Corazón Inverso

Capítulo 8: Desesperación.

                                                                                   *CAPÍTULO 8*

(JASON VdP)

Ya eran las 22:00, Shirley llevaba durmiendo dos horas, nosotros íbamos a salir a por algo de sangre, por lo que no sabía si era mejor despertarla o no.

-Pobrecilla...-dijo Adrián ante aquel incómodo silencio.

-Yo creo que esta vez el tío Evan se ha pasado- dijo Pedro.

-Nosotros no podemos hacer nada pero es muy injusto... si no fuera por los calmantes aún estaría llorando-dije apenado.

-Evan odia al padre de ese chico y no va a parar hasta destruirlo, le da igual a quién tenga que pisar para conseguirlo-dijo David- a nosotros nunca nos quiso y sólo nos usa para el trabajo sucio-dijo con rencor.

-Aún así, es extraño, nosotros no somos así- comenzó Pedro- esa chiquilla nos tiene... como dominados o algo, solo con ver lo frágil que es, ya me entran ganas de protegerla de todo y de todos

-A mí me pasa lo mismo-dijo Adrián.

-Bueno a ver deberíamos ir ya a comer, ¿Quién se queda a cuidarla?-dije.

-Debería quedarse David, que él ya fue a comer esta mañana.-dijo Pedro.

-Está bien, me quedo yo-dijo David haciendo una mueca.

-Cuídala bien ¿eh?-le dije guiñándole un ojo.

-Que si…-respondió sin ganas.

(DAVID VdP)

Me tiré en el sofá después de que los chicos se largasen. Escuché unos ruidos arriba y a los tres minutos Shirley bajaba por las escaleras.

-¿Y los chicos?-preguntó somnolienta.

-Fueron a comer-contesté sin mirarla demasiado.

-Bueno, me gustaría hablar contigo-dijo con media sonrisa.

-Dime.

-Quería disculparme por la patada de ayer, sé que no te caigo muy bien y quería empezar de nuevo-dijo apenada.

-Disculpas aceptadas-dije sorprendido y con una pequeña sonrisa.

-Aún así me gustaría compensarte-dijo divertida.

Se acercó a mí lentamente, me asusté un poco ¿qué pretendía? comencé a retroceder. Mientras se acercaba, se mordía el labio inferior y con la mano derecha jugueteaba con el pelo. Si no fuera porque estaba aturdido ante su actitud, ya me habría dejado llevar por mis instintos masculinos, esa chica era tan… sexy…

Consiguió acorralarme contra la pared  y ella me rodeó el cuello con sus brazos; se me aceleró el pulso.

-Shirley aléjate, no debes, ¿sabías que…?-dije temiendo lo que venía.

-Sí, lo sé y eso es justo lo que quiero-dijo con una sonrisa de suficiencia.

Y me besó, no me lo podía creer, ¿Por qué lo había hecho? Intenté negarme pero luego le correspondí ansioso. La besé de forma salvaje, ¿acaso era eso lo que yo quería?  Ella como pudo se apartó el pelo del cuello dejándolo al descubierto. Esa visión me enloqueció, antes de perder a mi yo racional la miré, y ella sonreía satisfecha.