aquí te espero.
Fuí y cuando volví, Eric no estaba en la mesa - Debió haber ido al baño - pensé. De repente una gran luz iluminó un piano, que estaba en medio del restaurant, y Eric ¡estaba ahí!.
         Por un momento no entendí bien la situación, pero después cuando terminó de interpretar una canción para mí ¡todo cobró sentido!, así que mi corazón comenzó a latir muy rápidamente.
         Eric se acercó, me miró fijamente y extendió un gran ramo de rosas frente a mí.
- Jisoo - dijo nerviosamente - estoy declarandote mis sentimientos, me gustas mucho...
¿Los aceptarías?.
- ¡Oh por Dios! - pensé - ¿Qué hago? [°°°]

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