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...

Iseul había estado sonriendo, pero, de repente, se sintió muy tímida.

Se llevó la mano al cabello, que el día anterior había tenido largo y que, en aquellos momentos, apenas y le rozaba los hombros, y dijo:

—Me he cortado el pelo.

—Eso ya lo veo.

—Entonces, ¿Por qué me lo has preguntado?

Jungkook no respondió. Se limitó a rodearla y a mirarla de arriba abajo.

Ella levantó la barbilla, como si estuviera desafiándolo a que la criticara. El corte de pelo era moderno, más que sexy, pero no era el único cambio. En lugar del ceñido vestido rojo del día anterior, Iseul llevaba puesto un sencillo conjunto de punto de color azul pálido. Las sencillas prendas eran bonitas, pero naturales. Las sandalias azules sin tacón eran el polo opuesto de los zapatos de tacón de aguja. Iseul se sentía cómoda, como si por fin fuera ella misma en vez de alguien que sólo trataba de llamar la atención con su ropa.

Jungkook frunció el ceño.

—No lo comprendo. ¿Dónde has comprado eso?

—En una boutique que me recomendaron en recepción.

— ¿Te ha acompañado Kim?

—Sí. Yo no quería, pero él insistió. Ni siquiera me permitió utilizar mis tarjetas de crédito. Insistió en que lo cargara todo en tu cuenta.

—Bien. Estás muy distinta... ¿A qué se debe el cambio?

Iseul respiró profundamente. ¿Cómo podía explicarle lo horrible que era que los hombres la miraran constantemente?

—Bueno —dijo—. La ropa que tenía en la maleta simplemente no me parecía adecuada.

—Eso no fue lo que dijiste cuando te la compraste en Seattle.

— ¿Tú me compraste esa ropa? ¿El vestido rojo también?

—Sí.

—Bueno, era todo muy bonito, pero... —susurró. No quería parecer desagradecida.

— ¿Si?

—Pero no me resultaban cómodos. Además, hacía que la gente me mirara.

—Yo creía que eso te gustaba.

—A pesar de todo, fue un regalo muy bonito —tartamudeó ella—. Te estoy muy agradecida. Fue muy amable por tu parte que me compraras todo eso. No quiero criticar tu gusto, pero...

—Yo no te las elegí. Simplemente lo pagué todo. Lo elegiste todo tú.

¿Cómo? ¿En qué diablos había estado pensando?

—Oh... Bueno, estoy segura de que se venderá bien en las tiendas de segunda mano —dijo—. Son tan bonitas...

Jungkook miró sorprendido hacia la maleta y vio que estaba vacía.

— ¿Me estás diciendo que has regalado toda tu ropa de diseño? —preguntó con incredulidad—. ¿Los Gucci? ¿Los Versace?

— ¿Son tus diseñadores favoritos?

— ¡No! ¡Son los tuyos!

—Oh... Bueno, esa ropa era demasiado ceñida para mí, por no mencionar demasiado sexy. Tal vez mis gustos han cambiado porque estoy a punto de ser madre. Seguramente es eso, ¿no te parece?

Jungkook la miró fijamente. Por fin, extendió una mano, la cual Iseul tomó gustosamente.

—Estás muy hermosa —dijo.

All Of My Life ♡ JjkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora