capítulo dos♡

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Catorce de Julio. Primera cita con Harry Styles en público. No, no querías ir, de hecho habrías salido corriendo pero la llamada del médico tranquilizó tu pánico y pudiste vestirte y prepararte para la ocasión. Sabías que significaba meterte directamente en la boca del lobo pero a esas alturas eso ya no te importaba. Si ese mocoso pensaba hacerte la vida imposible, tú también eras buena en eso.

-Hola-saludaste cuando lo viste parado apoyado en su coche.

-Hola-sonrió muy falsamente-sube al coche anda, que hay que perdernos de vista.

-Sí claro ... como no ...-gruñiste entrando.

Al entrar lo hicieron con sonrisas, sonrisas muy falsas aunque eso claro, ¿quién lo iba a saber? Ellos no conocían una sonrisa falsa, no hacían diferencia entre una real y una falsa y eso era una ventaja para vosotros. Estaba claro que ninguno estaba disfrutando de estar juntos en un coche pero demonios, estaban casi obligados a hacerlo y aunque al principio a Harry le había parecido mejor negarse, ahí estaba, conduciendo hasta a cualquier sitio donde podría sentarse y comer algo junto a su querida 'novia' que ni siquiera sabía cómo se llamaba.

-¿Cómo te llamas?-preguntó encendiendo la música.

-______(TN)-hablaste mirando por la ventana mientras que disfrutabas de Coldplay.

-¿Cuántos años tienes?

-¿Qué te importa?

-Para saber si me preguntan ... tranquila, no me interesa nada de tu miserable vida-sonrió.

-Tengo veintidós.

Y esa fue la conversación ... él siguió conduciendo mientras que tarareaba alguna que otra canción mientras que tú mirabas por la ventana recordando a tu hermana. Ella tenía que ponerse bien y por eso ibas a aguantar todo lo que fuera. Si ese patán pensaba tratarte mal, estaba bien, no era la primera vez que te maltrataban, podrías soportarlo. Ibas a soportar absolutamente todo.

-Llegamos-avisó apagando el motor-¿dónde prefieres comer? ¿Fuera o dentro?

-Donde te guste, me da igual ...

Te sorprendía el hecho de que él era amable, hasta ahora te había amenazado con hacerte la vida imposible y ahora parecía tratarte como si fueras una verdadera cita. ¡Qué mierdas! Sin querer una risa se escapó de tus labios y él te fulminó con la mirada impaciente para que pasaras ya que estaba sujetándote la puerta como todo un caballero. Otra risa se escapó de tus labios haciendo que él te cogiera del brazo para dirigirte a la mesa con algo de brusquedad. ¡Y ahí se había acabado la caballerosidad!

-¿Qué te hace gracia?-preguntó arqueando una ceja.

-Oh nada, una broma personal-le guiñaste un ojo.

Por lo que habías descubierto hasta ahora, Harry era una persona curiosa que tenía que saber todo lo que estaba pasando a su alrededor. No saber le irritaba y eso pensabas hacer, irritarlo hasta que estuviera en llamas. Contigo no se jugaba, no podía controlarte, ya no tenías dieciséis años, ya no eras una mocosa inocente, esos tiempos habían pasado hace mucho para ti.

-Sabes que estaremos casi todos los días juntos, ¿verdad?-arqueó una ceja.

-Ah sí, no pasa nada, cuando no nos vea nadie, podemos pelear-sonreíste dulcemente-y si quieres hacer otras cosas, ya sabes, malas, con otras chicas, ¡yo te cubro!

-No soy un necesitado y tampoco un mujeriego ...-apretó los dientes enfadándose.

-Ah claro, ¡puedes usar la mano, eso alivia un poco!-te burlaste-Se me había olvidado.

Novia por contrato | adaptada, h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora