"We must create a place, with a feeling to belong"-Bienvenidos a nuestro nuevo hogar- Dijo su padre mientras abría la puerta del apartamento que habían comprado.
Emilia rodó los ojos ante el entusiasmo de su padre, desde que habían dejado Mexico el hombre no había hecho otra cosa más que hablar de las maravillas de Argentina, sonaba como un guía turístico y comenzaba a ser molesto.
Su madre le dio una mirada de advertencia al ver su rostro y Simón solo rió antes de empujarla para que entrara al lugar. Era hermoso, al menos debía darle crédito a sus padres.
El apartamento era grande, con una sala y cocina decoradas con muebles modernos, se encontraba en uno de los últimos pisos así qué todas las paredes eran de cristal y se podía ver toda la ciudad, en el medio de todo habían unas escaleras en forma de caracol que daban al segundo piso.
Había un gran piano de cola en una de las esquinas de la sala y Emilia inmediatamente miró a sus padres, por supuesto que ellos ya la estaban mirando con una sonrisa en sus rostros.
Ella había tomado clases de piano clásico por al menos 12 años antes de dejarlo por completo, alegando que era solo un hobby y que ella tenía una empresa que heredar, a pesar de que estaba segura de que podía haber sido una pianista profesional pero aún tocaba en ocasiones.
-¿Qué esperas?-Preguntó Simón con una sonrisa. Ella suspiro mientras soltaba su bolso en el piso y se encaminó hacia el piano.
Tocó suavemente las teclas comprobando que este afinado y luego comenzó a tocar "Para Elisa" era su canción clásica favorita. Ella lentamente se perdió en la melodía como siempre ocurría cada vez que tocaba, fue traída a la realidad por los aplausos de sus padres y notó que había finalizado la canción.
-Solo dale una oportunidad. No puede ser tan malo ¿verdad?-Dijo Simón mientras se sentaba junto a ella. Emilia rodó los ojos pero sonrió, quizás su primo este en lo correcto.
"A single step to take, of directions moving on"
En el momento en el que Simón vio el uniforme escolar que tendrían que usar mañana, supo que Emilia asesinaría a alguien.
Habían llegado a Buenos Aires unos 15 días atrás, hasta el momento no había sido tan malo y su prima se había comportado, claro que todo eso fue hasta que se enteró que irían a un colegio privado.
Por supuesto que la rubia se quejó y se negó a ir a un colegio de "fresitas" sus tíos rápidamente ganaron ese argumento diciéndole que muchos de los futuros dueños de las principales compañías del país estaban ahí y que si ella que hacer buenas conexiones ese era el lugar al que debía ir.
Simón sabe como sus tíos lo mucho que a Emilia le importa la empresa de textiles, y que ella quiere que la empresa crezca tanto como pueda, así que fue callada rápidamente con ese argumento, pero ahora mirando los colores verdes y el chaleco qué tendrían que usar no estaba tan seguro.
Él solo rogaba que mañana todo saliera bien y no esperaba tener ningún problema pero conociendo a su prima estaba seguro de no sería así.
"Constant force, there's always change
Release control with all the change"Gastón entró al colegio sintiéndose bien, bastante bien si se lo preguntan, era su último año en esa carcel, casi podía olfatear la libertad.
Encontró rápidamente a Ambar en el pasillo principal mirando aburrida a Matteo mientras que él no paraba de hablar.
-Gracias a Dios que apareciste, si escuchó otra palabra sobre open de tenis, me suicidare-Dijo la rubia al notar su presencia. Gastón rió mientras ponía su brazo sobre los hombros de Ambar. Matteo era bien conocido por su obsesión hacia los deportes.
-Matteo basta, fue una semana atrás-Dijo Gastón mirando a su amigo quien rodó los ojos al oír sus palabras, el italiano abrió su boca para responder pero fue interrumpido por Luna quién paso junto a ellos.
-Hola Matteo- Saludo la chica mientras lo miraba con una suave sonrisa. Su mejor amigo solo asintió con la cabeza pero siguió viéndola cuando ella paso de largo.
-Hey no juzguen, es un trabajo de largo plazo-Dijo Matteo al notar la expresiones en el rostro de sus amigos.
-Tengo noticias- Dijo Jazmín apareciendo de la nada. La peli roja era amiga de Ambar y en ocasiones la rubia escapaba con ella "cuando había demasiada testosterona en el aire"
-Tenemos nuevos compañeros este año: 2 chicas y un chico, por lo que escuché una de las chicas y el chico son primos y son dueños de una de las mayores empresas de textiles de Mexico, se mudaron porqué abrirán una sede acá. De la otra chica no pude encontrar casi nada, sólo se que es becada y que su nombre en Delfina Alzamendi-Dijo rápidamente la chica soñando decepcionada al final.
Gastón parpadeo varias veces mientras procesaba toda la información obtenida por Jazmín. Él no entendía como hacía para enterarse de todo.
-Eso es correcto, y yo diría que es mucha información teniendo en cuenta que las clases ni siquiera han comenzado- Dijo una voz a sus espaldas, Gastón al girar se encontró con una chica qué nunca había visto antes.
-Disculpen que me entrometa es que escuche mi nombre, soy Delfina un gusto conocerlos-Continuó hablando al notar la sorpresa en el rostro de todos.
Gastón rápidamente notó lo hermosa que era: su piel era blanca y lucía tersa. Su pelo era negro carbón, sus ojos eran café y estaban repletos de largas pestañas.
-No hay problema, es culpa de Jazmín quién es la reina del chisme acá en el Blake-Jazmín hizo una exclamación indignada al oír la frase que Ambar ignoró -Un placer conocerte, soy Ambar Smith-Concluyó la rubia con una sonrisa. Todos se presentaron rápidamente.
-Encantada de conocerlos. ¿alguno sabe donde queda salón de química? Solo tengo el horario escolar y este sitio es enorme, llevo 15 minutos buscándolo- Dijo Delfina con una sonrisa incómoda mientras mostraba el papel.
-Yo se donde queda, puedo ir contigo. También tengo esa materia a primera hora-Respondió rápidamente Gastón antes de que los demás pudieran hablar.
-Gracias, serías mi héroe- Agradeció Delfina con una sonrisa que flechó a Gastón. Él vio como Ambar y Matteo intercambiaron miradas entretenidos al ver su reacción pero no presto atención, estiró su mano hacia el otro extremo del pasillo con una sonrisa que Delfina rápidamente correspondió.
Si, definitivamente se sentía muy bien, pensó el chico mientras miraba de reojo a la chica que caminaba a su lado.
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Darling (Don't close your eyes)
FanficLos matrimonios arreglados eran algo común en el mundo de personas como Matteo y Emilia pero ellos nunca se imaginaron que terminarían atrapados en uno. (Universo Alternativo) Emitteo - Simbar-Yamiro-Gasfina.