El comienzo (Causa)

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Olimpo

Era 14 de Octubre y como todos los días, los doce dioses del Olimpo se reunían para hablar sobre nuevos proyectos para los semidioses y no solo misiones, sino también actividades, excursiones, remodelaciones de los campamentos... Después de la guerra se habían propuesto pasar más tiempo con sus hijos, no dejarlos desatendidos y prometieron no más profecías hasta dentro de un tiempo. Solo hasta que se recuperaran de la batalla y la pérdidas.

Como siempre, Zeus y Hera (el matrimonio fallido) llegaban los primeros y los demás aparecían cuando les daba la gana. Afrodita por ejemplo, la mayoría de días llegaba tarde y casi nunca participaba en las mejoras. Hermes solía comportarse como un ser inmaduro y Ares se quejaba de todo. Apolo acudía simplemente para restregar su belleza a los otros:"Es que soy hermoso". "¿Os habéis fijado en tanta belleza y sensualidad que desprendo?". Esas y muchas otras frases adorando su persona. En realidad, pocos se comprometían de verdad.

Una vez todos juntos comenzó la reunión.

-Buenos días queridos hermanos- empezó Zeus.

-Eres el rey del Olimpo, no el pastor de la Iglesia. Deja tu falsa amabilidad- cortó Hades.

-Si van a empezar así me voy a ir- advirtió Hestia.

-Mis cazadoras y yo tenemos asuntos más importantes que resolver.

-¡Esto se pone bueno!

-Buenos son los cereales que desayuné en la mañana.

-¡Pelea, pelea!

-¿Por qué soy tan hermoso?

-¡Orden!- gritó Hera, pero nadie hacia caso. Zeus tuvo que crear un rayo y tirarlo al centro de la sala del Trono para que pusieran atención. Ahora sí se callaron.

-¿Y era necesario el maldito rayo?- poco duró el silencio.

-Para él sí, es que si no lo lanza no se está tranquilo- confirmó Poseidón.

-Zeus vive en un drama constante.

-¡Ya estuvo bueno! ¿no? Estamos aquí para cumplir con nuestras obligaciones como dioses...

-¿A mí me vas a hablar tú de obligaciones?-se mofó Ares.

-¡Yo así no puedo!- exclamó enfurecido Zeus mientras desaparecía de la sala.

-Bien. Como no vamos a hacer nada me voy- dijeron muchos. Y la reunión de ese día se fue al traste. Nunca avanzaban, era una fase de retroceso y estancamiento de la que lo conseguían salir.

En un templo

En su habitación, una diosa muy aburrida desde el primer momento de la mañana tuvo una gran idea, sólo necesitaba a las ayudantes perfectas y si no, lo haría sola.

Llamó por M.Iris y esperó a que contestaran.

-¿Qué quieres Afrodita?

-¡Hola mi querida Hécate!

-¿Qué quieres?

-No me recibas así. Estoy aburrida y tengo un plan para dejar de estarlo.

-¿Y en ese plan estoy incluida?

-¡Sí! Te necesito para algunos asuntillos y sólo tú tienes ese poder.

-¿Y sólo somos nosotras?

-¿Por qué preguntas tanto? De momento no, contaremos con la ayuda de Hypnos y si surge la necesidad de llamar a otros pues ya se hará.

-Vale, vale. Explicame ese plan.

-Como eres la diosa de la magia...

-Y más cosas.

-No me interrumpas. Bueno, necesito que me hagas una serie de pociones a las que luego les añadiremos unos ingredientes que harán que la persona afectada actúe de una determinada manera.

-¿Cuántas pociones son? ¿Y a quién se las vas a dar?

-De momento serán 5. Y el afortunado será Nico Di Angelo.

-¿¡El hijo de Hades!? ¿Estás loca?

-No, pero ahora vamos a hablar con Hypnos.

-¿No habías hablado ya?

-¡Que va! Vamos a concretar temas.

-Ok.

Cuando las dos diosas se aparecieron en el templo de dios éste no se sorprendió. Se mostró bastante amable e hizo la promesa de ayudarlas. Después de discutir esos asuntos y llegar a un acuerdo se dirigieron al campamento. A la cabaña de Hades.

Cabaña de Hades

Los dos dioses se aparecieron dentro en el salón adonde el semidiós escuchó el ruido fue corriendo a ver qué pasaba.

-¿Qué está pasando aquí?- preguntó cuando de un "puf" dorado salieron dos personas. Mejor dicho dos divinidades griegas: Afrodita e Hypnos.

-Tranquilo hijo de Hades. Venimos a...-él la interrumpió.

-Salgan de mi cabaña.

-No pasa nada semidiós, sólo cálmate y deja que te expliquemos nuestro motivo de la visita- advirtió el dios del sueño.

-No me calmo. Salgan de mi cabaña.

-Te lo dije Afrodita, el chico no está de buenas para negociar.

-Entonces tendrá que ser por las malas- y a partir de ahí lo único que recordaba Nico era un olor a (tisana) y a alguien, probablemente uno de los dos dioses, dándole una bebida. También recordaba el sabor coca-cola de ésta.

-Fase número uno completada. Primera semana en marcha- el semidiós cayó redondo.

$×$

¡Bienvenida/o a mi historia! Continúa leyendo porque me sentía generoso y subí otro capítulo. Gracias a los que votaron y comentó en la sinopsis <3

D.B💣

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