Tododeku One-shots (YAOI) [Tododeku]

2-Hilo rojo del destino

La mañana prometía ser como cualquier otra, nada parecía fuera de lo normal, todo hubiera sido perfecto para Midoriya Izuku si no fuera por un pequeño detalle, en su meñique se hallaba atado un hijo de bello color rojo el cual carecía de un final, únicamente parecía dirigirse a alguna parte. Cuando se hallaba tomando el desayuno pudo comprobar que al parecer era el único que podía ver aquel hilo, caminando hacia la U.A se encontró con sus amigos Iida y Uraraka quienes como era costumbre lo acompañaron parte del camino.

—Así que al despertar te encontrarte con un hilo atado a tu meñique —comento Iida tras haber escuchado esto por parte de Midoriya quien había tenido el valor de contarle a sus amigos en busca de una respuesta.

—Quisiera saber el motivo por el cual estoy en esta situación.

Uraraka de haber permanecido en silencio repentinamente esbozo una deslumbrante y enérgica sonrisa—. ¡Es el hilo que te conecta con tu persona destinada! —la castaña al ver confusión en los rostros de sus amigos soltó una pequeña risilla antes de explicarse—. Según he escuche ese hilo que tu vez te une con la persona a quien amaras, se dice que nada ni nadie puede romper dicho hilo, pero que quien se encuentra al otro lado del hilo puede ser cualquier persona.

Midoriya pensando en la explicación que Uraraka le había brindado pensó un poco sobre el asunto, si dicho hilo conectaba con alguna persona quizás dicha persona quizás se trataba de alguien cercano, por un momento pensó en Bakugo deseando que ese no fuera el caso, no se veía yendo hacia él y contándole tal disparate, pues existían dos posibles reacciones: recibir una golpiza o una golpiza acompañada por explosiones.

Sus pensamientos estuvieron inmersos sobre el tema del hilo hasta que llego a la escuela donde nada más llegar pudo ver en la entrada a Bakugo acompañado por Kirishima quien parecía estar muy animado. Dirigiéndose a salón pudo ver que había llegado relativamente temprano, aun no había llegado todos los alumnos de la clase A, entre quienes ya estaban en el salón pudo visualizar a Todoroki sentado en su pupitre leyendo un libro a la vez que hacia algunos apuntes en un cuaderno. Pensándoselo un poco se animo a ir a hablar con él, más que nada fue impulsado por Iida y Uraraka quienes entre sus propios términos debían repasar algunas notas para la clase de ese día.

—Todoroki-kun, buenos días.

Él heterocromático al ser saludado velozmente interrumpió su lectura, aun si tenia la costumbre de ignorar a cualquiera que le hablara con peliverde aquello rara vez pasaba—. Buenos días, Midoriya.

Por un momento el pecoso se quedo sin saber como seguir la conversación, no esperaba que Todoroki fuera a contestarle, pero rápidamente pensó que decir—. ¿Todoroki-kun, te parece si repasamos juntos?

—Si, estaría bien.

Midoriya aprovechando que la mesa frente a la de Todoroki seguía vacía tomó prestado el lugar, desde una distancia prudente Iida y Uraraka contemplaban la escena, para ambos era más que evidente el interés que su amigo le tenía al héroe mitad-mitad. Por su lado Midoriya al fijarse en las manos de Todoroki pudo contemplar que este también poseía atado a su meñique un hilo rojo, pero había algo distinto, él de el se hallaba en un estado bastante maltratado y con bastantes nudos.

—¿Todoroki-kun, quieres que comamos hoy juntos? —desde que había logrado llevarse mejor Midoriya en varias ocasiones pasaba sus descansos en compañía de Todoroki usando la excusa de querer ver sus opiniones y en algunos casos aprender un poco más sobre su particularidad.

—Está bien.

Durante las clases, pese a concentrarse en las explicaciones de los maestros Midoriya no paraba de pensar en el hilo que había visto atado al meñique de Todoroki, le resultaba triste el solo hecho de imaginar por todas las cosas que él habría tenia que pasar, era como si relejara la vida a la cual fue forzado a llevar desde su nacimiento, haber sido el hijo del héroe N°2 no había traído a Todoroki más que dolor y sufrimiento los cuales había quedado marcados en su rostro.