8 - De pequeñas cosas

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Imposible le era recordar los años que llevaba atrapado en esa situación, más aún lo era saber el día exacto en que su vida dio tan brusco giro. Midoriya Izuku, desde pequeño vivía deseoso por conocer quién sería esa existencia a quien la sociedad llamaba, "alma gemela", haber nacido Omega nunca fue un motivo para lamentarse, sin importar cuándo difícil fueran una situación, la encararía con todo el valor posible hasta poder llegar a ser como ese héroe al cual admiraba tanto. Más, aquellas añoranzas y esperanzas pudieron prepararlo para ver como su libertad le era arrancada de sus manos, fue suficiente una noche y una simple bebida para destrozar ese cuerpo que tanto se esforzaba por cuidar, por mantener puro para quien fuera a convertirse en su pareja de vida.

Ninguna burla, crítica o agresión fueron suficientemente dolorosas como para herirlo, todos ello fue soportado de la mejor manera posible, pero su corazón jamás pudo soportar lo ocurrido una lluviosa noche de primavera, cuando a sus catorce años fue obligado a enlazarse con alguien que sabía no era la persona indicada. Su amigo de la infancia, ese chico de personalidad y quirk explosivo traicionó su confianza al haberlo marcado sin haber comprobado si estaban destinado.

Esa noche, Midoriya contempló a su cuerpo se vio manchado por manchas moradas al tiempo que su alma se quebraba ahogada en dolor. El tiempo mostró cuál futuro le esperaba, Bakugo poco tardó en comenzar a hallar divertido imponer su ego y orgullo sobre su amigo de la infancia, a quien solo se podía hablar o relacionarse con otras personas cuando Bakugo se lo permitía.

Para el joven de verdes cabellos la poca confianza ganada durante su entrenamiento con All Might no fue suficiente para animarlo a encarar a Bakugo, las amistades y situaciones que iban presentándose como estudiante de la U.A. quedaban relegadas al ser siquiera incapaz de atreverse a hacer el más mínimo reclamo. Y, antes de siquiera poder notarlo, Midoriya fue distanciándose, cada acción o palabra proveniente Bakugo veía acompañada por miedo e incertidumbre. Todos sabían que debían ayudar, más al mismo tiempo, deseaban evitarse problemas, enfrentar directamente a un Alfa podría acarearles grandes problemas.

Un día, como muchos otros, Midoriya se encontraba reponiéndose a una de esas tantas desagradables situaciones a las cuales diariamente debía enfrentarse, con lágrimas en sus ojos, mejillas teñidas por carmín y sobre la izquierda una pequeña inflamación que poco a poco fue poniéndose morada, permaneció abrazando sus piernas, en esos momentos sus pensamientos rogaban por que alguien fuera a buscarlo, pero sabía que no poseía sentido, nadie acudiría a buscarlo, evitar problemas era lo que la mayoría procuraba hacer.

—¿Midoriya? —escuchar a alguien hablarle tan repentinamente hizo sentir asustado a Midoriya, que en un instante elevo su mirada cruzándola con unos orbes heterocromáticos los cuales rápidamente fueron reconocidos.

—¿T-Todoroki... kun? —pronunciando el nombre de aquel compañero, Midoriya en un acto rápido intentó limpiarse sus lágrimas, sin éxito y ofreciendo una sonrisa forzada a su compañero—. ¿Q-qué estás haciendo aquí?

—Me tocó hacer el papeleo de hoy, y como tus cosas seguían en el salón, espere a que fueras por ellas, pero como no llegaba te busqué por los alrededores —dando su explicación, Todoroki sentía preocupación al mirar un tono morado tan pronunciado cubrir una de las mejillas de Midoriya, no le hacía falta preguntar para saber qué había pasado, él ya sabía la clase de relación que existía entre el de cabellos verdes y Bakugo, solo aquel chico de carácter explosivo sería capaz de abusar de su posición como Alfa y el miedo que ejerce sobre los demás. Inquieto por lo hinchado de la mejilla contraria, llevó su mano a dicha zona mientras aplicaba un poco de su propio quirk frío sobre ella.

Para Midoriya, ante aquel gesto, de alguna forma, lo hizo mirar sorprendido a Todoroki, era la primera vez en mucho tiempo que alguien era amable o le brinda algún tipo de consuelo. Limpiándose sus lágrimas, realizó unas breves respiraciones para intentar relajarse, tal gesto consiguió ayudarlo a olvidarse de lo ocurrido con Bakugo, pero solo fue momentáneo, pues cuando a su mente llegó el recuerdo que este le había quitado uno de sus tantos cuadernos en que acostumbraba a registrar datos de los héroes, estaba la probabilidad que hubiera sido destruido, tirado en algún estanque o contenedor de basura.

Tododeku One-shots (YAOI) [Tododeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora