La suave brisa del viento entraba por la ventana, junto con los deleitantes cantares de las aves. El día estaba radiante, con un bello sol que lo acompañaba. Te encontrabas en tu habitación despertando de tu sueño.
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Medio soñolienta encendiste tu móvil, lo tuviste apagado desde que saliste de Corea. Al prenderse notaste que tenías, no sólo uno ni dos, si no más de 50 mensajes y 20 llamadas perdidas de Leeteuk.
T/N: porque tantos? Ahora resulta que me extraña- frunciendo el ceño.
Leeteuk: Lo siento...Me enteré que me viste con Kang Sora. Todo fue un mal entendido. Leeteuk: Perdón si te herí, quiero hablar contigo. Leeteuk: No hay nada entre ella y yo. Si la besé, pero sólo eso. No ocurrió nada más. Leeteuk: al besarla me di cuenta de mis verdaderos sentimientos. Ya no siento nada por ella, a la que de verdad quiero es a ti. Leeteuk: ¿Cómo estás ? Espero que tu viaje haya salido bien. Leeteuk: por lo menos dime si estas bien. Me preocupas. Leeteuk: t/n... t/n... t/n... Leeteuk: No me contestas... Es preocupante... Leeteuk:....
Muchos mensajes, demasiados como para leelerlos todos.
T/N: un mal entendido? Sólo un beso? Mmm...- pusiste tus rodillas hacia tu pecho y comenzaste a abrazarlas- Creo... que debería llamarlo.. No sé.
Moviste la cabeza contradiciendo una y otra vez. Llamarlo? Para que? Para escuchar lo arrepentido que estaba mientras tu quedaste como la estúpida? Para que... para que...?
En lo que estabas hundida en tus pensamientos, tu mamá entró a tu habitación con el desayuno.
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Mamá: un delicioso y nutritivo desayuno para mi princesa. -dejo el desayuno sobre la mesa de noche para después darte un tierno beso en la frente- Buenos días preciosa
T/N: Buenos dias Mamá.- guardaste silencio por un momento
T/N: Má... cuando... cuando te gusta mucho, pero mucho alguien. Sales con esa persona, están un buen tiempo juntos. Pero, al final... esa persona no siente lo mismo por ti... que harías?
Ella, al notar la cara melancólica de su hija, se sentó sobre la cama. Estuvo en silencio un rato.
Mamá: Hija, déjame contarte una pequeña historia.
Levantaste la mirada y miraste fijamente a tu madre, ella era una mujer que había pasado por varias cosas, y estabas muy segura de que ella lograría darte una solución, o mejor, una respuesta clara.
Mamá: Cuando conocí a tu padre, yo estaba en 3er año de secundaria. -suspira- recuerdo ese día perfectamente. Iba corriendo con mi compañera hacia la cafetería de la escuela, me había retrasado con una tarea y no quería irme a comer sin terminarla. Estaba tan concretada en ello, que no me percaté de que sólo me quedaban unos 15 minutos para que termine el almuerzo, y yo no había comprado nada. Guarde de mis cosas, agarré mi billetera y salí corriendo lo más rápido posible. Llegando a la cafetería, me dispuse a ir directo a comprar un sándwich, seguí corriendo, en eso, sin querer tropecé con tu padre. Un chico de último año, alto, ojos café, de tez morena, un lindo y sedoso cabello color negro azabache, tan lindo como el tuyo - Tu madre te miro con una cálida sonrisa mientras acariciaba las puntas de tu cabello- Al tropezar con él, hize que tirara su bandeja de almuerzo, al parecer había comprado un tazón de estofado, una manzana y un refresco, todo terminó hecho un desastre por el piso.
T/N: ¿ y qué hiciste entonces?
Mamá: tu padre se enojó muchísimo, no sabes como me gritó. Yo conocía a tu padre, sólo de vista. Era un chico bastante tímido, apenas y hablaba, me sorprendí mucho mientras lo escuchaba maldecirme jajajaja.
Después de unos 15 minutos se calmo, compre dos sándwiches de pollo y le ofrecí uno a él. Al principio no lo quería aceptar, pero luego le cayó la ficha de que ya no tenía más dinero para comprarse otro almuerzo, era aceptar el sandwhich o pasar hambre toda la tarde hasta llegar a casa. Al final lo termino aceptando. Me senté junto a el, no tenía muchos amigos. Parecía un chico bastante solitario.
Después de ese día nos hicimos buenos amigos. Comíamos juntos, salíamos juntos después de clases, era mi mejor amigo. A pasar de pasar mucho tiempo uno con el otro, el no sabía de mis verdaderos sentimientos. En una de nuestras charlas, me dijo que hace algún tiempo estuvo de novio, y todavía no había superado a esa chica, su primer gran amor. Salimos un tiempo para probar, pero esa chica seguia en su mente. Y decide terminar la relación por el bien de ambos. Hubo un tiempo en el que desistí, dolía demasiado amar a alguien y que esa persona este locamente enamorada de otra. Como el término yéndose a la Universidad mucho más antes que yo, decidí dejar de tratarlo. Quería dejar mis sentimientos por el.
Tu pecho se sentía apretado, sabías bastante bien lo que era sentirse de esa forma. El dolor, la tristeza, la soledad, la desesperación y las ganas de morirse que se sentía al estar en esa situación. Era horrible!
Mamá: 2 años pasaron después de eso, entre a la universidad, hice buenos amigos. Pase maravillosos momentos. Un día hubo una exposición importante, todas las universidades de la ciudad estaban invitadas a ese gran evento. Fue ahí donde volví a verlo, estaba un poco cambiado. Se lo veía con mucha más confianza. Ya había pasado bastante tiempo, y yo todavía sentía algo por el . Volvimos a ser amigos, pero al final el término confesandome de que todo el tiempo en el que estuvimos separados el sólo podía pensar en mi, me extrañaba y extrañaba los buenos momentos que solíamos pasar. Me dijo que nunca debió dejarme ir. Desde ese día, nunca deje a tu padre.
Mamá: Lo que te quiero decir con esto, es que creo que lo mejor que podrías hacer es darte un tiempo, ya sea para reforzar sentimientos, o para olvidarlos totalmente.
T/N: Mamá! Nunca te dije que yo era la del problema.
Mamá: Si no eres tu, entonces ¿porque te pusiste tan triste? ¿acaso crees que no te conozco? - fingiendo indignación- Cariño, eres mi hija. Obvio que sé cuando algo te pesa, si te conté está historia fue para que te dieras cuenta de que yo pase lo mismo que tú, se lo doloroso e inquietante que puede llegar a ser. El tiempo lo cura todo, todo esto es parte de crecer. Estoy segura de que lograrás ser feliz, es complicado, tedioso, pero valdrá la pena. Puede ser que ahora lo veas todo oscuro y sientas que no puedes seguir, pero yo siempre estare para ti. Yo te voy a apoyar en todo, mientras tu padre y yo estemos aqui, creeme, no estarás sola nunca.
Partiste en lágrimas, fuiste directo a los brazos de ella. Tu mamá era alguien que lograba tocar tu corazón y reconfortarlo como nadie más sabía.
Estuviste llorando por varios minutos, y tenías algo más que claro. Volverías a Corea, hablarías con Leeteuk, y arregalarias las cosas. Ya es momento de pensar en el bienestar propio.
